El jueves de la semana pasada se conoció una denuncia en contra de Permoda Ltda, compañía especializada en la producción y distribución de los productos textiles de KOAJ en Colombia.
Un señalamiento que evidencia acoso sexual y laboral; sin embargo, pocas horas después de hacerse pública la denuncia empezaron a salir a la luz pública más casos en ámbitos diferentes al inicial.
En efecto. Se desencadenaron historias contra la empresa y sus directivos por maltrato psicológico, humillaciones, no pago de horas extras y la incomodidad de algunos gerentes por incapacidades médicas de los trabajadores.
Juana Camila Pérez es la joven que destapó la situación que ocurrió dentro del establecimiento comercial. Por medio de redes sociales, señaló a los gerentes Brayan Smith Medina y Bernardo Medina por presunto acoso sexual y laboral, respectivamente.
Junto a ella, hasta la fecha se conocen al menos seis denuncias similares que involucran a otros gerentes de KOAJ, que la Agencia de Periodismo Investigativo, API, documentó.
La situación denunciada por Juana Camila se remonta a mayo de 2019 cuando en la tienda KOAJ 094, ubicada en el centro comercial Gran Plaza Bosa, donde Brayan Smith Medina fungía como gerente. Su labor como asesora comercial comenzó a puerta cerrada debido a la emergencia sanitaria generada por el Covid-19.
Sin embargo, aproximadamente un mes después de haber empezado a trabajar en el local, cuando el hombre comenzó a incomodar a la joven con comentarios morbosos sobre su cuerpo. Y aunque Juana lo ignoraba y le exigía respeto, pero la situación empeoró.
La mujer asegura que Medina intentaba tocarle sus senos y frente a su reacción de rechazo, él simplemente se reía. A la incómoda relación laboral se le sumó que su hora de almuerzo era más tarde y sin ningún compañero de trabajo.
Detalló que en una ocasión el hombre llegó hasta donde la joven se encontraba almorzando y le intentó tocar las piernas. La situación llenó de pánico Juana Camila que no tenía escapatoria, pues el hombre la enfrentaba y humillaba diciendo: “yo soy el gerente y usted una simple asesora”.
La situación se presentaba a diario, denuncia la mujer. Además, aclara que nunca se vistió exhibiendo su cuerpo, en cambio utilizaba su ropa de dotación. El acoso sexual llegó al punto en que el gerente Medina golpeó los glúteos de Juana en frente de un grupo de clientes.
Entre otras acciones, el hombre intentaba obligarla a besarlo y la asediaba en cualquier momento en que estaba a solas hasta el punto de iniciar en ella un cuadro de depresión. Pero existía una salida y era contar la situación frente al gerente de zona, Edison Pérez.
La afectada acudió al directivo, le contó lo ocurrido y la respuesta fue: “Brayan es hombre, también le dan ganas”. Ante los hechos, la mujer pidió cambio de tienda, esperanzada en que la situación no volvería a suceder, pero en cambio, el acoso pasó de ser sexual a ser laboral.
Tras el traslado, al llegar a la tienda 180, ubicada en el Centro Comercial Mercurio, Juana conoció a Bernardo Medina, el hombre que más adelante no le permitiría hacer válida su incapacidad médica ni aislamiento por Covid-19.
El nuevo hecho contra la joven se presentó por una situación médica. Para ese momento, Juana ya presentaba afecciones por los hechos vividos en la tienda de Gran Plaza Bosa. En su llegada al establecimiento, informó a su jefe que se encontraba enferma.
Juana presentaba fiebre, cansancio por, según ella, las largas jornadas laborales, que la llevaron al 29 de diciembre de 2020 a una clínica donde le reportaron que estaba contagiada de coronavirus. Por la enfermedad, recibió tres días de incapacidad y orden de aislamiento.
Pero al presentar las pruebas ante su nuevo jefe, recibió rechazo. Permitió tres días de incapacidad y no autorizó el aislamiento. Volvió a la tienda el 2 de enero de 2021 con el riesgo de contagiar a compañeros de labores y clientes de la tienda.
