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José Fernando Cardona, expresidente de Nueva EPS en la mira por ocultar facturas por $5.5 billones

Primeros hallazgos de Superintendencia de Salud tras auditoría. Caso pasa a otros organismos del control. Historia oculta de un exfuncionario inmune en tres gobiernos.

José Fernando Cardona
Por Agencia Periodismo Investigativo | Créditos: José Fernando Cardona, expresidente de Nueva EPS

Un nuevo escándalo de presunta corrupción se está incubando en el sector de la salud. Su protagonista inadvertido José Fernando Cardona Uribe presidente de la Nueva EPS en los gobiernos Uribe, Santos y Duque. 

Cardona está en la mira de los organismos de control tras el informe del Superintendente Nacional de Salud, Luis Carlos Leal, quien en debate de control político en la Comisión Sexta del Senado evidenció que en la administración de Cardona y su equipo de trabajo se ocultaron facturas por $5.5 billones.

Un comportamiento que derivó en la difícil situación que hoy afrontan varias IPS puesto que la Nueva EPS tiene deudas millonarias con estas y las tiene en un complicado déficit financiero, así como a varios proveedores del sector de la salud.

Un especialista del sector y allegado a las EPS expresó que lo que se está evidenciando por parte del gobierno es: “Un saqueo y corrupción peor que el de Saludcoop”.

Rey en tres gobiernos

Cardona Uribe se posesionó en la Nueva EPS, el 11 de noviembre de 2009, en reemplazo de Héctor Cadena, quien fue el primer presidente de la entidad creada en reemplazo del Seguro Social.

Una compañía que tiene como principales accionistas al gobierno y las cajas de compensación.

El médico y especialista manizaleño en administración de salud, Cardona Uribe venía precedido de algún reconocimiento como quiera que fue asesor de la Academia Nacional de Medicina, consultor del PNUD y jefe de auditorías a clínicas del Seguro Social.

No obstante, bajo el padrinazgo de la exministra de Salud,  Beatriz Londoño y luego al incorporarse también a la administración del entonces alcalde Antanas Mockus y de Juan Manuel Santos logró los méritos políticas suficientes para llegar al cargo de presidente de la Nueva EPS en 2009.

Con otro detalle, aspiró a la Cámara de Representantes por Bogotá en 2006 pero no salió elegido.

Desde entonces y hasta mediados de enero de este año permaneció a la cabeza de la entidad y nunca lo afectaron los cambios de gobierno, con una pregunta que todos en el entorno político se hacen: ¿Cómo lo logró?

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Logros en el papel

En su administración la Nueva EPS llegó a ser la principal del país, superó los diez millones de afiliados y se enlistó entre las empresas mas grandes del país.

Siempre en los balances mostraba, grandes activos, millonarias utilidades y expansión de servicios y productos en todo el país.

Para citar un caso. En 2022 se ubicó como la décima empresa más grande del país con un ingreso operacional de $14.7 billones, activos por $5.9 billones, patrimonio de $485.209 millones, pasivos de $5.4 billones y una utilidad neta de $10.400 millones.

Con fórmulas que se evidenciaron en el sector pero que pocos se atrevieron a denunciar públicamente o ante los organismos de control y que ahora tendrán que investigar.

El modus operandi

La primera de ellas fue el pago con retrasos a los proveedores mientras recursos millonarios se fondeaban en Bancos. De hecho, en una reunión que hizo el pasado 11 de abril el agente interventor nombrado por el gobierno Julio Alberto Rincón Ramírez, con cerca de mil proveedores de la entidad, estos desnudaron las millonarias deudas de la Nueva EPS y de paso,  en privado, algunos cuestionaron los manejos de Cardona.

De hecho, con menos de dos semanas en el cargo, el interventor Rincón ya ha recibido varias denuncias de corrupción en la entidad que están en indagación.

De esta forma, el esquema que se generó es que las IPS que aspiraban a recibir los pagos por sus servicios oportunamente tenían como conducto llamar a miembros de la junta directiva, quienes a su vez le ordenaban a Cardona los desembolsos; de otra manera eran casi imposibles los pagos en tiempos moderados.

Con otro detalle, el año pasado, un reconocido congresista intentó hacer un debate de control político a la entidad, no obstante, fue llamado por Cardona quien según lo reconoció el parlamentario a esta Agencia, le otorgó un beneficio y las denuncias quedaron en el aire.

También se conoció el caso de una funcionaria actual de la entidad que tuvo un contratista aliado durante varios años, pero por diferencias económicas separaron sus caminos, no se conoce si escogió otro proveedor o si definitivamente cesó en sus cuestionables actividades.

Argumentos del exdirectivo

En contraste, en su momento Cardona informó que hubo crecimiento de afiliados, que las utilidades fueron bajas para 2022 por el incremento de la siniestralidad, los efectos de la pandemia, y la demanda de más servicios y tecnología en salud. 

Y agregó que la entidad estaba haciendo esfuerzos para controlar los gastos administrativos. 

No obstante, lo que en teoría se proyectó casi como una empresa ideal y de manejos impecables, comenzó a desmoronarse en pocos meses, con un coletazo definitivo.

La intervención

El pasado 3 de abril, la Superintendencia Nacional de Salud tomó la decisión de intervenir la entidad: “posesión de los bienes, haberes y negocios” de la entidad promotora de salud, debido a que incumple con los requisitos habilitadores financieros para operar. De igual manera, la EPS ha evidenciado un incremento en las quejas y reclamos de los usuarios, que no ven que sus necesidades en salud estén siendo suplidas”, detalló el organismo de control.

Fue tal lo encontrado en la entidad que el propio presidente Gustavo Petro se pronunció al respecto: “Hemos encontrado en la Nueva EPS una falsa contabilidad, 6 billones de pesos entregados por el gobierno para atención en salud de sus afiliados, no fueron usados en esos propósitos”, escribió el primer mandatario en su cuenta de X.

Ahora, el superintendente de Salud, Luis Carlos Leal tras auditoría a la entidad desmiente la gestión y los argumentos del expresidente Cardona.

“Nueva EPS desde el año 2019, e incluso años atrás, venía ocultando facturas del sistema que no legalizaba. Ya teníamos conocimiento de que la EPS tenía deudas con hospitales públicos y privados, incluso los gremios aseguraban en sus informes que la deuda reconocida por Nueva era inferior a los que ellos consolidaron en su información”, explicó Luis Carlos Leal.

Además el funcionario señaló en el Congreso tras advertir que mis primeros hallazgos de presunta corrupción en la Nueva EPS son evidentes: “ Entonces estaban ocultando muchas facturas, porque no eran solo $500.000 millones de pesos, eran $5.5 billones de pesos. Lo financiero es fundamental para el sistema, pero por qué los indicadores en materia de salud pública son deprimentes. Se está abusando del uso de recursos y no se garantiza una adecuada prestación de servicios”, indicó Luis Carlos Leal.

El caso apenas comienza y lo advirtió un funcionario del gobierno a la Agencia de Periodismo Investigativo, API que pidió no ser citado: “Lo de la Nueva EPS puede ser peor que lo de Saludcoop o la misma UNGRD, la corrupción allí ha sido rampante”.

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