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Marcha, protestas y disturbios de músicos porque no los dejan tocar en las playas
Protestas frente a decisión de la administración.
Una manifestación notable sacudió las calles de la Zona Dorada de Mazatlán, donde músicos, armados con sus instrumentos y su pasión por la música de banda, marcharon enérgicamente por la avenida Camarón-Sábalos.
Esta protesta surgió como respuesta a la controversial decisión de algunos hoteleros de prohibir la actuación de grupos musicales en las playas, alegando que el volumen de la música interfiere con el descanso de los huéspedes, particularmente aquellos provenientes del extranjero.
El evento, que comenzó como una celebración pacífica de la cultura y la música, escaló rápidamente en intensidad cuando se produjeron altercados entre los músicos y la policía municipal, quienes intentaban disolver la marcha.
Videos que se han viralizado en redes sociales muestran el momento tenso en que un policía se enfrenta a un hombre que filmaba la marcha, desencadenando un conflicto que incluyó golpes y enfrentamientos.
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En el centro de este debate se encuentra la Asociación de Hoteles y Empresas Turísticas, cuya iniciativa de restringir la contratación de bandas en las playas ha encendido un debate sobre el equilibrio entre el turismo y la preservación de la identidad cultural local.
Un cartel bilingüe, colocado en la playa frente al condominio Camino al Mar, hizo pública esta prohibición, provocando la reacción de varios sectores de la sociedad, incluido el destacado hotelero Ernesto Coppel Kelly, quien ha expresado preocupación por cómo esta medida podría afectar la percepción de Mazatlán como destino turístico.
En el contexto más amplio de este conflicto, emerge el tema de la gentrificación, una preocupación creciente entre los residentes de Mazatlán y observadores en redes sociales.
Muchos ven en la prohibición de la música de banda una manifestación de cómo las preferencias de turistas y nuevos residentes con mayor poder adquisitivo están influyendo y, en algunos casos, desplazando las tradiciones locales.
A pesar de la polarización, Juan Salvador Avilés, director del Instituto Sinaloense de Cultura, ha hecho un llamado al diálogo, enfatizando la necesidad de encontrar un terreno común que permita a músicos y hoteleros coexistir respetuosamente, manteniendo viva la rica herencia cultural de Mazatlán.
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