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En las entrañas de una petrolera anglo francesa que se asoció con paramilitares en Colombia

La macabra alianza entre autodefensas y una multinacional por el control de los hidrocarburos que recobra vigencia con decisiones trascendentes.

investigación Perenco
Por Norbey Quevedo | Créditos: Archivo particular

Tras dos décadas de la sangrienta incursión paramilitar en Colombia, la justicia continúa poniendo contra las cuerdas a sus financiadores. Ningún sector parece ajeno. En el caso de los hidrocarburos la macabra alianza no tuvo límite. Ahora se revive con una decisión contra la multinacional anglofrancesa Perenco, que tras casi cinco décadas en Colombia hizo parte a través de directivos de un capítulo de horror en el país cuyos efectos son imborrables en el conflicto.

La más reciente decisión fue comunicada el pasado lunes 9 de septiembre, pero evidencia que en el capítulo del conflicto por la financiación de grupos armados ilegales en Colombia  por parte de empresas extranjeras avanza lentamente y aún hay mucha tela de donde cortar.

En concreto, un fiscal delegado ante el Tribunal Superior de Bogotá confirmó, en segunda instancia, la resolución de acusación en contra del exgerente de distrito de la petrolera Perenco, Antenor Sarmiento Delgado; y del exsupervisor de tierras de la misma compañía, Ramiro Pinzón Suárez, como presuntos responsables del delito de concierto para delinquir agravado, conducta punible que fue declarada de lesa humanidad.

De acuerdo con la investigación liderada por un fiscal del Grupo de Compulsas de la Dirección de Justicia Transicional, los exdirectivos habrían intervenido en reuniones y acuerdos, o servido de intermediarios con integrantes del frente Héroes de San Fernando del Bloque Centauros y de las extintas Autodefensas Campesinas del Casanare.

Los contactos ilícitos se mantuvieron entre 1996 y 2005, y tendrían como propósito convenir, garantizar y asegurar un aporte mensual de la compañía, de dinero, combustible, alimentación y transporte, a cambio de un servicio de seguridad que ofrecían las estructuras armadas ilegales en los pozos de extracción de crudo.

Multinacional en la mira

La empresa Perenco no es de poca monta. Tiene negocios en 14 países de la región, entre ellos, además de Colombia, México, Brasil, Trinidad y Tobago y Guatemala, para citar algunos.

Su producción en el país, en momentos de difícil situación del sector no es nada despreciable. Según registros oficiales de la Agencia Nacional de Hidrocarburos es en promedio de 15.000 barriles diarios. 

A nivel internacional Perenco también se destaca. Su producción de petróleo se extienda a África. En concreto con exploración y explotación en Camerún y Gabón que representan unos 210.000, Barriles promedio por día, BOEPD.

Pero no solo la compañía en silencio ante los señalamientos y decisiones,  sigue en la mira de la justicia. Lo propio sucede en la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, Anla, donde fue objeto de recientes sanciones.

Resulta que la entidad expidió recientemente varios actos administrativas mediante los cuales sanciona en primera instancia a Perenco.

El primero de ellos hace referencia al manejo de los programas sociales con las comunidades. Según los archivos de la propia Anla, se trata de fallas en los reportes de reuniones, acercamientos encaminados al desarrollo de actividades en la materia durante los años 2012, 2013 y 2014. Paradójicamente en épocas pretéritas se reunían con grupos de autodefensa y en el último tiempo no reportaban a la autoridad ambiental las relaciones con los pobladores en el denominado ICA 5.

Extracción de petróleo

Una falla que se presentó en el Bloque Caño Garza, ubicado en la vereda La Soledad y Playitas del municipio de Paz de Ariporo, al igual que las veredas Pasó Real de la Soledad y San Pedro, en ambos casos, proyectos ubicados en el departamento del Casanare.

Pero los procedimientos sancionatorios van más allá. Según la Anla, y tal y como lo reportó Blomberg, Perenco en condición del Proyecto Morichal, no reportó adecuadamente el uso de aguas residuales domésticas en el marco del proyecto petrolero.

A estos hechos se suman fallas en la presentación de los soportes reportados a Corpoorinoquia con respecto a los monitoreos de los cortes de perforación.

