Tensión entre Susana Muhamad y Carlos Fernando Galán por ordenamiento de la Sabana de Bogotá

La disputa entre el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, y la exministra de Ambiente, Susana Muhamad, ha escalado en los últimos días debido a la consulta pública sobre los lineamientos ambientales para el ordenamiento de la Sabana de Bogotá.

El debate se centra en el proyecto de resolución del Ministerio de Ambiente, que establece directrices para la planificación ambiental de Bogotá y 39 municipios aledaños. Mientras Muhamad defiende la iniciativa como una medida necesaria para la sostenibilidad ambiental, Galán advierte que la normativa afectaría gravemente el desarrollo de la ciudad.

Cruce de declaraciones en redes sociales

El alcalde de Bogotá cuestionó la legalidad del proceso, señalando que la consulta pública es una simple formalidad para validar una normativa impuesta sin concertación con la administración distrital.

Galán expresó en su cuenta de X que es una publicación obligatoria disfrazada de consulta para sanear un proceso ilegal, inconstitucional y que puede generar un fraude a resolución judicial.  Además, afirmó que la resolución paralizaría a Bogotá y afectaría a millones de ciudadanos, razón por la cual anunció que este martes presentará medidas para defender los intereses de la ciudad.

Por su parte, la exministra Susana Muhamad rechazó las críticas y defendió el proyecto, asegurando que ha sido construido con participación ciudadana durante más de un año. “No es un tema menor, así que esperamos una amplia participación sobre un texto concreto”, manifestó, invitando a la ciudadanía a enviar sus comentarios hasta el 14 de marzo.

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¿Restricción excesiva o protección ambiental?

El plan de ordenamiento ambiental busca establecer límites a la urbanización en zonas rurales, proteger humedales y bosques secos, y exigir evaluaciones ambientales para nuevas infraestructuras. El Ministerio de Ambiente argumenta que estas medidas garantizarán la adaptación al cambio climático y la preservación del recurso hídrico en la región.

El documento destaca que la Sabana de Bogotá es un área de 580.000 hectáreas con una gran biodiversidad, albergando 3.032 especies de fauna y 5.223 especies de flora. Según la cartera ambiental, la resolución es clave para garantizar un equilibrio entre el crecimiento urbano y la conservación de los ecosistemas.

Galán ha manifestado su preocupación por el impacto que estas restricciones podrían tener en la planificación urbana y la construcción de vivienda en Bogotá. El alcalde sostiene que la normativa impone limitaciones que dificultarán la expansión de la ciudad, afectando el desarrollo económico y social.

Desde la Alcaldía han insistido en la necesidad de encontrar un punto de equilibrio entre la conservación ambiental y el desarrollo urbano, garantizando que la normativa no se convierta en un obstáculo para el crecimiento de la capital.

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