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Comienzan preparativos para el cónclave, 135 cardenales participarán: historia y proceso de elección
Tras exequias del papa Francisco en marcha proceso que determinará su sucesor. Italianos con mayor opción.

Tras la sepultura este sábado del papa Francisco y en proceso de culminar todas las actividades por su deceso, se inició otro; el cónclave.
Ya está definido que participarán 135 cardenales en la elección y quedaron fuera otros 117 por superar los 80 años de edad.
Con prelados de diversos países del mundo, Italia encabeza los partícipes con 17, le siguen Estados Unidos con 10 y Brasil con 7.
Ahora, la Iglesia Católica se prepara para iniciar uno de los rituales más solemnes y reservados de su tradición: el cónclave.
Este proceso eclesiástico milenario tiene como objetivo la elección de un nuevo sumo pontífice, jefe de la Iglesia católica, obispo de Roma y soberano del Estado Vaticano.
¿Qué es el cónclave?
El término "cónclave" proviene del latín cum clave, que significa "con llave", en alusión al encierro estricto que deben seguir los cardenales dentro del Vaticano durante el proceso de elección papal.
Es la reunión del Colegio Cardenalicio con el fin de elegir a un nuevo papa tras la muerte o renuncia del anterior. Este encierro tiene como fin garantizar la absoluta privacidad y aislamiento de los participantes frente a cualquier influencia externa.
El cónclave se celebra en la Capilla Sixtina, dentro del Palacio Apostólico del Vaticano, y es dirigido por el Colegio de Cardenales.
Sólo pueden participar en la elección los cardenales que no hayan cumplido los 80 años de edad el día anterior al fallecimiento del papa. En la actualidad, hay 136 cardenales con derecho a voto.
Primer cónclave de la historia
Aunque las elecciones papales existen desde el siglo I, el primer cónclave formalmente reconocido como tal fue el de 1271, llevado a cabo en la ciudad italiana de Viterbo.
Este cónclave fue convocado luego de la muerte del papa Clemente IV y se prolongó durante casi tres años debido a la falta de consenso entre los cardenales.
El largo periodo de indecisión llevó a las autoridades civiles de Viterbo a encerrar literalmente a los cardenales y reducirles la dieta alimentaria hasta que tomaran una decisión.
El elegido fue Gregorio X, quien posteriormente reguló el procedimiento mediante la bula Ubi periculum de 1274, estableciendo muchas de las reglas que aún hoy rigen el cónclave.
¿Cuántos cónclaves se han celebrado en la historia?
Desde el año 1271, se han celebrado 76 cónclaves oficiales hasta la elección de Francisco en 2013. Con la convocatoria posterior al fallecimiento del papa argentino, se desarrollará el cónclave número 77 de la historia.
Cabe mencionar que, antes de la instauración del cónclave como proceso cerrado, hubo al menos 200 elecciones papales. Sin embargo, muchas de estas estuvieron influenciadas por emperadores, monarcas o conflictos entre facciones eclesiásticas y civiles.
El cónclave más extenso de la historia
El cónclave más largo de la historia moderna fue precisamente el primero: el de Viterbo, entre 1268 y 1271, que duró 33 meses. La elección se dificultó por disputas entre cardenales franceses e italianos y solo se resolvió cuando las autoridades intervinieron drásticamente en las condiciones del encierro.
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El cónclave más corto de la historia
El cónclave más breve ocurrió en 1503, tras la muerte del papa Pío III. Apenas duró unas pocas horas, pues Giuliano della Rovere fue elegido casi de inmediato como papa Julio II, debido a una coalición de fuerzas que ya había sido acordada previamente.
¿Qué reglas rigen el cónclave?
El cónclave se rige actualmente por la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis, promulgada por Juan Pablo II en 1996 y modificada en aspectos menores por Benedicto XVI en 2007 y 2013.
Este documento regula desde el lugar de realización hasta las normas de votación, prohibiciones, e incluso las sanciones para quienes violen el secreto.
Las normas más destacadas:
- Solo los cardenales menores de 80 años pueden votar.
- Las deliberaciones y votaciones deben realizarse en secreto absoluto.
- Cada cardenal deposita su voto en una urna, escribiendo el nombre del elegido en una papeleta.
- Se requieren dos tercios de los votos para la elección válida del nuevo papa.
- Se celebran hasta cuatro votaciones diarias (dos por la mañana y dos por la tarde).
- Si tras 33 o más votos no se elige papa, se puede optar por elegir entre los dos más votados, pero manteniendo la regla de los dos tercios.
¿Qué está permitido y qué está prohibido?
Permitido:
- Deliberaciones privadas entre cardenales durante el cónclave.
- Votar libremente por cualquier varón bautizado, aunque por tradición solo se eligen cardenales.
- Expresar reservas, siempre que se mantenga el secreto.
Prohibido:
- Cualquier tipo de comunicación externa (teléfonos, internet, radio, prensa).