En cuanto al aire similar situación se presentó en los informes correspondientes a los años 2018, 2019 y 2020. 

En materia ambiental, el comportamiento de la multinacional es cuestionado por la Anla. Por ejemplo, no retiró los residuos tras presentarse un derrame de crudo en los pozos LGN2, LGN3 y LGN5.

Y aunque en principio la multinacional aseguró que hizo lo correspondiente tras el incidente, posteriormente la entidad ambiental aseguró que Perenco no recuperó ni reconformó los suelos afectados, según los hallazgos de una visita que se hizo entre el 6 y 9 de julio de 2022 donde se evidenció la contaminación de los suelos, y sus correspondientes efectos ambientales. 

Origen de la alianza macabra

Y es que retornando al pasado, varios exjefes y exmiembros de las autodefensas coincidieron en diversas declaraciones ante la justicia, en que una multinacional anglofrancesa que opera en Colombia desde cerca de medio siglo financió sus actividades.
 
Todo surgió el 3 de diciembre de 1971 cuando nació en Colombia uno de los más importantes proyectos para la explotación de hidrocarburos. Proveniente de Francia. Se radicó en el país la sociedad Aquitaine Colombie S.A., que con el paso de los años se transformó en la multinacional Perenco. Una empresa dedicada a comercializar petróleo y gas natural.
 
El asunto tomó mayor relevancia frente a las autoridades el 9 de noviembre de 2011. Ese día, ante un fiscal especializado, Nelson Florentino Vargas Gordillo, exmiembro de las Autodefensas Unidas del Casanare, bajo el mando de Héctor Buitrago Parada, alias Martín Llanos, detalló una macabra alianza entre la compañía anglofrancesa y el grupo armado ilegal.

Vargas Gordillo perteneció a las autodefensas entre 2000 y 2003. Patrullaba los municipios de Villanueva, Monterrey, Tauramena, Receptor y Chámeza en el Casanare, y otros en Boyacá. 

En su declaración ante la justicia, explicó con precisión el modus operandi de la organización y relató que allí existían tres grupos encargados de diferentes funciones. Uno para hacer limpieza social, otro designado para manejar la parte política y el tercero para manejar las finanzas de la organización.
 
Al referirse a los movimientos económicos de las autodefensas, pidió especialmente al fiscal del caso iniciar investigación contra la compañía Perenco. 

Canecas y dinero 

Según Vargas Gordillo, en los años 2001 y 2002, la referida compañía colaboraba con el grupo armado ilegal comandado por Martín Llanos. “Los señores de esta empresa se encontraban con Luis Eduardo Ramírez, alías el comandante HK; ellos nos aportaban cien canecas mensuales de gasolina y aportaban en dinero de 50 a 100 millones de pesos”.

Está documentado que alias HK era uno de los miembros del estado mayor y comandante militar de las autodefensas en el Casanare. Es recordado porque en mayo de 2001 fue el autor del secuestro masivo de al menos 300 personas en los Llanos Orientales. 

Pero el 27 de diciembre de 2005 fue abatido en su misma ley por la Policía. En la declaración a la Fiscalía, Vargas Gordillo detalló que en la cárcel de Cómbita (Boyacá) estuvo recluido otro miembro de las Auc conocido como Joselito EgueLargo, quien tiene pruebas que comprometen a la compañía Perenco. 

Al final del interrogatorio señaló que la petrolera pagaba $500.000 por cada camión con crudo que escoltaran. Incluso, destacó que la empresa colaboraba con el arreglo de las vías y en una oportunidad le aportaron una camioneta a la organización en la cual transportaban remesas para la contraguerrilla. 

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“De esto tienen conocimiento algunos muchachos, pero tienen miedo de hablar por las consecuencias que nos traiga. Nosotros hemos colaborado, y esta gente financiaba la organización y tenía voz y voto”, declaró.
 
Esa no era la primera vez que miembros de las Auc  se referían a supuestos tratos con Perenco. En febrero de 2010, los propios jefes de las autodefensas declararon en audiencia ante fiscales de la Unidad de Justicia y Paz que la compañía petrolera efectivamente les pagaba por recibir protección y evitar atentados a su infraestructura por parte de la guerrilla.

