Gobierno y disidencias de las Farc se reunen para buscar el cese al fuego bilateral y la paz total

Este sábado el Gobierno nacional y las disidencias de las Farc confirmaron que tuvieron una reunión para buscar la paz total. Por medio de un comunicado, ambas partes expresaron su disposición para que los diálogos que sostengan estén encaminados a un cese al fuego bilateral. En la reunión estuvo presente el Comisionado de Paz, Danilo Rueda y miembros del grupo armado, quienes contaron con el acompañamiento de Noruega y la ONU. 

"El alto comisionado de Paz explicó el concepto de la Política de Paz Total del presidente Gustavo Petro, el marco constitucional y jurídico, y el enfoque territorial de la misma, los criterios de construcción de confianza, los presupuestos del diálogo. Un asunto central es la respuesta del gobierno en la Paz Total son las demandas ciudadanas sustanciales vinculantes y los derechos que deben ser garantizados para transitar al Estado Social y Ambiental de Derecho”, se lee en el comunicado. 

Atentos: Reunión clave entre el Comisionado de Paz Danilo Rueda y las disidencias de Farc con acompañamiento de Noruega y de @MisionONUCol en la que se abre la puerta a un cese bilateral del fuego para iniciar diálogos de “paz total”. Vía @UltimaHoraBLU @BluRadioCo pic.twitter.com/XJJWmCViVp

— Ricardo Ospina (@ricarospina) September 18, 2022

También, en el mismo documento dice que para que se inicien los diálogos de paz todas las estructuras de las FARC EP deben ser consultadas y que es importante la participación de actores neutrales para garantizar el buen desarrollo de este proceso.  

Es importante recordar que días atrás, integrantes de la columna móvil 'Urías Rondón' de las disidencias de las Farc, afirmaron que estaban listos para pactar un cese bilateral al fuego con el Gobierno nacional. El comandante de esta columna, Óscar García, dijo lo siguiente: 

Estamos seguros que si el presidente Petro quiere una paz total, debe hablar con las comunidades de estas zonas que desde hace décadas invierten parte de sus recursos obtenidos de la venta de la hoja de coca en carretas, escuelas y puestos de salud, escenarios deportivos, obras que tienen que asumirlas el Estado colombiano y no los campesinos.

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