Alemania endurece medidas contra migrantes afganos tras ataque en Zingen

El gobierno alemán ha tomado medidas más estrictas contra los solicitantes de asilo afganos rechazados, tras el ataque con cuchillo en Zingen, al oeste de Alemania, que dejó tres muertos la semana pasada. La coalición liderada por el canciller Olaf Scholz ha decidido endurecer las leyes sobre armas e inmigración, incluyendo la reanudación de las deportaciones a Afganistán. Este viernes, Alemania anunció la expulsión de criminales afganos a su país, una medida que no se implementaba desde agosto de 2021.

El primer vuelo de deportación en tres años despegó desde el aeropuerto de Leipzig antes del amanecer. A bordo iban 28 delincuentes convictos a quienes se les había negado el permiso de residencia en Alemania y que enfrentaban órdenes de expulsión. Las deportaciones habían sido suspendidas tras la ruptura de relaciones diplomáticas entre Alemania y Afganistán en 2021, luego de la llegada al poder de los talibanes.

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El ministro del Interior alemán, durante un anuncio público, expresó que las deportaciones se han preparado con cautela y discreción para asegurar su éxito. "Es una advertencia clara para quienes cometen delitos: no pueden esperar quedarse en el país. Buscaremos la forma de deportarlos", aseguró.

Aunque el gobierno alemán afirmó que no ha negociado directamente con los talibanes, sino a través de aliados regionales estratégicos, se reconoció que hay contactos técnicos con el régimen talibán a través de la oficina diplomática en Doha.

Este endurecimiento de la política migratoria y las deportaciones ha sido impulsado en parte por la creciente presión para aumentar la repatriación de migrantes con antecedentes violentos, especialmente tras el ataque de Zingen, en el que el principal sospechoso era un hombre sirio que debía ser deportado.

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