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John Marcos Torres: perfil del nuevo vicepresidente del centro de arbitraje de la Cámara de Comercio de Bogotá
Un periodista, abogado y docente universitario que tras una carrera meritoria asume un cargo determinante en la definición de los litigios empresariales.
A sus 46 años de edad John Marcos Torres es un rostro conocido de miles de colombianos. Su imagen y su voz despertaban al país con las noticias locales, judiciales o económicas en City tv, Caracol Radio, La FM, RCN Radio y La W, una de sus últimas casas periodísticas.
Durante 23 años estuvo en búsqueda de la noticia, un reportero incansable que creía y sentía el periodismo como una garantía de democracia. Una pasión heredada de su padre Marco 'El Mendocino' Torres, un destacado hombre de medios que trabajó en los años 60 en La Voz de la Víctor, Emisora Mariana, Radio Juventud, La Voz de Bogotá y fue uno de los grandes de la radio en Colombia al lado de Gabriel Muñoz López y Alberto Piedrahita Pacheco.
Inconforme con lo que podía hacer por el país encaminó su vida hacia el derecho. Se graduó como abogado. Luego se especializó en derecho laboral y después como magíster de la Universidad Javeriana. Recibió una mención de honor por excelencia académica que lo ubicó al lado del premio de periodismo Álvaro Gómez Hurtado que obtuvo en 2008.
Dejó atrás las salas de redacción y se sumergió en los expedientes en dos firmas de abogados. No fue ajeno al bicho de la política, en 2011 aspiró al Concejo de Bogotá por el Partido Liberal y aunque obtuvo una significativa votación no le alcanzó para lograr una curul. Con otro detalle, no cesó nunca en su apoyo a la obra del padre Diego Jaramillo, presidente de la Corporación Organización El Minuto de Dios y sucesor del recordado sacerdote eudista Rafael García Herreros.
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Sabía de la conexión entre el periodismo y la abogacía. Por ello se convirtió en pionero del programa Blu al Derecho. Un espacio de pedagogía jurídica para explicar mejor las normas a los oyentes y eje de conceptos y debates entre abogados.
Vino un nuevo reto, la administración distrital. Entonces asumió como secretario privado y asesor de la gerencia general de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá, cuando su gerente era Germán González, en tiempos de la segunda administración de Enrique Peñalosa.
Su buen desempeño le permitió seguir ascendiendo. En julio de 2019 fue convocado por la alta dirección de Ecopetrol. Fue designado entonces como abogado asesor de la vicepresidencia jurídica.
Al año siguiente, 2020, laborando en la estatal petrolera, fue llamado por Andrés Barreto entonces superintendente de Industria y Comercio en donde tuvo un rol determinante en la entidad.
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Fue jefe de despacho y superintendente Delegado para la Protección de la Libre Competencia Económica, superintendente Delegado para la Protección de Datos Personales, Director de Cumplimiento y Jefe de la Oficina Asesora Jurídica.
Allí se convirtió en pieza fundamental en el desenlace de los denominados carteles y las grandes controversias por colusión, y afectación a los derechos de los consumidores.
Llegó el gobierno Petro y en medio de la interinidad por varios meses de la Superintendencia, John Marcos Torres fue determinante en las investigaciones como la quiebra de la aerolínea Viva Air, el caso Avianca, fue gestor del proceso contra los clubes por salarios del fútbol femenino, Empresas Publicas de Medellin, EPM y Canacol, ello al lado de la actual superintendente María del Socorro Pimienta.
Pero en agosto de este año dio un paso al costado porque tiene como norma no negociar jamás sus principios y empezó a hacer una de las cosas que más le gusta: competir por mérito. Una firma de cazatalentos lo fichó tras vencer a otros tres competidores. Resultó imbatible con su experiencia profesional en el sector público y privado, y como docente en las áreas de derecho procesal y Teoría General del Proceso y medios de prueba.
Tras ganar el concurso de méritos y ser elegido por la junta directiva fue anunciado oficialmente como vicepresidente del Centro de Arbitraje y Conciliación de la Cámara de Comercio de Bogotá. Un área trascendental, pues allí llegan parte de los litigios del Estado.
Allí tendrá muchos retos, esos mismos que se impuso cuando dejó el periodismo y trascendió al área del derecho.
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