Incluso, la mujer presentó su caso ante la generalista de la compañía y medicina laboral, pero la respuesta fue que tenía órdenes para obedecer o simplemente perdería su puesto de trabajo.
Y como si no hubiese sido suficiente ante el acoso sexual, el laboral y el trabajar con Covid-19, siguieron contra la joven humillaciones y amenazas. Entre las nuevas acciones en su contra se conoció que no la dejaban ir al baño, no le daban tiempo para almorzar, mientras la amenazaban con despedirla y le gritaban en frente de los clientes de la tienda.
Así las cosas, para junio de 2021 Juana Camila recibió su primera incapacidad por un mes que se convirtió en 225 días incapacitada y un total de 30 incapacidades. La causa: Fibromialgia por estrés, dolor crónico, lumbago con afectación en el nervio ciático, episodio depresivo severo, que se transformó en ansiedad generalizada que derivó en la pérdida de la movilidad de su pierna izquierda.
Aunque la denuncia por estos hechos fue puesta en conocimiento de la Fiscalía, el Ministerio del Trabajo y la Procuraduría, no se conocen acciones en contra de los implicados. Por el contrario, surgieron nuevas denuncias.
Se conoció otro relato que indica que Bernardo Medina “humilla con palabras a los empleados”. La víctima de este caso puso la respectiva queja, pero no obtuvo respuesta alguna. “Esta empresa parece que no tuviera área de recursos humanos”, argumenta el denunciante.
Entre otras acciones contra los trabajadores de las tiendas se evidenció que, en un caso, les era permitido ir al baño solo una vez, no podían salir en la hora del almuerzo y el trato era en medio de insultos. Incluso, en medio del maltrato psicológico y laboral, una joven presentó su renuncia el 2 de enero que tuvo respuesta de la empresa.
“La compañía toma atenta nota de su determinación de finalizar el contrato de trabajo por renuncia pura y simple, y le indica que no acepta las manifestaciones realizadas por usted respecto de un supuesto acoso laboral e incumplimiento en los horarios de trabajo”, resalta la misiva conocida por esta Agencia.
Geraldine Roa denunció hechos similares. Su caso se presentó aproximadamente en mayo de 2021 cuando fue víctima de acoso sexual y laboral en la tienda 532 del Paseo Villa del Río.
La joven acusó a Leonardo Fabián Vera Perdigón de hacer comentarios morbosos e inapropiados. Incluso, confirmó que el hombre golpeó en sus partes íntimas a una de sus compañeras y aunque se realizó una denuncia con los casos ocurridos ante la generalista, no obtuvieron ninguna respuesta.
Roa, quien también pidió cambio de tienda para seguir laborando, llegó al establecimiento de la misma marca ubicado en Mall Plaza donde la recibieron preguntándole si “le habían echado mano y que por esto me habían cambiado”.
“Hago esta denuncia para que se den cuenta que esto no es un solo caso como el de Juana Camila Pérez sino que a diario muchas niñas están siendo acosadas sexualmente por estos señores, como pasó también con mis compañeras de tienda que al mismo tiempo que yo era acosada ellas también lo eran”, manifestó la joven.
Contra Vera Perdigón surgió otra denuncia. Paola Cardozo, una joven que afirma trabajó más de dos años como cajera en el establecimiento comercial, corrobora que el hombre, así como a Roa, utilizó lenguaje malsano sobre su cuerpo.
Asegura que Vega Perdigón se intentaba poner detrás de ella en la caja, pero la situación también ocurría con sus compañeras de trabajo. Ellas coincidían en la actitud del hombre y a todas les afectaba. Por eso, pedían cambio de tienda, pero entonces “empiezan a acosarte laboralmente con los horarios y los descansos”, aseguró.
