La otrora líder política del Partido Conservador, Noemí Sanín quien renunció en el año 2009 a la embajada de Colombia en el Reino Unido para aspirar a la Presidencia de la República, acaba de llevar ante la justicia a la empresa española Torrescamara, porque presuntamente no pagó sus honorarios como lobista en el proyecto de tranvía ligero Regiotram, también conocido como el tren de cercanías de la Sabana de Bogotá, que finalmente fue adjudicado a un consorcio chino por US$800 millones.
Y es que luego de seis años, de intensa labor por parte de Noemí Sanin, también exembajadora de Colombia en España, en la que logró reunir a los representantes de Torrescamara y Vossloh, hoy Stadler, con el vicepresidente Germán Vargas Lleras, el gobernador de Cundinamarca Jorge Rey, el director de Planeación Nacional Simón Gaviria, el ministro de Transporte Germán Cardona, el director de la ANI, Luis Fernando Andrade y hasta el Alcalde Mayor de Bogota, Enrique Peñalosa, todos se quedaron con los crespos hechos, tanto el consorcio español que presentó la iniciativa y perdió tiempo y dinero como la otrora excandidata presidencial a la que no le pagaron.
La historia se remonta al año 2013 cuando el consorcio integrado por las firmas españolas Torrescamara, Stadler Valencia y FGV, diseñó la que sería la primera línea del tranvía ligero que conectaría a Bogotá con el departamento de Cundinamarca, en un corredor de 39.6 km que comprende los municipios de Facatativá, Madrid, Mosquera, Funza y la estación del metro de la capital.
Un sistema cien por ciento eléctrico con 17 estaciones en poblaciones de la sabana y en tres localidades de Bogotá que permitirá movilizar a 44 millones de usuarios al año.
La firma valenciana con presencia en Madrid, Teruel, Peru, Paraguay, Uruguay, Arabia Saudí y Colombia que se promociona como una de las de mayor solvencia técnica en construcciones de cualquier tipo, desde ferroviarias y portuarias hasta hidráulicas, carreteras y edificaciones, puso su atención en el tren de cercanías en el año 2013.
El 30 de agosto de ese año, la firma anunció con bombos y platillos que junto con otras dos empresas que integraban el consorcio había sido preseleccionada para continuar con el proyecto ferroviario, luego de que estos hubieran presentado el proyecto mediante una Asociación Pública Privada, APP.
En su propuesta se inspiraron en el tren Tram que funciona en Alicante, España, en donde en los tramos interurbanos opera como un tren de cercanías de hasta 100 km/h y en el ámbito urbano como un tranvía. El proyecto lo estimaron en US$1.000 millones.
Incluso en su página postearon un video alusivo a su propuesta, “algo va a pasar en Bogotá, algo que hará que todo avance, que todo se articule, que todo fluya; un nuevo concepto de movilidad, menos contaminante, más rápido y seguro, el BogoTram...”.
Tal y como lo advirtieron en su pieza audiovisual el proyecto fluyó, pero sin ellos. Siete días antes de dejar su cargo como gobernador de Cundinamarca, el 23 de diciembre de 2019, Jorge Rey adjudicó el Regiotram de Occidente al consorcio China Civil Engineering Construction Corporation CCECC. El contrato lo suscribió su sucesor y hombre de confianza el recién electo gobernador Nicolás García, el 7 de enero de 2020 y en el 2024 deberá entrar en operación.
Aunque los españoles fueron quienes vendieron la idea inicial, al final no se presentaron a la licitación. No entregaron declaraciones públicas del transfondo de lo sucedido.
Sin embargo fuentes cercanas a la firma le dijeron a El economista.es que “los numerosos cambios introducidos por la administración colombiana, que afectaron el trayecto, más paradas y los vehículos hacían inviable la inversión”.
También aseguraron que las tasas de cambio, el incremento en la prima de riesgo y las características técnicas exigidas en los materiales, “han evitado la presencia de ofertas europeas”.
En otras palabras, la empresa le trabajó a un proyecto que al final fue modificado y que atrajo inexplicablemente a un solo oferente, los chinos.
Pero la firma española no fue la única que perdió su esfuerzo de años. Lo mismo le ocurrió a quien fuera su lobista en Colombia en el proyecto, Noemí Sanin.
Meses después de suscribirse el contrato entre los chinos y la gobernación de Cundinamarca, Sanin Posada le solicitó a la justicia practicar una prueba anticipada con el propósito de que la empresa reconozca que ella los había asesorado desde el año 2014 y les había conseguido citas en entidades del gobierno nacional, gobierno departamental y la alcaldía de Bogotá, entre otras gestiones.
