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Corte reivindica a heredera de Uninpahu, exsecuestrada, despojada por su esposo y ordena regreso a la institución

Un drama que comenzó hace 23 años cuando María Paula Linares fue rehén de las Farc. Tras ser liberada pasó a ser víctima de su pareja, quien además, la sacó de la universidad. Ahora Corte Constitucional intervino. Proceso penal por violencia continúa.

Juan Luis Velasco Uninpahu
Por Agencia Periodismo Investigativo | Créditos: Juan Luis Velasco, investigado y cuestionado por sus actuaciones personales y en la academia

Por: Norbey Quevedo - Ana Naranjo

María Paula Linares la hija del fundador de las universidades Los Libertadores y Uninpahu de Bogotá, secuestrada por  las Farc en 1999 y luego durante dos décadas víctima de su propio esposo y padre de sus dos hijas, Juan Luis Velasco Mosquera a quien acusó de violencia física, psicológica, económica y sexual; empieza a conocer el significado de la palabra justicia, aquella que le había sido esquiva durante décadas.

La Corte Constitucional con ponencia del magistrado Antonio José Lizarazo ordenó como medida provisional, suspender los efectos de las decisiones adoptadas por la Asamblea de Uninpahu los días 16 de marzo y 3 de septiembre de 2021 mediante las cuales su esposo Juan Luis Velasco, sin ser heredero del fundador Luis Hernán Linares Ángel, a través de maniobras dudosas, terminó apoderándose de este centro educativo y excluyendo a las verdaderas propietarias María Paula Linares y sus hijas.

Es el recorrido a la reivindicación vía tribunales que tuvo una nueva estación, cuando el pasado 2 de septiembre la Sala de Selección de Tutelas admitió para su revisión un recurso de amparo interpuesto por Linares y sus dos hijas. Invocaron su derecho al debido proceso, igualdad, libre desarrollo de la personalidad, honra, buen nombre y hasta el mínimo vital cercenados por su esposo y padre, Juan Luis Velasco.

En ella solicitaron se ordenara el reintegro de María Paula Linares en el cargo de canciller de Uninpahu. Así como de sus hijas M.L.V y C.V.L como miembros suplentes de la asamblea de la institución.

El magistrado Lizarazo, ante la gravedad de los hechos, ordenó la práctica de pruebas así como la remisión de los procesos penales, laborales y civiles promovidos por la heredera del fundador de Uninpahu y sus hijas en contra de su presunto victimario.

Antonio José Lizarazo
Foto: Corte Constitucional / Magistrado Antonio José Lizarazo


"(…) ante el riesgo que, de las piezas actuales obrantes en el expediente, se evidencia para los derechos fundamentales de las accionantes, y para evitar que una eventual vulneración se vuelva más gravosa, esta sala considera necesario ordenar medidas provisionales".

En su intervención ante la Corte Constitucional María Paula Linares sintetizó en un párrafo lo que ha sido su vida en las últimas décadas.

"Juan Luis Velasco Mosquera cuando fue mi esposo, me maltrató, ultrajó, y a través del ejercicio de violencia psicológica y física, afectó mi voluntad y mi desarrollo profesional y personal, creando por demás un escenario en que se apoderó de la gestión de la universidad que fundó y construyó mi padre".

La historia que estudia el alto tribunal para pronunciarse de fondo se empezó a tejer 23 años atrás. El 8 de julio de 2000 cuando María Paula Linares contrajo matrimonio con Juan Luis Velasco.

Habían transcurrido apenas seis meses desde su liberación, tras un año de secuestro en el Sumapaz por las Farc y luego que su padre, Luis Hernán Linares Ángel fundador de Inpahu, hoy Uninpahu y Los Libertadores, pagara sin éxito tres veces $10.000 millones por su rescate.

Luis Hernan Linares Ángel
Foto: Luis Hernán Linares Ángel, fundador de la Fundación Universitaria para el Desarrollo Humano Uninpahu y la Fundación Universitaria Los Libertadores


A las pocas semanas de su boda empezó a padecer en manos de su nuevo victimario, su esposo. La violencia se convirtió en su modo de vida, golpes, insultos, amenazas, gritos y todo tipo de agresiones psicológicas, físicas y sexuales.

Cinco años después se registró la primera evidencia de lo que sucedía en la casa de los Velasco-Linares. El 8 de julio de 2005 ante la Comisaría de Familia de Chapinero detalló que dos días atrás su esposo la había golpeado en la cabeza, manos, espalda y pecho.

Inexplicablemente la entidad solo generó una orden administrativa en la que citó para el 2 de agosto de 2005 a víctima y victimario. Ninguno de los dos compareció y el caso se archivó.

En 2008, María Paula regresó al mismo lugar. Advirtiendo que una vez más no recibiría la protección que solicitaba y solo pidió dejar una constancia.

