Detrás del asesinato del Policía en un CAI de Pasto, la intención era atacar a 10 agentes en total

Un siniestro "plan pistola" que tenía como objetivo atacar a 10 agentes de la Policía Nacional, fue frustrado tras la captura de cinco personas que estuvieron detrás del asesinato del patrullero Jorge Andrés Guerrón, que tuvo lugar  el 29 de julio en un CAI del barrio Obrero en Pasto, Nariño.

La acción rápida de las autoridades llevó a la captura de cinco individuos en Pasto, dos de los cuales eran mujeres, relacionados con una supuesta oficina de cobro y sicariato conocida como 'Franda' en Cali. Se cree que esta organización fue contratada por un grupo armado ilegal no especificado para llevar a cabo los asesinatos planificados.

El grupo armado habría ofrecido una suma de $6 millones por cada agente de la Policía asesinado en el departamento de Nariño. El objetivo principal de sus atentados eran los funcionarios públicos adscritos a la Policía Nacional en la ciudad de Pasto.

"Así entonces para el día 20 de julio de 2023, el grupo (...) planea y coordina la comisión de diez homicidios de servideros públicos adscritos a la Policía Nacional en la ciudad de Pasto, Nariño. En la cual se distribuyen roles específicos, división de trabajos y todos con conocimiento de la misión delictiva que se va a realizar. Los ciudadanos Sebastián Martínez López, alias 'DX'; Rodrigo Cuetiar, alias 'Chinga'; Margi Alejandra Mera Rivera, alias 'La Flaca'. Luisa Verónica Moreno Arteaga, alias 'La India'; Arbey Tenorio Solano, alias 'Cuc' y Bryan Sleti Castaño Oviedo, alias 'Fresa', se trasladaron desde la ciudad de Cali a Pasto, portando armas de fuego tipo pistola, y dos granadas de fragmentación que serían utilizadas para cometer los delitos en contra de funcionarios de la Policía Nacional", relató el fiscal.

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Las cinco personas capturadas habrían tenido un rol activo en la planificación y ejecución del atentado. Con precisión, distribuyeron roles específicos y tareas entre sí. Armas de fuego y granadas de fragmentación se perfilaban como los instrumentos para llevar a cabo estos crímenes atroces. Un CAI específico, el de Barrio Obrero en Pasto, se convirtió en el objetivo vulnerado de sus planes siniestros.

El relato judicial revela que los perpetradores detallaron meticulosamente su plan antes de ejecutarlo. Vigilando a su víctima, el patrullero Jorge Andrés Guerrón Yela, desde un punto estratégico, coordinaron sus movimientos para el momento exacto del ataque. Alias 'DX' tomó la decisión de apretar el gatillo, mientras que alias 'Chinga' lo aguardaba en la moto de huida.

En un giro inesperado, dos de los detenidos han confesado su participación en el atentado. Estas confesiones, descritas como libres y voluntarias, buscan un preacuerdo con las autoridades judiciales, un intento por obtener beneficios a cambio de información. Estas revelaciones no solo ofrecen luz sobre la complejidad de esta trama, sino también arrojan indicios sobre la colaboración con la justicia.

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