Queman vehículo y retienen a funcionarios del ICA, llevan más de una semana secuestrados 

En la vereda Pénjamo, ubicada en la zona rural de Dibulla, departamento de La Guajira, se han cumplido ocho días desde que funcionarios del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) fueron interceptados y retenidos por un grupo armado al margen de la ley. 

Durante el incidente, los funcionarios fueron obligados a abandonar el vehículo oficial en el que se desplazaban, el cual fue posteriormente sustraído y encontrado incinerado y con múltiples impactos de bala en una zona cercana.

El grupo armado mantuvo a los empleados del ICA bajo retención durante aproximadamente tres horas. 

Este suceso, que ha generado preocupación por la seguridad de los funcionarios, no ha sido abordado públicamente por las autoridades administrativas ni militares del departamento de La Guajira. 

La información fue difundida por primera vez a través de un comunicado emitido por el director nacional del ICA, Juan Fernando Roa.

El Instituto Colombiano Agropecuario, en su comunicado, expresó su rechazo frente a los hechos de violencia que afectaron a dos de sus funcionarios en el departamento, mientras estos realizaban labores de campo el pasado 3 de agosto. 

Los trabajadores se dirigían en un vehículo oficial para atender una emergencia sanitaria en un predio de Dibulla cuando fueron interceptados.

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Juan Fernando Roa, gerente general del ICA, mediante un video, condenó el acto violento y detalló que los funcionarios de la seccional La Guajira fueron interceptados y amedrentados por un grupo armado durante más de tres horas. 

Roa destacó que el vehículo en el que se transportaban fue robado y luego apareció incinerado con múltiples impactos de bala.

En su pronunciamiento, Roa instó al respeto por la integridad y vida de los empleados y servidores del ICA, subrayando la importancia de su labor en la protección de la sanidad agropecuaria del país y el desarrollo rural, no solo en La Guajira, sino en todo el territorio nacional.

El ICA ha manifestado su profunda preocupación por la seguridad de todos sus funcionarios y contratistas, quienes, a pesar de los riesgos, continúan con su trabajo en campo para asegurar la sanidad agrícola y pecuaria del país. La entidad recalca que estas actividades son esenciales para el bienestar de los productores rurales y, en consecuencia, para la economía nacional.

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