Aseguró que de común acuerdo con Juan Luis Velasco había cambiado de domicilio con su hija de cuatro años de edad M.V.L, que este se encontraba de viaje, salió del país el 22 de abril de 2008 y había regresado el 4 de mayo y que, "única y exclusivamente por su voluntad no había visto a su hija" A pesar del extraño relato y su intención de dejar constancia, nadie indagó, ni investigó, ni hizo nada.

Uninpahu
Foto: Fachada Uninpahu, institución eje del conflicto 


La mujer no volvió a acudir a ninguna institución. Solo 16 años después, afligida y por el llanto de sus dos hijas menores suplicándole las sacara del infierno, se armó de valor

El 5 de febrero de 2021 acudió a la Fiscalía. Sin dinero, sin trabajo pues su marido  la había expulsado de su propia universidad, sin el legado de su padre y con las huellas psicológicas de años de maltrato contó su historia.

Antes de su secuestro cursaba séptimo semestre de Derecho en la Universidad Javeriana. Su padre Luis Hernán Linares Ángel la había vinculado a Uninpahu como promotora de ventas y luego, en 2001, la promovió en la secretaría general.

Pero el secuestro por parte de las Farc y luego su matrimonio impidieron que culminara sus estudios. Tenía su vida económica asegurada, pues los gastos los cubrían las universidades.

Jamás consideró que fuera a necesitar su título académico para proveer su manutención y la de sus hijas.

Campamento
Foto: Antiguo campamento de las Farc


Sin embargo, con la muerte de su padre, el 17 de diciembre de 2014, la violencia intrafamiliar que padecía se acrecentó con el propósito de su pareja de apoderarse de la universidad.

En el año 2017 María Paula y su único hermano Juan Manuel como herederos de Hernán Linares, acordaron distribuir el patrimonio legado. Así las cosas, él se quedó con la administración de Los Libertadores y ella con Uninpahu.

Mediante documento, su hermano Juan Manuel le cedió el 100% de las acciones que tenía su padre en más de cuatro sociedades que integraban la Asamblea General, Servicios San Pedro S.A.S, Servicios Carmen S.A.S, Servicios Martín S.A.S y Manuela Inversiones S.A.S.

María Paula hizo lo mismo con Los Libertadores. Así las cosas, cada uno de los hermanos quedó a cargo de una universidad.

Pero como ella desconocía la manera idónea de leer un balance y la situación financiera de la institución no era la mejor,  entró en escena Juan Luis Velasco a quien siempre su suegro Hernán Linares mantuvo al margen, pues él, al igual que el resto de la familia desconfiaba del hombre.

salon
Foto: Uninpahu / salón de clases de la Uninpahu


Pese al presagio, el 11 de diciembre de 2017, Velasco ingresó como miembro de la Asamblea General. Luego desde el primero de abril de 2018 y hasta el 15 de marzo de 2019, pasó a fungir como asesor e incluso a representarla en eventos nacionales y en el exterior.

No pasó mucho tiempo en llegar a la presidencia. Los ingresos de Velasco se tornaron millonarios, convocaba y presidía asambleas. Designó como rector a uno de sus mejores amigos, Diego Fernando Buitrago.

En contraste, la mujer narró a la justicia que cada vez que él requería de una firma o una nueva designación,  arreciaba el maltrato y las agresiones.

Ese mismo año Velasco, según los diversos expedientes de la justicia, revisados por la Agencia de Periodismo Investigativo, API, habría manipulado y violentado a su esposa para aumentar su participación en la Asamblea General. 

Hasta ese momento el máximo órgano lo integraba María Paula Linares y Juan Fernando Velasco como miembros principales y sus dos hijas como suplentes. Como personas jurídicas figuraban Servicios San Pedro y Squaw Didáctica SAS representadas por María Paula y Técnicos Empresariales, en cabeza de Juan Luis Velasco.

Fascimil de queja interpuesta en el ministerio de Educación
Foto: resolución mediante la cual el ministerio de Educación tomó medidas en Uninpahu


Pero el 31 de octubre de 2019, Velasco constituyó dos empresas, Asesorías Jurídicas Integrales Legalnet S.A.S y Servicios para la Innovación Educativa S.A.S. Inexplicablemente estas dos sociedades reemplazaron a las dos empresas que Maria Paula representaba.

Esta maniobra jurídica se oficializó en la asamblea del 2 de diciembre. Juan Luis Velasco quedó entonces con tres votos mientras que la heredera apenas con dos sufragios.

En el proceso que reposa en Fiscalía se evidencia que este poder absoluto lo logró con golpes, insultos y amenazas. "Yo decidí aceptar dichos cambios no porque Juan Luis tuviera más experiencia en temas administrativos, si no por el temor que le tenía como consecuencia de la violencia a la que me sometió durante años de matrimonio", le relató a la Fiscalía, a la Corte y a esta Agencia.

Con la pandemia de Covid-19 llegó el confinamiento y con esta la peor de las pesadillas para María Paula y sus hijas. Velasco la golpeaba, escupía, la arrastraba, le mojaba los alimentos para que no pudiera comer y le gritaba que solo servía para "graznar y cagar".

