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Tradición de maltrato a viajeros colombianos en México

En los dos últimos años fueron inadmitidos 7.947 connacionales  a ese país. Gobiernos anuncian acciones conjuntas. Una relación bilateral que data del año 1831 con altibajos. Memoria a experiencias nocivas de colombianos al  ingresar al país azteca.

Por Agencia Periodismo Investigativo |

Las cifras dan la razón. Ni para ingresar a Estados Unidos, principal aspiración de los connacionales, sufren tantas dificultades. México se ratificó como el país que en el mundo que pone las mayores zancadillas a los colombianos. Mirados de reojo por las autoridades aztecas de migración; los hombres como narcotraficantes y las mujeres como prepago; son inadmitidos. El problema crece y los gobiernos prometen acciones, como lo han anunciado desde hace varios años.   

En la numerosa lista roja hay turistas, profesionales, modelos, chefs, abogados o  comerciantes, no importa su actividad. Lo evidente es que pasar los controles migratorios, en el aeropuerto Benito Juárez es casi imposible para muchos de ellos, entrar a territorio mexicano.

Este año ya son más de 900 los rechazados y en los últimos dos casi 8.000. Ahora la Canciller Claudia Blum anunció un seguimiento semanal al tema. Este martes la embajadora Patricia Cárdenas visitará el aeropuerto y revisará los sitios de migración. A su vez,  el presidente de México Andrés Manuel López Obrador, ordenó  un protocolo de atención a los colombianos. Acuerdo binacional que busca solucionar un problema de años.

No obstante, los registros de la Secretaría de Seguridad Pública de México, dan cuenta de un supuesto incremento de acciones de narcotraficantes y bandas de otros delincuentes colombianos que en las últimas semanas habrían incrementado los delitos y que obligaron a fortalecer los controles migratorios de las autoridades en ese país. 

Sin embargo, muchos compatriotas parecen pagar justos por pecadores. Casos múltiples reflejan una situación de antaño. En 2011, Natalia Méndez Sarmiento, una joven de 29 años, dio un giro a su vida. Como lo vienen haciendo muchos de su generación, dejó todo: su familia, su casa, sus actividades profesionales en diseño gráfico y cine, y se dedicó a recorrer el mundo con mochila.

Una experiencia que comenzó por Sudamérica y que tras un lustro de gratas experiencias en trece países de la región se convirtió en un humillante episodio. En 2016, por cuenta de las autoridades mexicanas, que al ver su aspecto físico le impidieron el acceso al país azteca; pusieron el rótulo de inadmitida en su pasaporte y le advirtieron que no regresara antes de seis meses.

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Natalia Méndez Sarmiento

 

El hecho pasaría desapercibido de no ser por la titánica y solitaria lucha que en ese  entonces emprendió Natalia para recibir una explicación de las autoridades mexicanas y de la Cancillería colombiana, ante el desplante.

Procedente de Bogotá, el 14 de abril, en el vuelo 2933 de Interjet, hacía las 5 a.m., Natalia llegó al aeropuerto Benito Juárez de Ciudad de México. Y comenzó lo de siempre. Mirada de arriba abajo y al detalle de los guardias de inmigración. Preguntas agresivas y desobligantes. Envío a un cuarto aislado sin posibilidad de comunicación ni alimento.

Luego, nueva revisión de documentos. Llenado de un formulario especial. Requisa y exigencia de poseer US$150 diarios. Después, despojo de algunas prendas y accesorios. Cambio de sitio con colchones en mal estado y olores putrefactos. En compañía de otra colombiana, una cubana y una africana.

Casi seis horas después de su arribo al aeropuerto y con respuestas monosilábicas, un funcionario de Migración se dignó a señalarle a Natalia: “Yo no respondo preguntas. ¿Usted viene de Bogotá? Pues para Bogotá se devuelve”. De inmediato, junto con otros tres colombianos le fueron devueltas algunas pertenencias y documentos, menos el pasaporte. Los subieron al avión de Interjet, en donde les suministraron una bolsa con un refrigerio.

