Han pasado seis meses desde que el huracán Iota con vientos superiores a los 60 km por hora arrasó con la isla de Providencia. Aunque el gobierno de Iván Duque prometió la reconstrucción en cien días, a la fecha, según los raizales, sólo se han edificado dos viviendas nuevas y otras pocas refaccionadas.
Las ayudas no llegaron de acuerdo con lo anunciado, la reconstrucción tampoco, pero lo que sí les llegó fueron 446 kilogramos de cocaína, en pleno Paro Nacional, mientras las autoridades se concentraban en controlar los bloqueos, vandalismo y disturbios.
Desde el aeropuerto de Guaymaral, a las 6:12 am de este domingo, despegó la avioneta N722KR, serie LJ-1065. Se trata de una aeronave con 37 años de antigüedad matriculada en Estados Unidos que aterrizó en el aeropuerto El Embrujo de la isla con casi media tonelada de alcaloide.
Era su vuelo 131 del año. Según registros de vuelo obtenidos por la Agencia de Periodismo Investigativo, API, ha hecho recorridos a Nuquí, Villavicencio, Puerto Asís, Punta Cana, Cali, Cartagena, entre otros destinos.
Adicionalmente, los días anteriores a la incautación, es decir entre el lunes 17 de mayo y el viernes 14 de mayo, la aeronave había aterrizado en los aeropuertos Perales de Ibagué, El Dorado en Bogotá, Benito Salas de Neiva y Santiago Vila de Girardot. Al respecto, conocedores de la industria de la aviación aseguraron que la compañía de tiene un hangar en Guayamal, muy cerca de la Policía Antinarcóticos.
Juan Cadena y Harold Rivera, de 31 y 53 años de edad, los tripulantes de la aeronave, según le confirmaron fuentes de la Policía Nacional a la Agencia de Periodismo Investigativo, API, cuando les preguntaron que contenía la carga, “se asustaron y dijeron que llevaban material humanitario para la isla, concretamente tapabocas, pero al corroborar el contenido nos encontramos con media tonelada de alcaloide”.
Según la aceptación del certificado de matrícula extranjera y permiso de explotación RME9341 de la Aeronáutica Civil, la empresa a la que se le concedió el permiso de explotación es Interandes Helicópteros S.A.S. Registros oficiales indican que la avioneta tiene un valor de $1.503 millones.
Se trata de una empresa constituida el 5 de diciembre de 2012 en Bogotá con un capital de $130 millones pagado por partes iguales por Miguel Jaramillo Arango y Fernando Alfonso Escovar Langebeck. Según el documento privado de constitución la sociedad funcionaría en la carrera 13 con 86 A, al norte de Bogotá.
Desde entonces los socios acordaron que su representante legal sería Miguel Jaramillo, cuyo nombre se hizo público cuando las revistas del corazón le contaron al país que era desde el año 2005 el esposo de la actriz y humorista Alejandra Azcárate, quien no tiene ninguna relación con los negocios de Jaramillo.
Incluso, el portal de gestión de vivienda Metro Cuadrado, el 31 de julio de 2015 público un artículo de la vivienda de la pareja en la que destacó los diseños de tendencia europea y arte de principio del siglo XX.
Por su parte, la actriz a mediados del año pasado, narró a un programa de variedades que era muy feliz con Miguel y que no le gustaba exponer el entorno de su hogar. Aunque han sido constantes los rumores de una separación. Incluso Azcárate anunció públicamente la contratación de un reconocido penalista para demandar a quienes aseguraron que se había divorciado.
Jaramillo y su socio constituyeron la empresa que opera la avioneta con el cargamento de droga, con un objeto social de índole general, es decir, la realización de cualquier actividad lícita, la actividad secundaria que registraron y han desarrollado es la de transporte aéreo nacional de pasajeros.
En la misma dirección donde opera la empresa que presta servicios de transporte aéreo de pasajeros funciona otra empresa de Jaramillo, Lamuvi Films, constituida el 22 de agosto de 2005 por él y por otras cuatro personas cuyo objeto principal es la explotación comercial de medios publicitarios en la industria de televisión y cine entre otras actividades y negocios.
La firma se suscribió con un capital de cien millones de pesos cuyo principal accionista fue Miguel Jaramillo Arango, a quien presentan como “uno de los directores colombianos con mayor trayectoria en el medio. Cursó publicidad en Manizales para luego realizar sus estudios de cine entre Rockport, el Estado estadounidense de Main y Los Angeles”.
Destaca la productora Lamuvi Films en su página web que “El Flaco Jaramillo” como se le conoce pasa su vida “entre cámaras, filmaciones, saltos de paracaídas y aviones, siempre buscando compartir lo que más le gusta con su equipo”.
Aunque esta es su actividad más conocida pues se promociona como cineasta conoce muy bien el mundo de la aviación pues ha aparecido como presidente de la Asociación de Aviación General AOPA, un gremio privado cuya misión es la defensa de los usuarios de la aviación privada.
Al respecto, fuentes de la Aeronáutica Civil señalaron que Jaramillo envía frecuentes comunicaciones a la entidad, derechos de petición y son constantes sus requerimientos, “trata a varias instituciones de gestión deficiente y burocrática porque no le gusta que las autoridades le impongan controles”, destacó una funcionaria de la entidad.
De otro lado, su socio Fernando Escovar, cuatro años después de haber conformado la empresa de transporte de pasajeros, constituyó Frutales del Norte SAS, una sociedad creada mediante documento privado el 14 de Marzo de 2016 cuyo objeto esencial es la explotación de agricultura y ganadería, pastos, forrajes y el fomento de cultivos de limón, arroz, maíz, sorgo, trigo y otros cereales.
El capital pagado fue de cien millones de pesos. Sin embargo, el pasado 27 de noviembre mediante acta número cinco ampliaron el capital a $3.000 millones.
Según información de la policía en Providencia, la droga incautada tiene un valor en Colombia de $5.000 millones y en el mercado de Estados Unidos, a donde se presume que iba a llegar la cocaína, se estima que tiene un precio de US$35 millones. De igual forma, fueron decomisados $102 millones en efectivo.
Al respecto, la coronel María Elena Gómez, comandante de Policía de San Andrés y Providencia, indicó que continúa su lucha incansable contra los delitos priorizados, “en este caso, el tráfico de estupefacientes e invitó a la comunidad sanandresana a combatir este flagelo”, aseguró.
Esta Agencia intentó comunicarse en varias ocasiones con Miguel Jaramillo, pero no correspondió los mensajes. En las próximas horas, según fuentes de la Fiscalía, será llamado a explicar porque una de las avionetas de la empresa que opera y de la cual es el representante legal llevaba media tonelada de droga a Providencia.
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