- Pactos previos, promesas de votos o cualquier forma de "campaña".
- Influencia externa de gobiernos u organismos internacionales.
- Revelar deliberaciones o resultados, incluso después del cónclave (bajo pena de excomunión).
¿Dónde se realiza?
Desde 1878, todos los cónclaves se celebran en la Capilla Sixtina, ubicada en el interior del Vaticano. Durante el cónclave, los cardenales se alojan en la Casa Santa Marta, un edificio situado a pocos metros de la capilla. El recorrido entre ambos puntos se realiza en absoluto aislamiento, bajo estricta vigilancia.
¿Cómo y cuándo se inicia el cónclave tras la muerte del papa Francisco?
El inicio del cónclave se fija por decisión del Colegio de Cardenales, reunido en las llamadas Congregaciones Generales. Estas reuniones comienzan tras la celebración de las exequias del papa fallecido y tienen por objeto preparar la logística, evaluar la situación de la Iglesia y fijar el día para el inicio de la elección.
Normalmente, el cónclave se inicia entre 15 y 20 días después de la muerte del papa. En ese lapso, los cardenales se preparan espiritualmente y conocen mejor a sus pares, a quienes podrían elegir. Este periodo también permite que todos los cardenales electores puedan llegar a Roma desde sus países de residencia.
¿Quiénes suenan como posibles sucesores?
Aunque la elección se realiza en secreto y sin candidaturas oficiales, los analistas y vaticanistas identifican algunos nombres con mayores probabilidades de ser elegidos. Entre ellos se encuentran:
Pietro Parolin (Italia): actual secretario de Estado, con amplia experiencia diplomática y cercano al papa Francisco.
Luis Antonio Tagle (Filipinas): pro-prefecto del Dicasterio para la Evangelización, identificado como un posible “puente” entre Oriente y Occidente.
Matteo Zuppi (Italia): presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, comprometido con causas sociales y diálogo interreligioso.
Marc Ouellet (Canadá): exprefecto de los Obispos, con respaldo en sectores conservadores.
Jean-Claude Hollerich (Luxemburgo): arzobispo de Luxemburgo, comprometido con la sinodalidad.
El Colegio de Cardenales también incluye representantes latinoamericanos como:
Odilo Scherer (Brasil): arzobispo de São Paulo.
Carlos Aguiar Retes (México): arzobispo primado.
Pedro Barreto (Perú): jesuita cercano al pensamiento social de Francisco.
¿Cuántos votos se necesitan para elegir al nuevo papa?
El número exacto de votos requeridos varía según el número de cardenales electores presentes. La norma general establece que se requiere una mayoría calificada de dos tercios. Por ejemplo, si hay 120 cardenales con derecho a voto, se necesitarán al menos 80 votos para elegir válidamente a un nuevo papa.
Una vez se alcanza el número necesario, el cardenal decano o quien presida el cónclave pregunta al elegido si acepta su designación. Si responde afirmativamente, se le pregunta qué nombre quiere adoptar. Luego se anuncia la elección al mundo con la tradicional frase “Habemus Papam” desde el balcón de la basílica de San Pedro.
Cantidad de cónclaves realizados en la historia
Desde que se instauró formalmente el mecanismo del cónclave en el siglo XIII, se han celebrado 76 cónclaves oficiales, desde el primero en 1271 hasta el de 2013 que eligió al papa Francisco. Este número no incluye elecciones anteriores, que fueron realizadas por otros mecanismos, como el consenso del clero romano, del pueblo, o bajo la influencia de emperadores y reyes.
El sistema de cónclave como aislamiento obligatorio fue institucionalizado por el papa Gregorio X mediante la constitución apostólica Ubi periculum, promulgada durante el II Concilio de Lyon en 1274, a raíz del prolongado interregno anterior.
Papa elegido con mayor número de votos
El registro con mayor número absoluto de votos pertenece a Giuseppe Sarto, elegido como Pío X en el cónclave de 1903. Fue elegido con 50 votos de los 62 cardenales presentes, es decir, cerca del 80 %, durante la séptima votación del cónclave.
Contexto
Pío X fue considerado un papa de fuerte orientación pastoral y tradicionalista. Su elección fue favorecida por los sectores conservadores que se oponían a una posible elección del cardenal Mariano Rampolla, secretario de Estado de León XIII, a quien el emperador austrohúngaro vetó mediante el llamado "derecho de exclusión".
Papa elegido con el menor número de votos
El caso del papa con el menor número de votos es más complejo, dado que en los primeros siglos las elecciones no se hacían por escrutinio formal, sino por aclamación o elección directa.
Sin embargo, en el contexto del cónclave moderno, el papa Juan Pablo I (Albino Luciani), elegido en 1978, es citado a menudo como uno de los casos con menor cantidad de votaciones necesarias: fue elegido en la cuarta votación, tras obtener los dos tercios mínimos requeridos por las reglas vigentes, con aproximadamente 99 votos de 111 posibles, según reconstrucciones no oficiales.