Y es que la dificultad para generar la denuncia de las víctimas es el miedo a perder el empleo. Según el DANE, para la fecha que se cuenta ocurrieron los hechos, un colombiano, en promedio, tarda entre cuatro y seis meses en reubicarse laboralmente.
Aunque a los jóvenes se les presentan un mayor número de ofertas, son los que más demoran en encontrar trabajo, con 31 semanas frente a las 20 que tarda a nivel nacional una persona desempleada de otra población.
Trayendo las cifras a la actualidad, el informe sobre empleo y desempleo a corte de diciembre de 2021, representó una disminución del 11,0%, es decir, 2,4 puntos porcentuales respecto al mismo mes de 2020 (13,4%).
La tasa de desempleo de los jóvenes (14 a 28 años), población que denuncia los acosos en las tiendas, durante el trimestre octubre-diciembre de 2021 fue 18,1%, 3,5 puntos porcentuales menos que la registrada en el mismo periodo de 2020 (21,6%).
De allí que, aunque actualmente la tasa de desempleo disminuyó, la situación se presentó en años cuando era más complicado para los jóvenes encontrar empleo. Además de las restricciones por la pandemia y el contagio de los empleados que representaba aislamiento obligatorio y para los trabajadores en KOAJ, problema con sus funcionarios de la parte administrativa.
Emmanuela Jiménez Garzón, otra víctima. Afirma que trabajó en Permoda LTDA, en la tienda 060 en Chapinero. El gerente, de nuevo fue, Leonardo Fabián Vera Perdigón, a quien acusa, como las demás mujeres, de acoso laboral y sexual.
Al igual que las anteriores denunciantes, el hombre realizaba comentarios refiriéndose de una manera déspota hacia el género femenino, así como comentarios inapropiados y fuera de lugar sobre el cuerpo de las trabajadoras de la tienda.
De esta manera, al momento de que alguien mostrara inconformidad por los hechos, iniciaba la presión: horarios largos, exigencia de mayores ventas, aunque se lograra la cuota, entre otros métodos que tenía a su alcance por su posición laboral.
Jiménez Garzón expresó que se vio afectada en su salud mental y tranquilidad, pero al comentárselo al gerente de la tienda, éste lo usó en su contra e incluso fue objeto de burlas.
La obligaba a presentar la carta de renuncia, acción que la joven hizo y dejó en evidencia la actuación del hombre. Pero, al igual que en los demás casos, no se generó ninguna respuesta por parte de la empresa.
Por otro lado, en conversaciones internas con las jefes de los empleados de KOAJ, se conoció que las respuestas frente a los reclamos eran “No vengas con tus cosas a enfrentar con el equipo porque vamos mal y por esa actitud de ustedes es que no avanzamos. Deje tanta bobada y venda, trabaje más bien”.
Mientras que la situación frente a las incapacidades tenía como respuesta: “¿Otra vez incapacitada? ¿Qué es lo que tienes? Preocupante tantos días sin trabajar”, era la respuesta recurrente de los encargados de la parte administrativa.
Según sentencia T-432-21, la Corte Constitucional permite la publicación de denuncias sobre discriminación y acoso en redes sociales. Así, aunque goza de protección constitucional, exige responsabilidad con la información que se divulga.
La decisión se tomó en la Sala Quinta de Revisión, con ponencia de la magistrada Paola Andrea Meneses Mosquera, que reconoció la importancia de la labor de ciberactivismo que colectivos llevan a cabo por medio de redes sociales.
Igualmente, resaltó que la Constitución protege el derecho de las mujeres y de los particulares a denunciar por redes sociales los actos de discriminación, violencia, acoso y abuso de los que sean víctimas o tengan noticia.
“Las mujeres, periodistas y usuarios de redes sociales no están obligados a esperar a que se produzca un fallo judicial para informar la ocurrencia de tales hechos delictivos. Imponer una carga de esta naturaleza a las víctimas y emisores de información resultaría desproporcionado, inhibiría el ejercicio de la libertad de expresión e información por medios digitales, invisibilizaría las denuncias de las mujeres y profundizaría la discriminación de género”, indicó la Sala.
