Por: API
Cinco meses después de que la Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá, aumentara la condena a 58 años de prisión a Rafael Uribe Noguera y le impusiera una multa de 1.633 salarios mínimos mensuales, por los delitos de acceso carnal, secuestro y feminicidio de la niña Yuliana Samboní, la constructora Lascaux SAS que construyó el edificio Equus 66 donde se cometió el crimen entró en liquidación.
La decisión por mutuo acuerdo de los socios no solo puso punto final a ocho años de trabajo y de obras si no con ella, también se sepultó la posibilidad de reparar económicamente a la familia Samboní y de pagar la multa al Estado de alrededor de $1.600 millones.
Registros públicos evidencian que el arquitecto Rafael Uribe Noguera no tiene bienes a su nombre. No obstante, el apartamento, escenario del crimen, que fue propiedad de su hermano Francisco Uribe Noguera y Luis Alfredo Barragán Arango, a través de la liquidada constructora Lascaux, fue vendido el mes pasado. Un negocio por el que Diana Constanza Reyes Forigua y Jhon Fredy Vega sus nuevos propietarios pagaron $740 millones.
Yuliana Samboni era una niña de siete años que meses atrás de su asesinato había atravesado el país de la mano de su familia desde El Tambo, Cauca, hasta el barrio Bosque Calderón en el filo de la Avenida Circunvalar en Bogotá, en donde se radicaron en busca de mejores oportunidades. Sin embargo, fue secuestrada por Rafael Uribe Noguera, en la mañana del 4 de diciembre de 2016 y posteriormente trasladada hasta el apartamento 603 del edificio Equus 66, donde fue ultrajada y asesinada por Noguera.
Tras el crimen se evidencia otra historia. En marzo de 2015, el propio Rafael Uribe Noguera firmó los planos de su más reciente proyecto, el edificio Equus 64. Apenas dos meses después, la Curadora Urbana 4 en el marco de la licencia de construcción 13-4-0443 del 14 de mayo de 2013 avaló su diseño.
Se trataba de un edificio de 43 apartamentos ubicado en dos lotes que se englobaron, cada uno de 252 metros cuadrados, ubicados en la calle 64 con carrera primera y números 97 y 85, respectivamente. Con la obra, la familia Uribe Noguera hacía realidad su sueño de trabajar juntos.
Con un antecedente. El 24 de noviembre de 2010, mediante documento privado, nació la empresa Lascaux Construcciones SAS. encaminada a realizar trabajos de demolición y preparación de terrenos, construcción de edificios para uso residencial, así como obras civiles, reparaciones y mejoras. Una compañía que fue constituida con un capital de $40 millones.
Paradójicamente, los socios no eran arquitectos, sino profesionales del derecho. Los abogados de la firma Brigard Urrutia, Francisco José Uribe Noguera y Luis Alfredo Barragán Arango constituyeron la sociedad cada uno con una participación del 50% y un aporte de $20 millones. De hecho, el domicilio principal de la empresa se fijó en la calle 70 a # 4-41, dirección que corresponde a la firma de abogados Brigard & Urrutia.
Pero Francisco, el hermano mayor de los Uribe Noguera no suscribió el acto de constitución de su empresa. Ese mismo día le otorgó poder a su madre, María Isabel Noguera de Uribe, de profesión arquitecta, para que se encargara de todo el trámite de constitución de la compañía y de paso para que fuera la gerente general de la firma que le cambió la vida a los Uribe Noguera.
Así arrancó Lascaux SAS, con un promisorio futuro en la construcción, gracias al talento de los dos arquitectos de la familia; María Isabel Noguera y su hijo Rafael Uribe Noguera. Y por supuesto, con el músculo económico y el conocimiento en derecho de Francisco Uribe Noguera. El éxito fue casi inmediato, tres años después los estados financieros de la empresa reportaban un activo de $2.230 millones y para el año 2014 ya era de $5.252 millones.