Pero si se entiende la pregunta como el que obtuvo el apoyo más bajo entre los electores, se destaca el papa Celestino V, elegido en 1294 por una forma de aclamación, tras dos años de interregno, sin haber participado ni contar con trayectoria curial. Fue una figura de consenso forzada por el desgaste del Colegio Cardenalicio, sin votaciones cuantificables según los parámetros modernos.
Cónclave más largo de la historia
El cónclave más extenso en la historia de la Iglesia fue el que eligió a Gregorio X, entre 1268 y 1271, celebrado en la ciudad de Viterbo, Italia. Duró 2 años y 9 meses.
Contexto:
La prolongación del cónclave se debió a las intensas divisiones políticas entre cardenales franceses, italianos y proimperiales. Ante la falta de resultados, los magistrados de Viterbo encerraron a los cardenales, les quitaron el techo del lugar de deliberación y redujeron su alimentación a pan y agua.
Esto presionó al grupo a llegar finalmente a un acuerdo mediante el nombramiento de un papa externo al Colegio: Teobaldo Visconti, un archidiácono que ni siquiera era cardenal. Fue elegido como Gregorio X.
Este hecho motivó la creación de nuevas reglas por parte del mismo Gregorio X para evitar que una elección se extendiera tanto en el tiempo. La Constitución Ubi periculum de 1274 introdujo formalmente el aislamiento del cónclave y el esquema moderno de votación.
Cónclave más corto de la historia
El cónclave más breve registrado duró unas pocas horas y tuvo lugar en octubre de 1503, cuando fue elegido Julio II(Giuliano della Rovere). El proceso se desarrolló entre la noche del 31 de octubre y la mañana del 1.º de noviembre.
Contexto:
Giuliano della Rovere era una figura poderosa en el Vaticano, sobrino del papa Sixto IV y exsecretario de Estado. Contaba con respaldo previo, alianzas internas consolidadas y control de importantes sectores de la curia romana.
Su elección se había pactado entre diversos bloques cardenalicios antes de iniciar el cónclave, lo que permitió que obtuviera la mayoría en la primera votación.
También hubo otro cónclave sumamente breve en 1503, apenas unas semanas antes, cuando fue elegido Pío III, cuyo pontificado solo duró 26 días antes de su fallecimiento.
A lo largo de la historia de la Iglesia católica, las elecciones papales han estado marcadas por profundas diferencias en duración, número de votos y contextos políticos.
El cónclave más largo tuvo lugar entre 1268 y 1271, cuando la sede apostólica permaneció vacante durante casi tres años tras la muerte del papa Clemente IV.
Las disputas entre cardenales franceses e italianos impidieron un consenso, y no fue sino hasta que las autoridades civiles de la ciudad de Viterbo encerraron a los cardenales, redujeron su alimentación y retiraron el techo del lugar donde deliberaban, que se logró elegir a Teobaldo Visconti, un clérigo que ni siquiera pertenecía al Colegio Cardenalicio.
Fue proclamado como Gregorio X, y como respuesta a la dilación promulgó nuevas normas que dieron origen al actual formato del cónclave.
En el extremo opuesto, el cónclave más breve se celebró en 1503, cuando Giuliano della Rovere fue elegido como papa Julio II. El proceso duró menos de 24 horas.
Este cardenal contaba con el respaldo mayoritario del Colegio y había consolidado alianzas previas, lo que permitió su elección en la primera votación.
El mismo año, pocas semanas antes, había sido elegido Pío III en otro cónclave corto, aunque su pontificado fue igualmente fugaz, ya que murió apenas 26 días después de asumir.
Respecto al número de votos, el papa Pío X ostenta el récord en la era moderna como el pontífice elegido con mayor respaldo: en 1903 recibió 50 de los 62 votos posibles, un porcentaje cercano al 80 %.
Esta elección se produjo después de que fuera vetada la candidatura de Mariano Rampolla por el emperador austrohúngaro, lo cual facilitó el ascenso del patriarca de Venecia.
En contraste, uno de los casos con menor número de votos necesarios para obtener la mayoría calificada fue el de Juan Pablo I, elegido en 1978 tras apenas cuatro rondas de votación.
Aunque no se conocen cifras exactas debido al secreto del cónclave, diversas reconstrucciones sugieren que alcanzó el apoyo necesario con rapidez gracias a su perfil moderado, su humildad personal y su habilidad conciliadora. Su pontificado, sin embargo, duró solo 33 días.
Otro caso excepcional es el de Celestino V, elegido en 1294 sin votación formal. Después de dos años de interregno y sin lograr consenso, los cardenales decidieron proclamar papa a un ermitaño, símbolo de piedad y desapego político.
Esta elección por aclamación fue una medida desesperada ante la parálisis del Colegio, y su breve pontificado concluyó con una renuncia voluntaria, algo inusual en la historia de la Iglesia hasta la dimisión de Benedicto XVI en 2013.
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