Y continuaron las denuncias. Otra víctima es un hombre que trabajó en la tienda outlet Kennedy 086 desde septiembre de 2021. En el local, luego de una semana de trabajo, el subgerente Jimmy Andrew Delgado le manifestó que no le gustaba trabajar con hombres en la caja.
En medio de no haber recibido el entrenamiento adecuado ni la dotación, el joven fue víctima de malos tratos. Asegura que era tratado de “bruto, de lento, que si no hacía las cosas como él pedía, me iba enviar a recorrer toda la ciudad, y a dormir en Transmilenio”.
El afectado expuso el caso ante la empresa, pero al no tener pruebas de lo ocurrido, no pudo continuar con la denuncia. Entre tanto, además del maltrato laboral y el acoso, se mencionó maltrato psicológico y amenazas. Así como “horas extras autorizadas” que no fueron pagadas a final de mes.
Según otro afectado, el horario de trabajo se extendía por más de 12 horas. El caso se presentó en la tienda 041 outlet de la Américas donde Jhon Parra trabaja como gerente.
Contra él recaen los mismos señalamientos: acoso laboral, los empleados no se pueden quejar, generan cambio de tienda o los hacen renunciar. Pero, aunque se reconoce que hay muchas cosas buenas y gerentes con carácter y educación, se evidenció el caso de una gerente de Plaza de las Américas, llamada Alexandra por los afectados.
La víctima denunció que los empleados deben hacer parte de su grupo de amistad o si no el trato es malo. “Le habla bonito a sus supervisores y jefes y con sus empleados es una mierda”, destacó.
Mientras tanto, en la tienda del Centro Comercial Titán Plaza, la gerente Carolina Chacón recibió a un trabajador con una advertencia: “aquí no me gustan las incapacidades”. Si alguno se enfermaba, se conoció que hacía mala cara y empezaba a vociferar. “Ay se fue de vacaciones y ahora no saluda”, entre otras expresiones.
Frente al ambiente laboral, se asegura que es hostil y se sufre de acoso laboral. Incluso cuando las ventas no iban bien, Durley Cavidades, la subgerente, golpeaba los muebles o les daba puños a las mesas de la tienda.
Incluso las idas al baño se contabilizan y los trabajadores eran gritados frente a los clientes. Mientras tanto, en la tienda 159, ubicada en el barrio Restrepo, la situación fue similar.
La gerente y subgerente fueron denunciadas por maltrato verbal y laboral. Especialmente, la subgerente Cindy, asegura la víctima que establecía excesos en las horas laborales, mientras les decía a los trabajadores: "ustedes dependen mí".
Ante la presión social del caso, Permoda, por medio de un comunicado expresó que tienen la convicción y el compromiso de respeto por todos los derechos de su público, especialmente sus colaboradores.
“Rechazamos tajantemente cualquier acto como los que ellas (las denunciantes) exponen”, se lee. Así mismo, aseguraron que se inició una revisión de los casos, de los procesos internos y las acciones que realizarán frente a los hechos.
Sobre el caso de Juana y Geraldine informaron que fueron atendidos de acuerdo a sus procedimientos y reglamento interno de trabajo, pero no fueron concluidos debido a “situaciones personales de los involucrados suspendieron el normal desarrollo del proceso”.
Permoda, propietaria de las tiendas KOAJ informó que se comprometen a retomar el contacto con las denunciantes para profundizar en sus acusaciones. Así como para colaborar con las autoridades y tomar decisiones internas. Entre tanto, se informó que “los funcionarios involucrados serán suspendidos de su cargo”.
Por su parte, la firma Castro Muñoz & abogados informó que asumió la representación jurídica de Juana Camila Pérez, en un proceso penal iniciado contra Brayan Smith Medina por el presunto delito de acoso sexual.
También le puede interesar: