Militares y policías en retiro reiteran reparos a la Paz Total del presidente Petro

Recientemente, se ha hecho pública una carta dirigida a la presidencia de la República, específicamente al presidente Gustavo Petro y a Otty Patiño, quien ha sido designado recientemente como alto comisionado para la Paz. 

Esta carta ha sido enviada por asociaciones representativas de militares y policías en situación de retiro, y su contenido gira en torno a varias preocupaciones relacionadas con la actual política de Paz Total del Gobierno de Gustavo Petro.

La comunicación se produce en un contexto de relevancia, marcado por el cambio en la posición del alto comisionado para la Paz, anteriormente ocupada por Danilo Rueda. 

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En el documento, se destacan críticas relacionadas con el manejo y la dirección que ha tomado la política de Paz Total, enfocándose en aspectos cruciales como el manejo de secuestros, crímenes de lesa humanidad y la dinámica de las negociaciones con diferentes grupos.

Se destaca en el texto la percepción de falta de resultados tangibles y líneas de acción definidas en las negociaciones actuales. 

Se pone de manifiesto la necesidad de reorientar el proceso de Paz Total, sugiriendo una redefinición de las negociaciones, donde el Gobierno establezca una posición más precisa y firme. 

Además, se resalta la importancia de determinar procedimientos y protocolos claros, así como límites específicos para incrementar la efectividad del proceso.

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El general retirado Guillermo León, presidente de la Asociación Colombiana de Oficiales en Retiro de las Fuerzas Militares (Acore), ha hecho hincapié en la necesidad de establecer mecanismos eficientes de verificación y monitoreo del cese al fuego, criticando la falta de transparencia y la ausencia de información pública sobre los resultados del proceso. Se solicita también la divulgación de informes y recomendaciones relacionadas con estas negociaciones.

Otra preocupación planteada por Acore en la carta es la frecuencia de ataques y disturbios contra la fuerza pública, los cuales, según la asociación, contribuyen al debilitamiento y desmantelamiento de las capacidades de inteligencia y contrainteligencia del país. Se enfatiza la necesidad de abordar estas problemáticas para asegurar la seguridad y estabilidad nacional.

La carta cierra con un llamado a la reflexión sobre la dirección y la estrategia de la política de paz total, instando a una revisión y ajuste de las tácticas y estrategias empleadas para garantizar resultados más efectivos y beneficiosos para el país.

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