"Parece que el Chocó estuviera en tierra de nadie", obispo de Quibdó

El grupo terrorista Eln anunció el fin del paro armado que mantuvo durante una semana en el departamento del Chocó, una medida que impactó a cerca de 45.000 personas y confinó a 120 comunidades vulnerables. 

A partir de las 6:00 a.m. de este sábado, 16 de noviembre, la restricción quedó oficialmente levantada, aunque las secuelas persisten en la región.  

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El obispo de Quibdó, monseñor Winston Mosquera Moreno, condenó las acciones del grupo armado, calificándolas de "incoherentes", especialmente por coincidir con las graves inundaciones que ya afectaban a la zona. Además, criticó que el Eln, a pesar de levantar el paro, continúe restringiendo la movilidad nocturna de los habitantes. 

"Parece que el departamento del Chocó estuviera en tierra de nadie. ¿Quién gobierna? No sabemos quién está mandando en esta parte del territorio", expresó el líder eclesiástico, señalando la falta de autoridad estatal en la región.  

El paro afectó gravemente a comunidades a lo largo de los ríos Sipí, Cajón y San Juan, limitando su acceso a bienes básicos y restringiendo la movilidad en medio de una crisis humanitaria. La Iglesia Católica había hecho un llamado urgente al Eln para que cesara las restricciones, subrayando las condiciones de abandono que enfrenta la población chocoana.  

Aunque el levantamiento del paro representa un alivio parcial, las comunidades siguen lidiando con las consecuencias de la medida y el abandono estatal en un contexto de crisis humanitaria que requiere atención inmediata.

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