Para demostrar su ardua labor en el Regiotram y que no le fue remunerada, Sanin de la mano de un abogado solicitó se practicará un interrogatorio de parte. Veinte preguntas que dejaron al descubierto el intenso lobby que marcó el proyecto de tren de cercanías.
La audiencia virtual de prueba anticipada se celebró el pasado 21 de julio a las 10:00 am y a ella asistió Noemí Sanin. Allí, el apoderado de Sanin le preguntó al empresario español Juan Pastor Ruiz, representante legal de Torrescamara sucursal Colombia, si existía contrato verbal de prestación de servicios entre la empresa y Sanin. Este negó dicho contrato, lo que generó la sonrisa que ha caracterizado a Sanin en su vida pública.
La siguiente pregunta versó sobre si Sanin había recibido alguna remuneración u honorarios durante los cinco años que había trabajado para sacar adelante te el proyecto del Regiotram. El representante español, una vez más negó algún vínculo o pago.
En cuanto a la labor de la excandidata presidencial, así como del objeto del contrato era el de asesorarlos en la viabilidad y consecución de la APP, además de la elaboración de una estrategia, análisis técnicojurídicos, la preparación y consecución de citas y evaluación posterior. “Torrescamara nunca contrató a la señora Noemí, ni como empleada”, advirtió el representante legal de la firma ante la pregunta que reformuló el juez.
En el siguiente interrogante el abogado de Noemí Sanín hizo referencia a un correo electrónico de diciembre de 2017 en el que Juan Pastor Ruiz le informa a Sanin y Ricaurte que ya se había enviado un derecho de petición al DNP para que entregaran el estudio de la demanda que realizaron para contrastar la demanda de Regiotram.
“Espero que con los comentarios que les hizo la doctora Noemí el día de la reunión en DNP nos faciliten esa información rápido”, señaló Pastor Ruiz, en la comunicación en poder de la Agencia de Periodismo Investigativo, API.
Sin embargo, este no es el único correo que prueba la intensa labor de lobby de Sanin con altos funcionarios del Estado colombiano en favor de los españoles para que obtuvieran una obra por más de US$800 millones.
Otro correo de noviembre de 2017, a las 11:58 am, una de las personas de mayor confianza de Sanin, Miguel Ricaurte Lombana socio de Silk Banca de Inversión, envió a los representabtes de las empresas españolas Iñigo Parra, Eugenio Mendoza, Ortega Román, Juan Camara, Pedro Catalán, lo que se denominó una agenda de visita a Colombia.
Ricaurte Lombana es esposo de Martha Juliana Silva, ellos junto a sus hijos donaron cada uno $80 millones al partido Centro Democrático para la campaña de Iván Duque a la presidencia. Fueron socios en esa banca de inversión del empresario de las telecomunicaciones el venezolano Oswaldo Cisneros quien falleció en noviembre de 2020.
También el jueves 9 de noviembre se programaron tres citas. A las 11:39 am con Luis Fernando Andrade presidente de la ANI y Dimitri Zanninovich, a las 2:00 pm con el ministro de Transporte Germán Cardona y a las 5:00 Pm con el gobernador de Cundinamarca, Jorge Rey.
Diez días después, los representantes de las firmas tenían agendada una cita con Luis Fernando Mejía, director del Departamento Nacional de Planeacion. En el mismo correo se les advierte que la cita clave era con dicho funcionario.
En otro correo los españoles le agradecieron su prolífica gestión. “Muy querida Noemí, (...) quisiera además de agradecer tu confianza en nosotros, transmitir que estamos muy ilusionados con el proyecto de tren ligero proyectado para Bogota y la región de Cundinamarca, un proyecto que será prioritario en nuestra empresa y en la cual aplicaremos todos nuestros recursos para asegurar el buen desarrollo”.
Acorralado por el cruce de correos electrónicos, Juan Pastor le confesó al juez que Torrescamara sí tenía un contrato pero de colaboración con la firma de banca de inversión Silk y por eso, aseguró los correos siempre iban dirigidos a sus representantes.
“El objeto era la promoción de la venta de los productos, así como la consecución de los contratos de obra pública o privada de Torrescamara. A través de Silk conocimos a la doctora Noemí y evidentemente nos acompañó y organizó unas reuniones referentes al proyecto Regiotram, pero siempre a través de Silk, el contrato era con ellos”.
La respuesta del español, causó una gran carcajada de Noemí Sanin por lo que fue requerida por el juez quien advirtió que iba a silenciarle el micrófono y le pidió apagar la cámara para que con sus gestos no influyera en las respuestas.
