Reforma tributaria no cubriría el déficit fiscal y preocupa su impacto en inversión

La reciente reforma tributaria presentada por el Gobierno ha generado preocupaciones en distintos sectores debido a que, según estimaciones de Fedesarrollo, no sería suficiente para cubrir el déficit fiscal del país. A pesar de algunos ajustes positivos, el centro de pensamiento advierte que ciertos gravámenes podrían desincentivar la inversión, especialmente en el ámbito ambiental, y afectar el consumo.

De acuerdo con Fedesarrollo, la reforma busca recaudar $11,8 billones. Sin embargo, los cálculos indican que los ingresos provendrían principalmente de un anticipo de la regla fiscal de 2026 ($5 billones), de un recaudo adicional de la Dian ($1,6 billones), y de otros impuestos derivados ($4,9 billones). Estas cifras están por debajo de las proyecciones iniciales para el cierre de 2025, lo que hace que el impacto en las finanzas públicas sea limitado.

La reforma también tendría un efecto reducido en el Producto Interno Bruto (PIB). Se estima que en 2025 el recaudo representaría un 0,3% del PIB y solo un 0,1% en 2026, mientras que en 2027 el impacto sería prácticamente nulo. Esto refleja que el Gobierno reconoce que ya no hay margen para aumentar la carga tributaria.

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Una de las principales novedades es la introducción de un nuevo régimen de tributación para las empresas, con tasas marginales de 27%, 30% y 33%, frente al 35% vigente. Esta medida busca beneficiar principalmente a las empresas pequeñas, con una renta líquida gravable inferior a $300 millones anuales, revirtiendo los incrementos previos en el costo del uso del capital que habían desincentivado la inversión.

La eliminación del régimen simple de tributación, aunque considerada positiva por Fedesarrollo, también refleja la limitada efectividad de esta medida para la formalización, ya que permitió a muchas personas reducir su carga fiscal migrando desde el régimen ordinario.

Entre los nuevos gravámenes propuestos destaca la inclusión del IVA a los juegos de suerte y azar digitales, con un potencial de recaudo de cerca de $2 billones anuales. Fedesarrollo considera que esta medida corrige una asimetría frente a los juegos físicos, que ya pagan este impuesto, y no tendría un impacto inflacionario significativo.

Pese a las medidas propuestas, Fedesarrollo advierte que los riesgos de financiamiento persisten, con un déficit proyectado de $26,6 billones para el próximo año, que deberá ser recortado del presupuesto actual de $523 billones. El centro de pensamiento sugiere revisar con más detalle impuestos como el del carbono, que podrían tener efectos negativos en la inflación y la actividad económica.

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