Cuarenta y dos años después la tragedia se repitió. Esta vez a 920 kilómetros de distancia. El 20 de enero de 1980, cerca de 500 personas murieron y un millar resultaron heridas por el colapso de los 9.167 metros cuadrados de la plaza Hermógenes Cumplido de Sincelejo, en medio de unas corralejas que terminaron siendo las más sangrientas de la historia y que enlutaron el país.
A pesar de que solo en ocho países se desarrollan ese tipo de actividades y que la Corte Constitucional mediante sentencia C-666 de 2010 determinó que estas solo son viables en municipios de comprobada tradición, el pasado 26 de junio se realizaron en El Espinal, Tolima un municipio de 76.000 habitantes de gran tradición gastronómica pero poca taurina.
El resultado fue una tragedia. Cuatro muertos, entre ellos, un pequeño de tres años y 368 heridos, 14 de los cuales eran mujeres embarazadas. Esto producto de la caída de los palcos 34 y 35 de los 44 que se instalaron en la plaza de toros Gilberto Charry.
Aunque el colapso de los improvisados palcos elaborados en guadua, fue noticia mundial, el alcalde de El Espinal, Juan Carlos Tamayo Salas, no suspendió las ferias y fiestas de San Pedro y San Juan. Estas iniciaron el viernes 24 de junio y finalizarán el próximo lunes 4 de julio con la elección y coronación de la Reina Nacional del San Pedro.
La razón para continuar la celebración, a pesar de lo ocurrido y de la alerta roja hospitalaria, fue un contrato por $3.000 millones uno de los más onerosos que ha firmado la administración en el último tiempo.
Para este fin, el pasado 25 de abril, la administración municipal publicó el aviso de licitación para contratar los servicios técnicos, artísticos, logísticos y administrativos para el desarrollo y realización de los eventos y espacios culturales, "en el marco del festival de San Pedro, festival del Retorno y día de la lechona en el municipio de El Espinal".
El interesado debía encargarse de absolutamente todo. Debía proveer el equipo de transmisión de audio y video a través de la red social Facebook del San Pedrito Infantil, equipo de amplificación y proyección audiovisual, decoración del escenario, hidratación, el vestuario, el calzado y los accesorios de las candidatas al reinado municipal de San Pedro en la población tolimense.
En los pliegos también se estipuló que el contratista debía proveer la banda papayera, el apoyo logístico, el acarreo de un vehículo modelo 2018 en adelante y la entrega de los incentivos a las candidatas y sus parejas de baile.
Esta vez la administración municipal no pasó por alto el más mínimo detalle. Solicitó un maestro de ceremonias con una experiencia mínima de seis horas en este tipo de eventos, también las coronas elaboradas en metal y diamantes de imitación de 5x3 y 2x4 milímetros con apliques tornasolados y gemas de imitación.
La tarima de 10 módulos, tres jurados con experiencia certificada en este tipo de eventos, el hospedaje, el transporte de los mismos así como la alimentación que se estipuló debía incluir tamal, también quedó acordado.
En materia religiosa también se incluyó la eucaristía y ofrenda floral. Además los vestidos de las candidatas en guipur italiano de colores suaves en 3D, mangas tres cuartos y zapatos de 12 centímetros de tacón.
De igual forma, un instructor de etiqueta y glamour, un instructor de pasarela, un instructor de fogueo periodístico, afiches. Plegables, pendones, pasacalles, un comercial, 10 cuñas radiales, 10 cuñas audiovisuales y show room en Bogotá, estudio fotográfico.
En la licitación también se contempló la decoración de 11 carrozas, los tiquetes aéreos para 10 participantes al Reinado Nacional del San Pedro, el cóctel de bienvenida, transporte terrestre, chalupas, adecuaciones eléctricas y hasta los juegos pirotécnicos.
Una convocatoria contractual que incluyó el suministro de 500 sombreros tolimenses, 500 ponchos, 500 raboegallos, 12 estilistas con experiencia en reinados, premios de un $1.000.000, $800.000 y $500.000al ganador del primero, segundo y tercer puesto del concurso del mejor tamal.
Con un anexo técnico de 92 páginas, el único interesado para ejecutar todo lo solicitado, aunque paradójicamente no se incluyó el desarrollo de las corralejas fue la Corporación de Ferias y Fiestas y Tradiciones Populares, Corpoguamo, curiosamente una entidad sin ánimo de lucro constituida en mayo de 2010 y con un activo de alrededor de $2.000 millones.
El objeto general de esta entidad sin ánimo de lucro es propender el desarrollo integral de la industria y cultura en todo el territorio nacional. El representante legal es José Vicente Rodríguez Arciniegas.
Curiosamente, los organismos de control indagan a otro alcalde del Tolima, Rafael Monroy, primer mandatario del Guamo pues en plena pandemia le adjudicó un contrato por $65 millones a esta empresa realizadora de ferias y fiestas, no para realizar ninguna festividad si no para adquirir insumos para familias vulnerables. Lo paradójico del asunto es que Rodríguez Arciniegas aportó a la campaña del mandatario $20 millones.
Por estos hechos la Contraloría del Tolima realizó una observación administrativa con incidencia disciplinaria y penal por trasgredir presuntamente la prohibición de la ley 80 conocida como de contratación y que prohíbe contratar a quienes hubieran financiado campañas cuyos aportes sean superiores al 2% de la inversión.
Y es que tanto en el Registro Único de Proponentes como en la experiencia general y específica, la Corporación acreditó cuatro contratos con la alcaldía de Guamo, otro en La Dorada, Caldas y uno más en Natagaima, Tolima.
Pero su experticio no solo se limitó al suministro de bienes y servicios para el desarrollo de las festividades sanpedrinas, pues también se hizo cargo de proveer los artistas.
Espero que todas las personas afectadas por el derrumbe de la plaza de El Espinal puedan salir airosas de sus heridas.
— Gustavo Petro (@petrogustavo) June 26, 2022
Esto ya había sucedido antes en Sincelejo.
Le solicito a las alcaldías no autorizar más espectáculos con la muerte de personas o animales. pic.twitter.com/dMAq6uqlKX
Orquesta Alquimia con un valor de $15 millones, Banda Brava $7.5 millones, Andrés Mendoza y su Grupo Norteño $5 millones, Orquesta Matecaña $17.5 millones, La Tropa Orquesta $10 millones, Jeison Jiménez $100 millones, Eddy Herrera $150 millones, Karen Lizarazo $59 millones y los DJ Mario Andretti $10 millones y Natalia Paris por $40 millones.
En el grupo de artistas también se le pagó a Dinkol Arroyo $20 millones, Rafael María Díaz $15 millones, Andy Rivera $70 millones, Checo Acosta $40 millones, Alci Acosta $20 millones, Boni Cepeda $70 millones, Sergio Vargas $150 millones, Felipe Peláez $70 millones, Luis Felipe González $20 millones. Un total de $1.335 millones en presentaciones de cantantes y agrupaciones musicales.
Es uno de los contratos más onerosos que se ha adjudicado en la administración del actual alcalde, luego de la construcción de una cancha de fútbol de grama natural en la unidad deportiva del municipio por $3.866 millones y el convenio interadministrativo con la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de la población para la construcción de la primera fase del colector de alcantarillado del sector sur del casco urbano por $4.055 millones.
Incluso, el contrato de las ferias es más cuantioso que la construcción del skate park, zonas de acceso y zonas peatonales de la unidad deportiva del municipio por $2.364 millones.
También existen dudas de si las pólizas cubrirán en monto y amparo lo sucedido el pasado domingo por una presunta negligencia y omisión en el lugar, el tipo de actividad y la falta de control de la misma, es decir, una falla en el servicio inherente a la administración.
Al respecto, el alcalde del Espinal Juan Carlos Tamayo Salas ha defendido en público y en privado la transparencia de sus actuaciones y la realización de las actividades festivas, así como José Vicente Rodríguez Arciniegas, frente a lo contratado con la administración local.
La plaza Gilberto Charry que realmente no existe pues es una construcción temporal e improvisada que lleva el nombre de un antiguo torero que murió de Covid-19 a los 73 años, el pasado 22 de febrero de 2021, Gilberto Charry Montealegre.
Alejado de la tauromaquia se radicó en Estados Unidos y se convirtió al cristianísimo, fue considerado uno de los personajes más ilustres del Espinal pues compartió plaza con Sebastián Palomo Linares y César Girón.
Sin embargo, la población no cumpliría según los expertos con lo estipulado por la Corte Constitucional para realizar este tipo de eventos que cada vez son más cuestionados por el nivel de violencia.
Tras el colapso y el caos, la multitud mató a golpes y a puñaladas al toro que durante varios minutos fue fustigado con patadas y puños a pesar de que incluso tenía una extremidad fracturada.
El presidente electo Gustavo Petro le pidió a los alcaldes del país no autorizar ni realizar este tipo de espectáculos en el que las personas y los animales resultan gravemente lesionados.
Congresistas anunciaron proyectos de ley que prohibirán este tipo de actividades taurinas. La Procuraduría anunció la apertura de una investigación disciplinaria por estos hechos y la Fiscalía avanza en la indagación. A pesar del luto y la tragedia de muchas familias el alcalde continuó con las ferias y fiestas.
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