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Cae alias May, segundo cabecilla de las disidencias de las FARC en el Huila
El líder criminal fue abatido junto a otros cuatro integrantes de la estructura Ismael Ruiz durante una operación de la Policía Nacional en zona rural de Neiva.

En una operación realizada en el corregimiento de Chapinero, en zona rural de Neiva (Huila), la Policía Nacional dio de baja a Freddy Galeano, alias May, señalado como el segundo al mando de la estructura criminal Ismael Ruiz, una de las disidencias de las FARC. Junto a él, fueron neutralizados otros cuatro integrantes del grupo armado ilegal.
Alias May era considerado uno de los principales responsables de acciones violentas en el sur del Tolima y el norte del Huila. Según las autoridades, estaba implicado en homicidios selectivos contra líderes sociales y firmantes del acuerdo de paz, además de liderar una red de extorsiones que afectaba a sectores como la minería, la agricultura y el comercio.
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El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, calificó la operación como un golpe contundente contra las disidencias, destacando que la estructura Ismael Ruiz venía sembrando el terror en la región. A través de sus redes sociales, confirmó que alias May era hombre de confianza de alias Libardo González, cabecilla principal de esa facción.
Durante el operativo, se incautaron cuatro fusiles M4, un revólver, 24 proveedores y material logístico, debilitando la capacidad armamentística del grupo ilegal. Las autoridades señalaron que la operación fue posible gracias al trabajo de inteligencia adelantado en la zona.
El general Carlos Fernando Triana, director de la Policía Nacional, aseguró que esta acción representa un avance clave para mejorar la seguridad en los departamentos de Tolima y Huila, históricamente golpeados por la violencia de estructuras armadas ilegales.
Alias May también era investigado por su presunta participación en el ataque ocurrido en 2022 contra una patrulla de la Policía Nacional en el corregimiento de San Luis, Neiva, donde fueron asesinados siete uniformados. Este hecho marcó un punto de quiebre en la escalada de violencia en la región.
La operación en Chapinero representa no solo un debilitamiento para la estructura Ismael Ruiz, sino también una señal de las autoridades de que no cesarán los esfuerzos por recuperar la tranquilidad en las zonas más afectadas por la criminalidad.
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