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Los autogoles y peleas de James Rodríguez
Tras oficializarse su salida del Olimpiacos de Grecia, otros líos del volante colombiano.
“James siempre será parte de nuestro club y miembro de la familia 'rojiblanca'. Queremos darle las gracias por su servicio y le deseamos mucho éxito en el futuro", con estas palabras el Olimpiacos de Grecia, dio por terminada la más reciente aventura del futbolista colombiano James Rodríguez.
El jugador también ratificó su despedida del club. “Me gustaría agradecer a todos por todo el tiempo que hemos pasado juntos. Aunque vamos por caminos separados, siento que siempre seré un miembro y bienvenido en la familia del gran puerto Pireo. Le deseo lo mejor al Olympiacos y mucho éxito en el futuro", escribió en Twitter.
Un final casi anunciado, porque se conoció a través de la prensa local y allegados al club que su comportamiento en el equipo no fue el mejor.
En partido del fin de semana que los rojiblancos perdieron 2-0 contra el Panathinaikos con una pobre actuación del 10, al punto que solo jugó 45 minutos y salió silbado del campo.
Según la prensa griega, tras ser reemplazado salió molesto del estadio. El lunes su técnico José Anigo le pidió que ofreciera excusas a sus compañeros, pero al parecer se negó.
Al día siguiente no volvió al club. Habló con su representante Jorge Méndez, este con los directivos del equipo griego y de esta forma las partes finiquitaron su salida.
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En lo deportivo su paso por el club no fue exitoso. En siete meses jugó en 23 partidos, hizo cinco goles y contribuyó con seis asistencias.
No obstante, ratificó su condición de futbolista problema desde su primer paso por el Real Madrid, luego de obtener el título de goleador del Mundial de Brasil en 2014 y el quinto lugar de Colombia en el certamen orbital.
Desde entonces sus problemas físicos que no ha superado completamente como su recurrente lesión del músculo soleo de su pierna izquierda, su indisciplina, mal carácter y sus diferencias con varios técnicos, vuelven a marcar su destino incierto una vez más, en el ocaso de su carrera a sus 31 años de edad.
Disputas con Claudio Rainieri en el Mònaco, Zinedine Zidane y Rafa Benitez en el Real Madrid, Niko Kovac en el Bayern, así como Reinaldo Rueda fueron el pan de cada día en sus años recientes.
Ello complementado por su afición a las redes sociales y a las fiestas, al tiempo que sus negocios personales seguían creciendo como pan caliente.
Entonces se volvió un hermitaño del balompie. Gracias a su talento, prodigiosa zurda y a uno de sus dos ‘padres’ Carlo Ancelotti, el otro fue José Pékerman, buscó renacer en el Everton de Inglaterra.
Su primer mes en el equipo fue portentoso, esto en medio de la pandemia de Covid 19 con estadio sin público. Figura de la Premier y con algo impensado el equipo disputando la punta y varias jornadas invicto.
Pero fiel a su tradición, recayó, se lesionó, bajó su nivel. Ancelotti se fue para el Real Madrid y llegó Rafa Benitez que lo descartó de inmediato.
Luego recabó en el fútbol árabe. Pleno de petrodólares llegó a la Liga de Catar para vestir la casaca del Al Rayyan entre 2021 y 2022. Todo fue un fiasco.
Lesiones y diferencias que tuvieron como coletazo su no convocatoria con la tricolor para la Copa América y posterior eliminación del mundial de Catar. No si antes firmar un escándalo al entrar al camerino en el Metropolitano de Barranquilla, tras perder 1-0 con Perú.
Su última estación fue Grecia. Completo cuatro equipos en tres años. Llego en septiembre del año pasado. Descolló por momentos. Pero volvió a las mismas y este jueves prácticamente fue despedido.
Su futuro es incierto. Hinchas de Everton, Porto y Banfield lo piden.
Su talento se desperdicia. Son los autogoles y peleas de James Rodríguez en el ocaso de su exitosa carrera futbolística.
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