Gobierno nacional rechaza centro de resocialización juvenil y desata una polémica

En las últimas horas, un antiguo debate ha resurgido en Bogotá en torno al centro de resocialización juvenil Campo Verde, situado en la localidad de Bosa. Construido por la Alcaldía de Claudia López con una inversión que supera los $70.000 millones, este centro ha sido el epicentro de una disputa entre las autoridades locales y el Gobierno Nacional, liderado por el presidente Gustavo Petro.

¿Por qué hay polémica en torno a Campo Verde?

El centro, diseñado para brindar una alternativa de resocialización a jóvenes, se ha convertido en objeto de controversia después de que el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) comunicara la decisión de no recibirlo. La alcaldesa Claudia López reveló esta información después de una reunión con el presidente Petro, dejando al descubierto una brecha en las perspectivas sobre cómo abordar la rehabilitación de jóvenes en conflicto con la ley.

“El Icbf nos notificó que, siguiendo la política nacional, no recibirá el complejo”, indicó la alcaldesa de Bogotá.

El debate tomó fuerza en redes sociales cuando Alejandro Peláez, ex subsecretario de Acceso a la Justicia en Bogotá, emitió un pronunciamiento comparando el centro de Bogotá con instalaciones en Cali, Quibdó e Ibagué.

"Presidente @petrogustavo, lo invito a que conozca los centros de atención para adolescentes privados de la libertad en Cali, Quibdó o Ibagué y los compare con el nuevo que les está regalando Bogotá", dijo Peláez. 

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¿Qué respondió Gustavo Petro?

Su declaración fue respondida por el presidente Petro en Twitter, quien afirmó de manera contundente: "En mi opinión, los niños no deberían estar presos".

La respuesta del mandatario refuerza la postura del Gobierno Nacional de no aceptar el centro de resocialización, subrayando una clara diferencia en la visión política respecto a la privación de libertad de menores en el país. La controversia se ha centrado en la percepción de Petro de que los niños no deberían estar encarcelados, lo que plantea preguntas sobre cómo debería abordarse la rehabilitación juvenil.

En medio del debate, ha surgido la propuesta de cambiar la situación de los centros de atención para adolescentes privados de la libertad, señalando que algunos albergan a adultos que han pasado previamente por prisiones de mayores.

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