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Condenado a prisión patrullero de Policía por muerte de Javier Ordóñez en CAI en Bogotá

Pruebas presentadas por la Fiscalía evidenciaron que patrulleros Juan Camilo Lloreda Cubillos y Harby Damien Rodríguez lo golpearon brutalmente

Javier Ordóñez asesinato
Por Agencia Periodismo Investigativo | Vie, 21/04/2023 - 18:48 Créditos: Foto: redes sociales

Este viernes 21 de abril, un juez penal especializado de Bogotá dictó sentencia en contra del patrullero Harvy Damián Rodríguez Díaz, después de las pruebas presentadas por la Fiscalía General de la Nación, por su participación en la muerte de Javier Ordóñez, ocurrida el 9 de septiembre de 2020, en la capital del país.

Las pruebas presentadas por la Fiscalía narran que los patrulleros Juan Camilo Lloreda Cubillos y Harby Damien Rodríguez golpearon brutalmente a Javier Ordóñez con puños y patadas. "Aprovechando la impunidad que el mismo recinto ofrecía, además del silencio cómplice de otros uniformados presentes en el lugar. 

Luego, y como consecuencia de la agresión por parte de los patrulleros, el ciudadano fue trasladado a la Clínica Infantil Santa María del Lago, donde finalmente falleció a las 1:40 de la mañana, como consecuencia de los múltiples traumatismos en abdomen y región lumbar ocasionados por los golpes propinados por los agentes del Estado”, dice la Fiscalía.

Un fiscal de la Dirección Especializada contra las Violaciones a los Derechos Humanos demostró que el patrullero Harvy Damián Rodríguez Díaz participó en el procedimiento policial en el que murió Javier Ordóñez. "Fue reducido de manera violenta y sometido con varios electrochoques ocasionados con un dispositivo tipo taser”.

Según el dictamen del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses, la causa de la muerte del joven Ordóñez fue la golpiza propinada por los policías. Por esta razón, la Fiscalía calificó el actuar de este patrullero como "desproporcionado" contra la víctima, lo que generó el fatal desenlace.

La sentencia contra el patrullero Harvy Damián Rodríguez Díaz por la muerte de Javier Ordóñez fue por los delitos de homicidio y tortura, ambas conductas agravadas. La pena se conocerá en junio del año en curso.

El caso de brutalidad policial que acabó con la vida de Javier Ordóñez en un CAI de la localidad de Engativá, Bogotá, en septiembre del año pasado, generó una gran conmoción en el país y fue el detonante de una serie de protestas ciudadanas en contra del abuso policial y de la brutalidad estatal.

La madrugada del 9 de septiembre de 2020, el país despertó con la noticia del asesinato de Javier Ordóñez, un hombre de 43 años, conductor de taxi y estudiante de Derecho, a manos de dos policías en el barrio Villa Luz en Engativá, Bogotá. 

La brutalidad policial quedó registrada en un video que se viralizó en redes sociales y que provocó la indignación y furia colectiva de los capitalinos.

En las imágenes, se ve cómo los patrulleros Harby Damián Rodríguez Díaz y Juan Camilo Lloreda Cubillos agreden a patadas, puños y con una pistola taser a Ordóñez, que se encuentra rendido en el piso suplicando que no lo sigan electrocutando. 

Testigos rogaron a los policías que dejaran de darle descargas eléctricas, las cuales no se detuvieron por un lapso de cinco minutos aproximadamente.

Tras el asesinato, cientos de ciudadanos salieron a las calles para rechazar la brutalidad policial y exigir justicia por la muerte de Ordóñez. Sin embargo, la jornada de protesta se tornó violenta y dejó 13 personas más sin vida. 

Los ánimos se calentaron rápidamente y los manifestantes empezaron a tirar pintura roja en los ventanales del CAI de Villa Luz, donde fue asesinado Ordóñez. Algunos incluso vandalizaron una camioneta de la Fiscalía y el CTI que recogía las pruebas forenses.

La situación se agravó aún más cuando manifestantes en diferentes lugares de la ciudad comenzaron a atacar a los CAI, incendiándolos y enfrentándose al Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad). Se reportaron disparos en contra de los manifestantes, lo que provocó más indignación y violencia en las calles.

La protesta pacífica por el caso de Javier Ordóñez, terminó convertida en un verdadero campo de batalla en la ciudad de Bogotá. La situación se replicó en Suba Rincón, Verbenal, Molinos, Gaitana, Castilla, Park Way y Bosa, así como en los municipios de Soacha, Cali y Medellín. En casi todos estos lugares, los puestos insignes de la Policía Nacional fueron incendiados por los manifestantes.

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