John Poulos, capturado por feminicidio de Dj Valentina Trespalacios, casado con tres hijos y pidió dinero

Un día después que John Poulos, el ciudadano norteamericano capturado en Panamá, como presunto responsable del feminicidio de la Dj Valentina Trespalacios, se empiezan a conocer detalles desconocidos de su vida que revelan su compleja personalidad y doble vida. 

El más reciente antecedente personal y familiar conocido, es que durante varios años estuvo casado en Estados Unidos y que fruto de esa relación tiene tres hijos.

A ello se suma que uno de los menores de edad padeció cáncer, y por ello su esposa Ashley, tomó la decisión de recaudar donaciones a través de la página especializada Gofundme.

Esto sucedió el 13 de agosto de 2016, cuando el entonces padre de familia no conocía a la Dj Valentina Trespalacios, quien para ese momento era menor de edad, tenía 16 años, apenas terminaba sus estudios de secundaria y despuntaba en actividades musicales.

Producto de la ayuda pública, Poulos y su familia recibieron 497 donaciones por un valor de US$59.577 a pesos colombianos de la época, un poco más de $200 millones. 

Una tragedia médica que cambió la vida de la familia. "Jackson nuestro valiente hijo de cuatro años tenía un dolor de estómago que simplemente no desaparecía, lo llevamos al médico y nos dijeron que lo vigiláramos, que posiblemente se trataba de un virus", describió esposa de Poulos, al momento de pedir dinero al público.

Dos días después, regresaron al médico porque el estómago del menor se estaba inflamando de manera significativa. Entonces tras revisarlo, el pediatra lo remitió por urgencias al Childrens Hospital.

Allí, el propio John Poulos, trasladó a su pequeño hijo Jackson, mientras su esposa Ashley administradora de la página de donaciones, transportaba a sus dos pequeñas hijas a casa. 

La esposa del presunto feminicida de Valentina Trespalacios, relató en su momento que de repente sonó su teléfono y era John. Esperaba escuchar que se trataba de algún parásito o un virus de difícil manejo, pero el tono de voz era estremecedor. Sin decir más, le manifestó, "creen que esto es cáncer".

La mujer se desgonzó. Aseguró que su corazón se rompió en 1000 pedazos. ¿Cómo podría nuestro bebé estar enfrentando esto? se preguntó. 

Las horas siguientes fueron de incertidumbre. Sin saberlo, se anticipaba un infierno. La pareja de esposos pasaron mucho tiempo mirándose y observando al pequeño con total incredulidad del diagnóstico. 

Una semana después de análisis, scaner y varias pruebas les aseguraron, según la historia clínica, que el menor padecía rabdomiosarcoma en el abdomen en etapa cuatro, es decir, muy avanzado.

Según los facultativos, un tipo de cáncer muy extraño con 350 diagnósticos anuales en los Estados Unidos. 

Jackson, el pequeño de cuatro años, según afirmó su madre, pasó semanas en ese hospital luchando por su vida. Tres cirugías y múltiples pinchazos, sin entender lo que le sucedía. 

"Jackson ha sido un gran luchador ahora y estamos seguros de que ganará esta batalla. Sabemos que Dios tiene un plan aunque aún no entendemos cuál es. Confiamos en que él nos ayudará a superar esto", indicó la madre de menor.

Ella también relató que sus otras dos hijas, hoy mayores de edad, se quedaban en casa, gracias al apoyo de familiares y amigos que ayudaron a la familia Poule.

En este contexto,  con su hijo en cama, una cuenta que crecía de manera exponencial, unos amigos que hicieron hasta lo imposible por colaborar y muchos donantes anónimos que se conmovieron con las historia, Ashley y John Poulos, no aguantaron más y tuvieron que ratificar su necesidad de pedir apoyo del público para que la madre se dedicara exclusivamente al menor, mientras que el padre quedaba como único proveedor de los gastos crecientes.

Con otro detalle, y es que describieron en qué se gastarían las donaciones. Necesitaban contratar una niñera para cuidar a sus dos hijas, cubrir los gastos de viaje, pues estaban buscando a los mejores especialistas para ese tipo de cáncer. Y adicionalmente, requerían hacer varias pruebas genómicas extremadamente costosas.

Además de las donaciones, la pareja solicitó a todos enviarle cartas a su pequeño Jackson, relacionadas con su película favorita Star Wars, "John y yo, así como los niños, estamos muy agradecidos por todas las oraciones, tarjetas y voces de aliento. Si puede y siente que quiere contribuir financieramente, estaríamos muy agradecidos por cualquier ayuda, para hacer de este viaje horrendo un poco más fácil", escribió la madre Ashley, al pedir dinero.

El 24 de agosto de 2017, la progenitora actualizó lo que ocurría con su familia y con su pequeño. Aseguró que ese día Jackson había recibido la última quimioterapia y que por fin saldría del hospital. Además anunció que los próximos exámenes serían en octubre, momento en el que conocería si la familia le había ganado la batalla al cáncer. 

Cuatro días después fue la última vez que se dirigió a los donantes, Ashley aseguró que el pequeño tuvo que ser remitido al hospital por presentar fiebre, y dolor abdominal.

Los resultados de los exámenes y de pruebas de laboratorio indicaron que el pequeño tenía hemoglobina y plaquetas bajas, pero indicó que con suerte podrían regresar a casa pronto. Tras este hecho no volvieron a aparecer públicamente.  

Pasó el tiempo, realmente no mucho. Mientras tanto John se dedicó a filtrear por redes sociales. Allí, a través de Tinder, identificó a una agraciada y joven mujer. Era Valentina Trespalacios. 

Desde comienzos de 2020 empezaron los contactos. No se sabe si la joven Dj sabía de los antecedentes personales y familiares del estadounidense John Poulos.

Todo se consolidó el año pasado. Una relación que duró casi un año. Hasta este fin de semana que concluyó con el feminicidio y la captura del estadounidense en Panamá. Un enigmático hombre que ahora responde ante la justicia por el asesinato de su pareja, una humilde y emprendedora Dj que solo quería salir adelante.

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