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Tragedia ecológica: mueren 18.000 vacas tras explosión en granja
En marzo 10.000 cerdos murieron en otra catástrofe. Se investigan las causas y cuestionan a sector agrícola.
18.000 vacas en South Fork Dairy en Texas estaban de pie sosteniendo corrales esperando a ser ordeñadas cuando un incendio masivo arrasó. Completamente confinados sin esperanza de escapar, los animales no podían hacer nada más que reunirse y gritar de terror.
Según reportó la prensa local, el número de muertos es tan alto que este puede ser el mayor evento de matanza de ganado de la historia. Un trabajador agrícola resultó herido y, a partir del martes, se encuentra en condiciones críticas pero estables.
Las miles de vacas Holstein y Jersey que perecieron en el incendio representaron alrededor del 90 por ciento de la enorme rebría de South Fork Dairy.
Ubicado en el segundo condado de producción de lácteos más alto de Texas, South Fork Dairy es casi 10 veces más grande que una granja lechera típica del estado.
Allie Granger, asociada de políticas del Instituto de Bienestar Animal, declaró: “Es el fuego más mortífero que involucra ganado que conocemos. En el pasado, hemos visto incendios que involucran a varios cientos de vacas a la vez, pero nada... cerca de este nivel de mortalidad”, aseguró uno de los testigos de la tragedia”.
Si bien el mal funcionamiento del equipo agrícola puede haber causado la explosión que llevó al incendio, los funcionarios todavía están investigando.
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18000 vacas muriendo quemadas vivas en un incendio en la granja donde estaban encerradas. Antes que una hamburguesa, eran alguien, alguien! https://t.co/SkFzQa8reg
— Cristina Cely C. 🌳🦈🌊 (@Cris_Taiji) April 14, 2023
Los vídeos tomados por testigos muestran un enorme penacho de humo negro y capturan el desgarrador sonido de las vacas gritando. Leah Garcés, CEO y presidenta de Mercy For Animals, dijo en un comunicado: “La pérdida de vidas en Dimmitt, Texas, es catastrófica. Mercy For Animals llora a las 18.000 vacas cuyos últimos momentos de sufrimiento son inimaginables”.
En el pronunciamiento público indicó también que: “Nuestros pensamientos también están con el trabajador de la granja herido y su familia. Esta tragedia es una prueba más de que nuestro sistema alimentario actual es inestable y necesita desesperadamente una reforma. La agricultura animal industrial sigue perjudicando a las comunidades, a los trabajadores y, por supuesto, a los animales. Debemos actuar. Todas nuestras vidas dependen de ello”.
Según cifras locales, si bien una tragedia de esta magnitud es catastrófica, los incendios letales de graneros son inquietantemente comunes en las granjas industriales.
El mes pasado, una enorme granja de cerdos que contenía más de 10.000 cerdos se quemó hasta los cimientos, matando a todos los animales atrapados en su interior.
El gran tamaño del granero y la rapidez del fuego significaban que los bomberos no podían detener el incendio, solo podían controlar la propagación mientras los cerdos sufrían y morían dentro.
Cuando ocurren estos incendios, las empresas a menudo destacan sus pérdidas financieras. Las verdaderas víctimas, el asombroso número de animales quemados vivos en granjas superpobladas, rara vez son el foco de atención.
El caso generó fuertes cuestionamientos en Estados Unidos ya que se considera que estos incendios con víctimas masivas, y la respuesta de la industria a ellos, demuestran una vez más cómo los animales atrapados en el agro son tratados como meros productos básicos.
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