El representante de Torrescamara tampoco reconoció que le hubieran pedido directamente a Sanin la solicitud de reuniones con entidades del gobierno nacional, así como la gobernación de Cundinamarca y la alcaldía de Bogotá, “estás se solicitaron fue a Silk con quien teníamos el contrato. Hemos tenido correos cruzados con Noemí Sanin”, aseguró.
Otro de los cuestionamientos que le hicieron a Torrescamara radicó en porqué Noemí Sanin fue presentada por los representantes del proyecto Regiotram como su asesora ante el vicepresidente German Vargas Lleras y los altos funcionarios Luis Fernando Andrade, Germán Cardona, Enrique Peñalosa y Jorge Rey.
El representante español Pastor Ruíz confesó que evidentemente Noemí Sanin los acompañó a todas las reuniones con los directores de las entidades y con los funcionarios que tenían el poder de decisión, “las presentaciones de las reuniones no las hacíamos nosotros, pero sí que es verdad que siempre nos acompañaba la doctora Noemí y no recuerdo más”.
Tras el interrogatorio, Ruíz aseguró que la firma sufragó todos los gastos de un viaje que Noemí Sanin hizo a Valencia, España para que conociera todos los pormenores del proyecto Regiotram. “Se organizó para los que estaban relacionados con el proyecto conocieran lo que se estaba presentando”.
También quedó claro que en las reuniones con los altos funcionarios del Estado como el vicepresidente Germán Vargas Lleras, el gobernador Jorge Rey, el director de planeación Simón Gaviria, el alcalde de Bogotá Enrique Peñalosa y Luis Fernando Andrade el director de la ANI siempre se habló de la conveniencia de la aprobación y apoyo para sacar adelante el tren de cercanías.
Esto se confirmó a través de un correo electrónico del 31 de agosto de 2015 en el que Miguel Ricaurte quien se presentaba como coordinador del grupo de empresarios españoles en Colombia, le solicitó a Sanin Posada gestionar la cita, “con el vicepresidente de la República para presentar las firmas originadoras de los metros ligeros de Facatativá y de Soacha y presentarle el proyecto”.
Posteriormente, el 15 de enero de 2016 Torrescamara se reunió con Luis Fernando Andrade presidente de la ANI, gracias a la gestión de Noemí Sanin.
Una de las curiosidades que dejó el interrogatorio es que el proyecto empezó a tener dificultades cuando en una reunión Luis Fernando Andrade le manifestó a Noemí Sanin y a los representantes de Torrescamara que el proyecto no se iba a desarrollar por la oposición de Enrique Peñalosa como alcalde de Bogotá.
No obstante, Noemí Sanin para no perder los tres años de trabajo que llevaba la firma dedicada al Regiotram encaminó su labor de lobby para que el proyecto que no era viable como se había concebido por parte de los españoles, sus estudios y diseños fueran vendidos, “lo que finalmente se consiguió por sugerencia del gobierno nacional y la ANI y que ejecutó la gobernación de Cundinamarca por un valor aproximado de $25.000 millones”.
El representante de la firma española confesó que no se fueron con las manos vacías, pues a través de la empresa Silk se logró vender el proyecto, “la gobernación de Cundinamarca nos compró el proyecto” confesó Juan Pastor.
Pero Sanin no solo se encargó del lobby con el gobierno nacional y local, y de la venta del proyecto cuando éste fue desechado por parte de la alcaldía, también de la consecución de recursos con él sector privado para completar la financiación que requería el Regiotram.
Al finalizar la asesoría y trabajo como lobista de la expolítica y excanciller Noemí Sanin con el tema del Regiotram decidió viajar a Madrid, España para finiquitar el tema de sus honorarios de casi cinco años de labores. Su entrevista fue con el socio principal de Torrescamara, Juan Cámara.
Adicionalmente, este le advirtió que, “la situación estaba difícil y no tenían dinero”, “ si tengo conocimiento de ese viaje y de la reunión, pero creo que a la solicitud de la doctora Noemí, se le advirtió que no había ninguna relación contractual que ésta era con Silk y que tampoco se había jamás hablado de un valor o un monto”, indicó al juez Juan Pastor.
Al final, el representante legal de la firma confesó que él participó en una reunión en la casa de Sanin Posada en la que se habló de Regiotram y de Transmilenio.
La comisión que pretende la excandidata presidencial es millonaria. Por ello acudió a la justicia civil y asegura en privado y en los estrados que no está dispuesta a regalar su influyente trabajo. La compañía española se ha negado a pagar por sus servicios. Mientras tanto, el tren de cercanías Regiotram avanza en su construcción, un negocio en su génesis que deja más sombras que luces y que apenas comienza a evidenciarse su real trasescena.
Le puede interesar: