El primero de diciembre de 2019, el fútbol profesional colombiano dio un giro tecnológico sin precedentes y se puso al nivel de las ligas más importantes del mundo. Ese día, Junior enfrentó en Barranquilla al América de Cali, en el partido de ida de la final del segundo rentado de ese año. Desde entonces, el Video Assistant Referee, VAR, se convirtió en el principal apoyo a los árbitros en decisiones que han vuelto infalible la aplicación de las normas en el deporte más popular en el mundo.
Un hecho histórico al que antecedió la invitación a presentar una oferta que hizo la División Mayor del Fútbol Profesional Colombiano a varios oferentes. De allí se seleccionó a la multinacional Mediapro. Una adjudicación que fue avalada y ratificada por la Asamblea de Clubes de la Dimayor. Más allá de las jugadas polémicas y los goles, poner en marcha el sistema requirió una millonaria inversión de la entidad y de la compañía que presta el servicio.
Mediapro es una de las empresas homologadas a nivel mundial por entidades como la FIFA e International Board, IFAB, encargadas de certificar el cumplimiento de los parámetros establecidos para la prestación del servicio del VAR. Se trata del grupo audiovisual más importante de Europa y uno de los principales en el mundo. Tiene presencia en 36 países en cuatro continentes. Proporciona soluciones técnicas para crear y transmitir productos audiovisuales.
El proceso mediante el cual llegó el VAR a Colombia se configuró en dos etapas. Una de preparación técnica operativa y otra de preparación arbitral. En cuanto a la preparación técnica operativa Mediapro dispone en cada partido entre ocho y trece cámaras desplegadas alrededor del campo de juego y un preparativo previo de 12 horas para temas de cableado e instalación de equipos.
De manera simultánea también fueron capacitados los árbitros en el país. Un proceso que se fundamenta en los protocolos establecidos por la FIFA. No sólo en los aspectos reglamentarios que de hecho ya conocían sino en su confluencia con las herramientas tecnológicas que el sistema ofrece.
Las intimidades tecnológicas de VAR son como la fórmula de las gaseosas, se guardan con sigilo, no obstante, la Agencia de Periodismo Investigativo API, evidenció cual es el esquema que se utiliza para garantizar la certeza en las decisiones de los jueces y propiciar el juego limpio en los encuentros del fútbol profesional colombiano.
Entra en funcionamiento en cuatro jugadas específicas de cada encuentro. Situaciones de gol, es decir, determina si es válido o no, si el balón cruzó por completo la línea, sino hubo fuera de lugar o si existió una falta previa.
En cuanto a los penaltis, revisa la jugada previa, determina si hubo falta y si fue fuera o dentro del área.
Frente a las expulsiones o tarjeta roja, el VAR analiza la decisión del juez central y determina si esta puede evitarse. Y otro aspecto poco conocido, sirve para identificar errores de identidad, lo cual evita que un jugador sea expulsado por error.
Un sofisticado sistema tecnológico que se compone al interior del Video Operation Room, VOR, los árbitros de VAR y el Assistant of Var, AVAR. Estos cuentan con dos monitores cada uno, un sistema de intercomunicación y dos pulsadores identificados como botones de color rojo y verde.
Estos botones son exclusivamente para el uso del VAR y AVAR y permiten, en el caso del botón rojo, hacer una marca durante el juego, es decir, que el operador de Replay Operator, RO, pueda buscar dicha impronta para una posible revisión de jugada.
De hecho, al realizarla se pueden ver todas las tomas de cada una de las cámaras en el mismo punto marcado. Por su parte, el botón verde se pulsa solamente cuando se quiere tener comunicación desde el VOR con los árbitros en campo.
Un detallado despliegue que tras jugadores, balón y campo de juego detalla lo que sucede segundo a segundo en un partido de fútbol. Para ello también, la empresa encargada del VAR, cuenta actualmente con seis unidades móviles o vehículos, equipados con tecnología de punta.
Estas unidades móviles importadas desde Europa y homologadas bajo la legislación colombiana cuentan con motor Euro VI de baja contaminación y alta eficiencia en sus motores y se denominan VOR o espacio donde se encuentra alojado el VAR.
Al respecto, Juan Fernando Oviedo, director técnico de Mediapro, señaló “el corazón de la operación lo llevan los equipos que graban las señales de cada una de las cámaras ubicadas en campo, estos son los servidores de video. Pueden recibir simultáneamente hasta ocho cámaras y en cada uno de los VOR tiene instalados inicialmente tres de ellos, lo que significa que pueden grabar hasta 24 señales simultáneas”.
Los vehículos en su interior cuentan con 12 monitores, cuatro de ellos touch y tienen capacidad para cinco personas, pero por temas de bioseguridad debido a la pandemia del Covid-19 solo tres están permitidos; el RO, el VAR y el AVAR quienes se encargan durante los encuentros del uso de la herramienta tecnológica.
Estructuralmente los vehículos poseen un panel de conexiones para todas las señales que entran o salen de la VOR. Cuentan con respaldo de energía, aire acondicionado y muebles técnicos para equipos y para la operación, el peso completo de la unidad llega a los 4.000 kg.
Un respaldo computacional, en donde las VOR cuentan en su interior con una cámara y un micrófono que registran toda la actividad durante los 90 minutos de juego.
Una vez terminado cada partido, los árbitros dentro de la VOR, determinan cuales jugadas deben ser guardadas y exportadas como clips para entrega a la Dimayor. Normalmente son los goles, las tarjetas rojas, y otras jugadas que para los jueces sean significativas y hubiesen revisado durante el juego.
El VAR completa su mes quince de operación en Colombia como implacable juez tecnológico de los partidos del fútbol profesional colombiano. Hace parte de una alianza entre directivos, árbitros y tecnología para impedir errores que en la historia del balompié representaron títulos poco claros, errores no señalados, eliminaciones, clubes y jugadores con afectaciones económicas y ausencia de gloria. Y claro, millones de aficionados inconformes.
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