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Alejandro Cheyne rector de la universidad El Rosario asegura que no ha pensado en renunciar
Según el directivo, solo un 2.4% del personal ha sido desvinculado en los últimos siete meses, muchos de los cuales se encontraban en licencias prolongadas.
Alejandro Cheyne, Rector de la Universidad del Rosario, abordó las múltiples controversias que han surgido alrededor de su gestión, en particular, las críticas provenientes de estudiantes, exdirectivos y docentes, quienes han expresado sus inconformidades en diversos medios de comunicación
Cheyne, quien ha dedicado más de tres décadas a la educación superior y posee una amplia experiencia en gestión universitaria, desestimó las alegaciones sobre despidos injustificados y conflictos de interés, asegurando su compromiso continuo con la institución.
Según el rector, solo un 2.4% del personal ha sido desvinculado en los últimos siete meses, muchos de los cuales se encontraban en licencias prolongadas.
Cheyne desmintió las acusaciones de despidos masivos, argumentando que muchos excolaboradores estaban en situaciones que ya no correspondían con las necesidades de la universidad.
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Asimismo, abordó las acusaciones sobre posibles conflictos de interés, destacando la singularidad del sistema de gobierno de la Universidad del Rosario, que involucra a los 15 mejores estudiantes y a cinco miembros de la junta directiva en la selección del rector, lo que según él, garantiza un liderazgo legítimo y eficaz.
Sobre el plano financiero, Cheyne presentó un panorama alentador, contradiciendo las preocupaciones manifestadas por algunos profesores de la facultad de Economía.
El rector citó un excedente neto positivo de 2.265 millones de pesos para 2023 y de 4.960 millones para el primer trimestre de 2024, destacando además un EBITDA de 15.064 millones en el mismo período.
Sin embargo, un análisis realizado por profesores de la facultad de Economía pinta una imagen menos optimista. Ellos señalan un aumento preocupante en las obligaciones financieras de la universidad, que saltaron de 67.000 millones de pesos en 2022 a 120.000 millones en 2023.
Según el análisis, los excedentes operacionales de la universidad no cubren los costos financieros, presentando una cobertura de intereses negativa.
Además, critican la estrategia de la administración de reducir inversiones en títulos a largo plazo para adquirir capital físico, una decisión que, en su opinión, compromete la estabilidad financiera futura de la universidad.
En respuesta a estas preocupaciones, los académicos instan a un reajuste en las políticas financieras de la institución para garantizar su solvencia a medio y largo plazo, subrayando la urgencia de reevaluar las decisiones de inversión y gestión de deuda antes de que las consecuencias se vuelvan insostenibles. Alejandro Cheyne finalizó reiterando su intención de no renunciar.
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