Por: Lucas Cardona Camargo
“Uno como jugador si merece una jubilación. Después de tantos años como deportista en varios clubes y representando a Colombia desde 1981 hasta 1994, si merecemos algo por todo lo que hicimos”. Son palabras de Gabriel Jaime “Barrabás” Gómez para significar que, como otros ex jugadores profesionales de fútbol, se acerca a la edad de la pensión, y está peleando por lo que le corresponde.
Prefiere no hablar del tema, pero el 11 de abril de 2019, fue admitida en un juzgado laboral de Medellín su demanda contra cinco clubes profesionales y un fondo de pensiones. Busca justicia aunque tarde en llegar y expresa que es un tema que el Estado debería revisar.
Dice que guarda cariño y buenos recuerdos por todos los equipos por los que pasó, y que a todos agradece por los momentos vividos, pero que no es justo para su vida como deportista no poder pensionarse.
Admite que hubo errores de directivos de otras épocas, porque “nosotros aportábamos, los clubes nos descontaban y ellos no hacían los pagos para pensión”, pero que los cambios de razón social de esas instituciones no puede ser justificación para que ahora los ex futbolistas no tengan cómo pensionarse.
A escasos meses de llegar a la edad requerida por el Estado para acceder a ese derecho, como otros colegas suyos, no tuvo otra opción que una demanda.
Nacido en Medellín en diciembre de 1959, Gabriel Jaime Gómez, cuenta que se crió en el Atanasio Girardot de Medellín porque vivía a una cuadra del estadio y su papá, Hernán Gómez, no solo era director nacional de ventas de Noel sino activo hombre del fútbol.
En su casa se hacían asados con los futbolistas de Nacional y Medellín, y desde los ocho años empezó a oficiar como recogepelotas. Junto al periodista Guillermo Hinestroza, su padre fue también promotor del torneo infantil Pony Fútbol en la capital antioqueña, y en ese escenario también participó “Barrabás”, apodo que le puso su abuelo por su personalidad de rebusque.
A los 18 años llegó al Atlético Nacional, cuando el maestro Osvaldo Juan Zubeldía ya estaba a cargo del primer equipo. En esos tiempos se jugaba el torneo de reservas, y Gabriel Jaime Gómez tuvo la oportunidad de intervenir en el plantel verdolaga.
En 1981 lo convocaron a una selección Colombia que jugó el reconocido torneo para futuras joyas del fútbol en Toulon (Francia). Todavía jugaba de delantero, pero poco a poco se fue corriendo hacia atrás hasta quedar de volante. Después de Zubeldía, recuerda especialmente a otro maestro del fútbol, pero uruguayo, Luis Cubillas. De quien dice que tenía conceptos de técnica muy avanzados para la época.
Después, en 1986 pasó a Millonarios donde salió campeón con el equipo de Luis “El Chiqui” García . Después regresó a Antioquia para militar con el Medellín, e hizo parte del exitoso ciclo de la selección Colombia de Francisco Maturana y su hermano Hernán “Bolillo” Gómez, que jugó el mundial de Italia 1990.
Ese mismo año defendió los colores del Atlético Tachira de Venezuela, pero volvió en 1991 para cerrar su carrera donde la empezó, en el Atlético Nacional, donde fue campeón en las temporadas de 1991 y 1994. Este último año también participó en la selección que jugó el mundial de Estados Unidos, al término del cual puso fin a su carrera como futbolista.
El escándalo de la eliminación de Colombia en Estados Unidos, en medio de rumores de amenazas y el asesinato de Andrés Escobar en Colombia, aceleraron el retiro de “Barrabás” Gómez de las canchas.
Entonces empezó su carrera como técnico. Primero en el Envigado donde vio el despuntar de jugadores como “Mao” Molina, Juan Carlos Ramírez, el “Panzer” Carvajal o “Jeringa” Guzmán. Después en Nacional entre 1997 y 1998, en el recambio de jugadores; y desde entonces y a lo largo de los años en varios equipos profesionales. Unión Magdalena, Deportivo Quito, Atlético Bucaramanga, Caracas FC y Atlético Nacional.
Entre 2013 y 2014 estuvo a cargo de las divisiones menores de Atlético Nacional y de esa camada surgieron jugadores que triunfaron en la liga colombiana y en la Copa Libertadores de 2016. Su último equipo como técnico fue Jaguares de Córdoba que dirigió en 2014.
No ha vuelto a la conducción técnica pero se sigue preparando y de hecho comenta que todos los lunes durante tres horas intercambia información y saberes con Francisco Maturana, Orlando Restrepo, Carlos “Piscis” Restrepo, Pedro Sarmiento y Javier Álvarez, “unos 30 técnicos antioqueños que nos seguimos actualizando sobre la evolución del fútbol”.
“Yo si quiero volver a dirigir, porque además los técnicos antioqueños tenemos condiciones y personalidad para hacerlo”, resalta “Barrabás” Gómez, que durante los últimos diez años también estuvo dedicado a sus gimnasios Vibrafitness en Medellín.
“Eso también tuvo su momento, ahora estoy dedicado cien por ciento a seguirme capacitando en fútbol”. Como los juzgados están cerrados, sabe también que su proceso debe esperar, pero por ahora, Medellín, Nacional, Magdalena, Envigado y Millonarios conocen de su reclamo. “Cuando uno va llegando a viejo, no necesita mucho: dos jeans, dos camisas y una pensión. Esta última es la que ahora busco porque es lo correcto”.
“Barrabás” Gómez recalca que ahora le tocó a él, pero que no es el único ex jugador de fútbol que está en dificultades para acceder a una pensión. “Yo he hablado con varios compañeros de la época y están en las mismas”, buscando que la justicia les reconozca lo que ellos le dieron al fútbol.
La generación que graduó al fútbol colombiano en el plano internacional, la que llevó a Colombia a los mundiales de Italia 1990 y Estados Unidos 1994, comienza a trajinar o está llegando a los 60 años de vida. Los tiempos en que se resuelve también el dilema de las pensiones, donde se debería reconocer a los deportistas que hicieron vibrar a Colombia.