Narcotráfico en Colombia alcanza cifra récord: 253.000 hectáreas sembradas

En el año 2023, Colombia alcanzó un nuevo récord en la extensión de cultivos de coca, registrando un total de 253.000 hectáreas sembradas, de acuerdo con el más reciente informe de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc).

Este número representa un incremento del 10 % en comparación con el año anterior. Además, se reporta un aumento significativo en la producción de cocaína pura, que creció un 53 % para situarse en 2.664 toneladas.

El informe señala que el problema de los cultivos ilícitos se agrava en el país, con impactos directos en las dinámicas del crimen organizado.

El crecimiento de estas áreas ha facilitado la diversificación de las actividades ilícitas, afectando tanto la estructura de poder en los territorios como las economías locales.

El documento advierte que este fenómeno fortalece las economías ilegales en regiones clave de Colombia.

Una parte considerable de los cultivos, el 89,5 %, se concentra en zonas que ya han sido afectadas por este tipo de actividad durante la última década.

A pesar de los esfuerzos del gobierno por erradicar estos cultivos, las nuevas hectáreas sembradas superan las que se logran eliminar, lo que representa un reto adicional para las autoridades.

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El informe también revela que alrededor del 48 % de los cultivos de coca se encuentran en áreas de manejo especial, como parques nacionales y territorios indígenas, lo que complica aún más la intervención del Estado.

Estas zonas, destinadas a la protección ambiental y a los derechos de las comunidades indígenas, ahora enfrentan un conflicto entre la preservación de sus derechos y la erradicación del narcotráfico.

En años anteriores, el departamento de Putumayo fue el epicentro del incremento de los cultivos, pero en 2023 el fenómeno se ha extendido de manera más uniforme a otras regiones del país.

Departamentos como Cauca y Nariño experimentaron un crecimiento notable, mientras que Chocó registró densidades de siembra mayores que en años previos.

Estas áreas, que dependen económicamente del cultivo de hoja de coca, se han transformado en enclaves productivos, lo que complica la intervención estatal.

Un aspecto destacado del informe es la proximidad de los cultivos a las principales ciudades del país. Más del 50 % de las áreas sembradas se encuentran a menos de 42 kilómetros de ciudades como Popayán, Medellín y Cali. Este hecho sugiere una conexión entre las economías lícitas e ilícitas en estos territorios.

Finalmente, aunque el informe centra su atención en la situación de Colombia, también menciona el crecimiento de los mercados de cocaína en Norteamérica y Europa, donde se concentra el mayor número de consumidores.

La ONU advirtió que la demanda creciente en estos mercados impulsará una mayor expansión de los cultivos de coca en los próximos años.

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