Nexos con Don Mario
 
Daniel Rendón Herrera, alias Don Mario, señalado narcotraficante y quien según algunas autoridades se camufló como jefe de finanzas del bloque Centauros de las Autodefensas, también denunció los vínculos con Perenco. 

En 2002, Rendón Herrera se trasladó a los Llanos Orientales y recibió una unidad con al menos 300 hombres que dos años después, y gracias a diversas fuentes de financiación, convirtió en un ejército de 3.000 combatientes. 

Don Mario

Don Mario, capturado el 15 de abril de 2009, explicó que desde 2002, cuando se conformó el bloque Centauros, y hasta 2005, cuando las Auc tomaron la decisión de desmovilizarse, le pagaron la cuota. 

Explicó que, además de esa financiación, Perenco les entregaba combustible para sus vehículos: “Eran cerca de 30 barriles de combustible, 20 de gasolina y 10 de acpm”, y precisó que no tenía clara la identidad de los empleados de la compañía que efectuaban el procedimiento.

Jorge Pirata

Pero no sólo fueron Nelson Florentino Vargas Gordillo y alias Don Mario quienes explicaron los vínculos. En audiencia conjunta, otros miembros de alto rango de las autodefensas, como el exjefe militar Manuel de Jesús Pirabán, alias Jorge Pirata, acusado de al menos 200 asesinatos; Ramiro Alberto Hernández, alias Policía, enlace con los proveedores, encargado de la logística del bloque y quien recibía las provisiones y le certificaba a Don Mario para que autorizara los pagos, y Eiver Augusto Vigoya, alias Canguro, ratificaron su versión sobre el apoyo de Perenco.
 
Otros líos

Oleoducto

La petrolera ha padecido las secuelas propias del conflicto armado y ha mantenido un bajo perfil mediático; de hecho, su representante legal, Bernardo Franco Nieto, no quiso pronunciarse sobre el tema en su momento.

Por ejemplo, el 14 de enero de 2000, las Farc dinamitaron el Oleoducto Central del Llano, ubicado entre los municipios de Yopal y Aguazul, en el Casanare, y que transportaba cerca de 38.000 barriles diarios de crudo, desde 14 pozos operados por Perenco. 

También, a finales de ese año, la compañía debió suspender por tres meses la producción de gas por alteraciones del orden público. Y el 20 de febrero de 2002, un helicóptero de la empresa Helivalle S.A., que prestaba sus servicios a la petrolera, fue robado cerca a Yopal por guerrilleros del Eln.

Sin embargo, fue a mediados del año pasado cuando nuevamente salió a relucir el nombre de la multinacional. En concreto, el caso se refería a una supuesta adjudicación ilegal de cinco bloques para la explotación petrolera dentro de la denominada Ronda 2010, un evento anual en donde se adjudican negocios de hidrocarburos a diferentes compañías.
 
En julio se conoció que una compañía rival, Montco, habría presentado documentos fraudulentos en donde se acreditaba experiencia de explotación petrolera en Gabón (África). 

Allí salió a relucir el nombre de Perenco, ya que funcionarios de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) fueron al país africano como representantes y con el apoyo logístico de Perenco. Un asunto que meses después coincidió con la renuncia del director de la entidad para la época Armando Zamora.

Orlando Cabrales, en su momento director de la ANH, explicó que la participación de Perenco se limitó a apoyar a los funcionarios para verificar si la información dada por Montco era cierta. El caso llegó a un trámite judicial y administrativo por la revocatoria de los cinco bloques y fue puesto en conocimiento de la Fiscalía.
 
Son varios los negocios que Perenco ha tenido con el Estado colombiano. Por ejemplo, contratos de explotación vigentes con la ANH. 

El primero obtenido en la Ronda 2010 y el segundo producto de una cesión. Su mayor negocio es la explotación de pozos en asociación con Ecopetrol. 

Según registros de la ANH, han existido algunas quejas contra la petrolera anglofrancesa por pago de obligaciones tributarias o asuntos ambientales, pero no por vínculos con grupos ilegales.

En momentos en que sigue el debate en el país por la transición energética revive el caso Perenco, con la resolución de acusación de dos ex directivos y con las decisiones de la Anla. No termina el coletazo de la alianza entre paramilitares y empresas de hidrocarburos.

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