Ya en Bogotá, Natalia y otros “compañeros” de viaje llegaron a una sala de puertas metálicas sin llave pero abiertas con clave, que decían “Inadmitidos”. Allí, un agente de Migración Colombia les sugirió poner la queja ante la Cancillería y la Embajada de México en Colombia.

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Migración Colombia - Aeropuerto El Dorado

 

“Este es un caso recurrente, en los últimos meses nos están llegando a diario veinte colombianos devueltos de México. Ya hay demandas interpuestas en la Embajada de México por situaciones de derechos, maltrato y devoluciones injustificadas”, aseveró un funcionario.

Las normas migratorias señalan que los ciudadanos tienen tres estatus cuando presentan problemas en otros países: deportados, expulsados o inadmitidos, este último caso cuando no pasan de los aeropuertos. Según las autoridades colombianas, preocupa que actualmente resulta más difícil para los colombianos el ingreso a México, por encima de Estados Unidos o España.

Natalia completó casi dos meses tras una explicación sobre su caso de frustrante mochileo. El Instituto Nacional de Migración de México dice que presentó inconsistencias en la entrevista de filtro. La Cancillería en Colombia le explicó en su momento que el país azteca es libre de permitir o negar el ingreso de cualquier extranjero a su territorio.

Por su parte, Arnulfo Valdivia, embajador de México en Colombia para el momento de los hechos,  respondió a la afectada: “comparto con usted que su queja ha sido enviada a diversas autoridades de nuestro país, a fin de que se tomen las medidas que eviten situaciones como la sucedida a su persona”.

En noviembre de 2012, México eliminó la visa para los colombianos, quienes desde entonces visitan ese país por turismo principalmente y por trabajo, eventos, estudio o negocios. Pero, como están las cosas y como lo refleja el caso de Natalia Méndez Sarmiento, quien quiso recorrer con mochila el país con su novio de México y todo terminó en un humillante e injustificado trato, llegar al país azteca es una aventura incierta.

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Presidentes Iván Duque y Manuel López Obrador

 

Sin embargo, con la tenacidad de siempre y la determinación de seguir su vida como viajera frecuente, repitió en seguir recorriendo el mundo. En su sitio web Cuentos de Mochila detalló como fue su vida antes y después de la pandemia. Dibujó en su mente muchos lugares. Pero en realidad disfrutó al máximo varios países de Centroamérica. Y  tras su primer rechazo para ingresar a México, insistió hasta que lo logró, por una sorpresiva invitación a escribir sobre Monterrey.

“Un mes en México con mi novio, mi hermano y dos amigos colombianos. Otra idea de última hora y arrebatada de él. 1.000 kilómetros, desierto, Día de Muertos, peyote, Guanajuato, Acapulco, Teotiguacán. Nunca volvimos a Lima. Ya se cumplió un año de la estadia en México, ya soy residente mexicana”, detalló en El Espectador.  

Suerte superior a Juan Camilo Beltrán, Andrea Valdés Ortiz, el cineasta John Chaparro o Yehimi Liseth Sánchez,  colombianos en su època maltratados y devueltos por agentes de inmigración mexicanos, sumado a los más diez mil registrados entre 2018 hasta ahora.


Una relación entre los dos países que surgió el 10 de julio de 1831. Desde entonces la cooperación multilateral tiene altibajos. De la mano del primer embajador acreditado por México en Colombia Juan de Dios Cañedo y del primero de Colombia en México, Miguel de Santamaría. Pioneros para que luego se firmaran nuevos acuerdos de ayuda como en 2015 cuando se firmó el Acuerdo de Asociación Estratégica (AAE) para fortalecer los temas de agenda bilateral.

Hoy, 190 años después del primer pacto colombo-mexicano, los connacionales siguen padeciendo los vejámenes y el estigma de las autoridades aztecas. Con nuevas determinaciones de ambos gobiernos todos esperan que no se trate de una solución temporal.

 

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