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Tragedia del edificio Blas de Lezo en Cartagena: impune seis años después pese a 21 obreros muertos

Este jueves se cumple un aniversario más de una catástrofe en el olvido donde las víctimas fueron humildes trabajadores. Constructores, el clan Quiroz sigue en sus negocios.

 edificio Blas de Lezo
Por Agencia Periodismo Investigativo | Jue, 27/04/2023 - 13:50 Créditos: Twitter

Seis años después de la tragedia que sacudió el barrio Blas de Lezo en Cartagena, Colombia, los recuerdos aún persisten en la mente de los residentes de la zona.

El 27 de abril de 2017, un fuerte estruendo alertó a los habitantes de la zona, y en cuestión de segundos, el terror se apoderó de todos ellos. Una edificación en construcción se derrumbó y los obreros que trabajaban en el lugar quedaron atrapados bajo los escombros. Muchos fallecieron, 21 obreros, y otros sufrieron lesiones graves que les cambiaron la vida para siempre.

El desplome de la construcción conocida como Portales de Blas de Lezo II reveló un entramado de ilegalidad en varias construcciones lideradas por el denominado Clan Quiroz.

Vecinos del lote donde se pretendía levantar la edificación aún no se reponen del impacto que causó la tragedia, aseguran que sus viviendas después del desplome están rajadas y que han pedido a las administraciones anteriores que atiendan sus requerimientos, pero no ha sido posible.

El terreno donde se encontraba la edificación sigue sin uso y está cercado con láminas de zinc. Los alrededores del lugar se convierten en un taller de mecánica en ocasiones, lo que hace que los vecinos se sientan inseguros. Las autoridades han sido criticadas por no haber verificado la legalidad de la construcción, y muchos residentes temen que algo así vuelva a ocurrir.

Rafael Imitola, vecino de la edificación, fue testigo de la tragedia y aún recuerda el momento con dolor. Él estaba en el patio de su casa cuando sintió el desplome. "Estaba el edificio en pie y después no lo vi. Mi esposa me preguntaba qué pasaba, realmente tembló, las casas temblaron", dijo a El Universal.

Seis años después de la tragedia, los residentes de Blas de Lezo continúan viviendo con las consecuencias. Ramón González, otro habitante de la zona, denunció que su casa es un peligro debido al abandono del terreno donde se cayó el edificio. "Los de Gestión del Riesgo de Bogotá vinieron y dijeron que no se le puede meter más la mano a la casa porque ya estamos en riesgo y podía caerse", dijo González.

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Hoy, en el sexto aniversario de la tragedia, en la noche se rendirá un homenaje a las víctimas en el lote donde se encontraba la edificación.

Los residentes de Blas de Lezo esperan que este acto sirva para recordar a quienes perdieron la vida en el desplome y para que las autoridades tomen medidas para prevenir tragedias similares en el futuro.

El edificio Blas de Lezo II sigue siendo un triste recuerdo para los ciudadanos de Cartagena, tras el colapso que ocurrió en abril de 2017 y que dejó un saldo de 21 obreros fallecidos y 23 heridos.

Desde entonces, la investigación judicial avanzó muy poco, hasta que en septiembre de 2022 la Procuraduría General destituyó e inhabilitó por 19 años a tres funcionarios de la Alcaldía de Cartagena por recibir millonarios sobornos para omitir las licencias de construcción.

Los tres funcionarios, Gilberto Marrugo Maldonado, Ricardo Javier Castellar Pérez y Jorge Luis Cudris Pájaro, fueron sancionados disciplinariamente por permitir la construcción del edificio sin licencias urbanísticas, lo cual quedó demostrado que fue a cambio de coimas, durante el período de 2013 a 2017. 

La Procuraduría determinó que existió una clara coordinación entre los funcionarios para aprobar las licencias de construcción sin cumplir con las normas urbanísticas.

El fallo de la Procuraduría calificó las faltas de los tres funcionarios como gravísimas a título de dolo, ya que eran conscientes de las irregularidades y los riesgos que se presentaban con su actuar. Por eso, se les aplicó una de las sanciones más altas en el Código Disciplinario.

En el marco de la investigación, la Personería de Cartagena abrió una investigación por la violación de normas urbanísticas y por el incumplimiento de la seguridad social que debían tener los obreros.

Un grupo de concejales de Cartagena pidió al alcalde separar de sus cargos a la secretaria de planeación, al director de la oficina de Control Urbano y a la alcaldesa de la localidad número tres, donde ocurrieron los hechos.

El colapso del edificio Blas de Lezo II abrió un debate sobre las licencias de construcción en Cartagena, los permisos otorgados de manera irregular a varias empresas para el desarrollo de proyectos que no cumplían con los requisitos. 

Entre las irregularidades en las que habrían incurrido los constructores está la de haber fijado una valla informando sobre la obra en construcción con base en una licencia falsa y en un terreno inadecuado para ejecutar la obra, pues el lote es de sólo 340 metros y el curador afirmó que la norma del Plan de Ordenamiento Territorial, POT vigente establece que debe ser de 480 metros cuadrados con 16 metros de frente.

Además, en ese barrio y para el lote con la descripción legal, sólo se pueden construir edificios de cuatro pisos, y el Blas de Lezo II ya tenía construido un quinto y una especie de terraza, es decir seis pisos. Tras la caída del edificio Blas de Lezo II, el suspendido alcalde Manolo Duque realizó un recorrido por las tres localidades y encontró que de 125 edificios inspeccionados, 96 no tenían licencia de construcción, lo que indica el nivel de informalidad y la falta de control en este sector.

Lo cierto, es que en la justicia penal, nadie paga por la muerte de 21 obreros que lo único que hicieron fue trabajar arduamente para lograr el sustento de su familia, mientras tanto los constructores siguen en sus negocios edificando su riqueza a costa de muchos.
 

 

 

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