En la valoración realizada por Medicina Legal se evidenció que el secuestro dejó en la mujer secuelas de vulnerabilidad que se acrecentaron con insultos propinados por Velasco como "que era una bruta, puta y borracha".

Fascismil de expediente ante la Comisaria de Familia de Usaquén
Foto: Fascismil de expediente ante la Comisaria de Familia de Usaquén


La gota que rebozó la copa fue cuando este, en medio de una escena de violencia le gritó a la heredera que la había robado y que ni siquiera se había dado cuenta.

Las hijas de María Paula y Juan Luis se refieren a él como "ese señor", no les gusta usar la palabra padre y aunque este intentó culparla de alienación parental frente a sus hijas, Medicina Legal desmintió esa afirmación y en cambio evidenció las secuelas psicológicas en la madre y sus pequeñas.

A comienzos de 2021, Velasco interpuso demanda de divorcio alegando una falsa infidelidad como represalia de su denuncia en la Comisaría de Familia de Usaquen II.

En febrero, motivada por sus hijas decidió acudir a la Fiscalía y denunciar a Velasco por violencia intrafamiliar.

Pero lo que sobrevino fue aún más aterrador. En lo que asegura se trató de una venganza, la universidad inició un proceso disciplinario en su contra. Le retuvieron las cesantías, eliminaron los bonos Sodexo que la universidad le entregaba por disposición de su padre para sufragar los gastos del hogar. Incluso en pandemia la obligaron a asistir presencialmente a pesar de padecer de síndrome mieloproliferativo.

Facsimil de la ampliación de la denuncia en Fiscalía interpuesta por Maria Paula Linares
Foto: Facsimil de la ampliación de la denuncia en Fiscalía interpuesta por Maria Paula Linares


Interpuso entonces una queja por acoso laboral pero la universidad negó todo y pocos días después el hermano de Velasco, Rodrigo Velasco Mosquera ingresó como integrante de la asamblea. Linares y su abogado se opusieron pero con tres votos en el máximo órgano la derrotó.

Ese mismo mes se denunció que le fue incorporado en su hoja de vida un título como abogada de la Universidad Javeriana que era falso. Era un hecho conocido que no se había graduado y los cargos que desempeñó en el alma mater no lo requerían, además que su padre había sido el dueño y fundador de la institución.

Agobiada se acercó nuevamente a la fiscalía, esta vez para denunciar a su ex esposo y al rector de la Uninpahu Diego Buitrago por los presuntos delitos de falsedad en documento privado, injuria y calumnia.

En las semanas siguientes Velasco convocó a una asamblea extraordinaria y removió a María Paula. En su lugar nombró a su hermano. Mediante esta maniobra, los Linares quienes llevaban sobre sus hombros un legado quedaron borrados de la universidad.

Esta es precisamente una de las actas de Asamblea que la Corte Constitucional dejó sin efecto de manera preventiva.

Facsimil de la primera página de la decisión de la Corte Constitucional
Foto: Facsímil del resuelve del auto emitido por la Corte Constitucional.


A comienzos de 2022, el Juzgado 27 Penal Municipal con Función de Conocimiento de Bogotá, falló en favor de Maria Paula Linares y sus dos hijas una acción de tutela.

Semanas después Maira Patricia Ramírez Aponte, Juez 32 Penal de Conocimiento revocó la decisión argumentando que no se le estaba vulnerando el mínimo vital y que la mujer tenía un sinfín de oportunidades laborales por delante. Esta tutela llegó a la Corte Constitucional y fue seleccionada por la Sala Cuarta para su estudio de fondo.

Aunque por distintas maniobras al interior de Uninpahu, María Paula aún no ha podido regresar a su cargo en la institución y recuperar el legado de su padre, por primera vez en 21 años de violencia de quien fuera su esposo y padre de sus hijas Juan Luis Velasco, conoce la palabra justicia.

De otro lado, Medicina Legal, en una de las valoraciones de psiquiatría forense evidenció que existe, "un patrón de victimización en una relación abusiva y asimétrica, presentándose intensos maltratos a nivel físico y emocional prolongados por parte del denunciado hacia la madre y hermana haciendo uso de la humillación, agresiones físicas y emisión de palabras soeces e insultantes".

Con respecto a Velasco, sigue guardando silencio frente a las acciones legales de su expareja. A comienzos de diciembre de 2021 fue imputado por la Fiscalía, por el presunto delito de violencia intrafamiliar.

En cuanto a Uninpahu, una institución de 46 años de fundación, con cerca de 5.000 estudiantes y 18 programas académicos fue intervenida el pasado 4 de agosto por el Ministerio de Educación que además nombró a un inspector in situ para que vigile la gestión financiera y administrativa del claustro.

La batalla personal, familiar, académica y jurídica de María Paula Linares tras 23 años de horror continúa.

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