Con estos números a favor la constructora dimensionó una nueva obra, la construcción de un edificio de 43 apartamentos en Chapinero Alto. Para esto, adquirieron dos lotes conjuntos a fin de demoler las casas, en los cuales los socios de Lascaux tenían participación. Se trata de los lotes 23 y 24, ubicados en la calle 63 a # 1 a-85 y 97 respectivamente. El primero de 252.5 metros cuadrados y el segundo de 253.97.
El lote número 23 de propiedad de Gabriela y José Antonio Barragán Sotomayor y de Francisco Uribe Noguera y el número 24 perteneciente a Luis Alfredo Barragán Arango, Gabriela Barragán Sotomayor y Francisco Uribe Noguera. Con un terreno de 595.02 metros cuadrados, procedieron al englobe y al trámite de la licencia de construcción que lograron sin mayores inconvenientes.
Con los planos y el diseño de Rafael Uribe Noguera, la gerencia y la construcción de María Isabel Noguera de Uribe, madre de Francisco, Catalina y Rafael y bajo el nombre de la Constructora Lascaux de propiedad en un 50% de Francisco Uribe Noguera se construyeron los edificios Equus 64 y Equus 66 y los apartamentos se vendieron como pan caliente.
Un panorama inmejorable. La madre de la familia manejando los negocios de construcción. Su hijo Francisco reconocido en su trabajo en uno de los bufetes de abogados de mayor prestigio del país. Su hermana Catalina en actividades profesionales junto a su esposo y Rafael diseñando proyectos de construcción pero con problemas de drogas y alcohol.
Sin embargo, todo cambió. El crimen de la pequeña Yuliana generó la captura y la condena a 58 años de prisión de Rafael Uribe Noguera y la acusación de la Fiscalía en contra de Catalina y Francisco Uribe Noguera por los delitos de encubrimiento por favorecimiento y ocultamiento, alteración o destrucción de elemento material probatorio. El juez 46 penal del circuito, en primera instancia, los absolvió pero el ente acusador impugnó y ahora el caso quedó en manos del Tribunal Superior de Bogotá.
Sin embargo, el apartamento 603 con un área de 104 metros cuadrados, desde la constitución del reglamento de propiedad horizontal, elevado a escritura pública el 3 de noviembre de 2015, es decir, desde que nació a la vida jurídica como inmueble, ha estado a nombre de la firma constructora de Francisco Uribe Noguera, Lascaux Construcciones SAS. Este fue el primer inmueble donde según el escrito de acusación de la Fiscalía, Rafael Uribe, intentó llevar a la niña.
El 30 de noviembre de 2017 se remitió el proceso original en contra de Rafael Uribe Noguera al juzgado 35 penal de conocimiento para que se iniciara el incidente de reparación integral de la víctima. Es decir, para que se indemnizara económicamente a la familia de Yuliana Samboní.
La ley 906 de 2004 en su artículo 102, establece que el juez que profirió condena debe convocar dentro de los ocho días siguientes, después de que quede en firme una sentencia a la audiencia pública para la indemnización de los daños por parte de quien perpetró la conducta criminal.
No obstante, esta figura jurídica no se materializó porque el fiscal y el procurador del caso no lo hicieron. La ley establece que si 30 días después de haber quedado en firme una condena, no se inicia el incidente de reparación integral, esta caducará, es decir, ya no será posible llevarla a cabo. En concreto, el 2 de diciembre de 2017 finalizó el término para que la familia Samboní fuera reparada por Rafael Uribe Noguera frente al crimen que cometió.
Con otro detalle. El 27 de abril de 2018, se suscribió el acta número 45 de la Asamblea de Accionistas de Lascaux Construcciones SAS. En esta ya no aparecen como accionistas el abogado Francisco Uribe Noguera y su colega Luis Alfredo Barragán Arango. En cambio, se hicieron presentes la empresa Asturi SAS representada por Juanita Estrada y María Isabel Noguera de Uribe.
De hecho, la empresa Asturi SAS se constituyó el 27 de enero de 2012 y tiene un único accionista, Luis Alfredo Barragán Arango quien también funge como gerente. Actualmente la compañía tiene un activo de $6.271 millones.
Precisamente ese día, en el punto número tres del acuerdo de liquidación, determinaron que “(...) por las circunstancias conocidas, es imposible para la sociedad continuar con sus actividades, por lo que se propondrá en la presente reunión tomar la decisión de disolver y liquidar la sociedad” . En dicha asamblea determinaron aprobar los estados financieros del año 2017 y designar a Juanita Estrada como liquidadora de la empresa.
Una determinación societaria con otra particularidad. Dos meses antes de liquidar la empresa y de aprobar los estados financieros del 2017, es decir, el 9 de febrero de 2018 se registró la entrega en dación en pago de dos inmuebles, uno de ellos, el apartamento 603 del edificio Equus 64 a Asturi SAS por un valor de $488.360,000.
En cuanto al apartamento 603 del otro edificio Equus 66 y donde Rafael Uribe Noguera ejecutó el crimen contra la menor fue vendido el 8 de septiembre de 2015 por la sociedad Lascaux Construcciones SAS a la empresa Mar SAS. Un negocio en donde a su vez esta última lo vendió a Diana Constanza Reyes Forigua y John Freddy Vega por $740 millones.
En concreto, Lascaux entregó en dación en pago a Asturis SAS un inmueble 24 metros cuadrados más grande que el apartamento donde ocurrió el crimen pero $256 millones más barato.
Con otro detalle, el terreno donde se construyó el edificio Equus 66 perteneció al condenado homicida Rafael Uribe Noguera y a Luis Alfredo Barragán Arango, propietario de Asturis SAS y socio de Francisco Uribe Noguera. Con un negocio posterior, el 26 de noviembre de 2013 se lo vendieron a su vez a la misma Lascaux Constructora por $1.700 millones.
Lo evidente es que a pesar de tener un capital importante, Rafael Uribe Noguera hasta el momento en que sucedieron los hechos no tenía inmuebles a su nombre, ni siquiera la camioneta que conducía y en donde secuestró a la menor, pues esta figuraba en cabeza de la esposa de Francisco Uribe Noguera.
Aunque fue condenado a 58 años de prisión que hoy purga en el penal de máxima seguridad La Tramacúa en Valledupar, a dos meses de cumplirse tres años del crimen en contra de Yuliana Samboní, el incidente de reparación integral en favor de la familia Samboní ya caducó.
El apartamento 603 donde ocurrieron los hechos fue vendido sin ninguna limitación en la transacción por parte de las autoridades que conocieron del proceso penal, a dos personas naturales y a un precio de $738 millones. Francisco Uribe Noguera y su socio Luis Alfredo Barragán decidieron liquidar su empresa Lascaux. Pero días antes, le entregó a este último, a través de su empresa Asturis SAS, dos inmuebles en dación en pago por un valor, que según los expertos, es inferior al comercial.
En el caso del barrio Bosque Calderón ubicado en el filo de los cerros orientales y a la altura de la Avenida Circunvalar, en donde fue secuestrada Yuliana Samboní y a pocas semanas de finalizar el mandato de Enrique Peñalosa, continúa sin ser legalizado por parte de la administración distrital a pesar de las promesas que se hicieron al calor de la indignación.
Con respecto a Rafael Uribe Noguera, su más reciente petición en la cárcel La Tramacúa de Valledupar, es que le permitan el ingreso de planos para corregir y material para diseñar. Ya recibió varios beneficios de reducción de pena.
Es el nuevo capítulo de un crimen que conmovió al país. La defensa de los hermanos Uribe Noguera, en diálogo con la Agencia de Periodismo Investigativo, API, aseguró que “los Noguera ofrecieron reparación a la familia Samboni pero estos dijeron que no. Con ocasión del proceso penal todos los negocios de la familia se fueron a la quiebra, entre estos, la Constructora Lascaux”.