Nuevo ataque israelí en el Líbano impacta a misión de paz de la ONU

Dos cascos azules de Sri Lanka resultaron heridos tras un ataque israelí contra el cuartel general de la misión de paz de la ONU (UNIFIL) en el sur del Líbano. Además, un vehículo militar israelí derribó varios muros de una posición cercana en Al-Bunet. El incidente ocurre un día después de otro ataque en el que dos cascos azules indonesios también resultaron heridos.

Israel ha reconocido la autoría de los ataques, argumentando que buscan contrarrestar la presencia de Hezbolá, grupo militante que, según el ejército israelí, opera en las cercanías de las misiones de la ONU. A nivel internacional, el ataque ha generado fuertes críticas. La Casa Blanca expresó preocupación, Italia consideró los ataques como crímenes de guerra y España exigió el cese inmediato de las acciones militares contra la ONU. Antonio Guterres, secretario general de Naciones Unidas, calificó el incidente como una violación del derecho humanitario internacional.

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El conflicto se intensificó aún más cuando el primer ministro libanés, Nayib Mikati, anunció que un ataque israelí el jueves en Beirut dejó al menos 22 muertos y más de 100 heridos. Este ataque, el más letal desde la reciente escalada del conflicto, tuvo como aparente objetivo a un alto mando de Hezbolá, quien sobrevivió, aunque una familia entera de ocho miembros, incluidos varios niños, falleció bajo los escombros. Los equipos de rescate siguen buscando más víctimas.

Las tensiones en la región no cesan, y la ONU ha hecho un llamado a la calma, advirtiendo que la situación en Líbano, junto con los ataques en Siria y la violencia en Gaza y Cisjordania, podría llevar a una guerra total. A pesar de los ataques, UNIFIL ha asegurado que mantendrá su presencia en el terreno, mientras que organizaciones como Human Rights Watch denuncian posibles violaciones del derecho internacional.

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