Candidata a Alcaldía de Cali tras inventar agresión ahora denuncia infiltración de su campaña

En el reciente contexto de la carrera hacia la Alcaldía de Cali, Catalina Ortiz, precandidata del partido Alianza Verde, encontró su campaña política en el ojo del huracán a raíz de un video que pronto alcanzó gran difusión. 

El metraje de 1 minuto y 34 segundos mostraba a un individuo arrojando agua desde un vehículo en movimiento al rostro de Ortiz. El video generó un sentimiento de indignación en todo el país, avivando el debate sobre la trivialización de la violencia machista.

Sin embargo, el escándalo creció cuando Ortiz se vio obligada a retirar la denuncia que había interpuesto ante la Fiscalía 24 horas antes, ya que las pruebas apuntaban a que el incidente en el video era, de hecho, un montaje. 

Este descubrimiento provocó un cambio en la percepción pública, pasando de apoyo a crítica, especialmente cuando se descubrió que una figura vinculada a su campaña, conocida como "Vikinga Negra", era la responsable del montaje.

En esta marea de críticas y conjeturas, surgieron las figuras de Daniel Quintero, alcalde de Medellín, y Deninson Mendoza, un personaje vinculado a Quintero. 

El alcalde Quintero de inmediato respondió y aseguró que: “Así o más conchuda, tratar de tapar el montaje con otro montaje y una peor actuación no te va a servir. Mejor preparen los argumentos para que tú y todo tu reparto respondan ante la justicia por falsa denuncia y ocultamiento de pruebas”. 

Ortiz declaró en una entrevista con El  Colombiano que había recibido información de una posible infiltración desde Medellín en su campaña. Dijo que había sido advertida de que la acción del video podría ser un movimiento de Mendoza instigado por Quintero para perjudicar su campaña.

Explicó que el incidente del video ocurrió mientras ella interactuaba con la gente en un semáforo durante su campaña. Un hombre en un vehículo le gritó que las mujeres no deberían estar en política y le arrojó agua en la cara. Al parecer, una persona de su equipo conocía el montaje del video, lo que la dejó perpleja y desconfiada.

La implicada era "Vikinga Negra", una colaboradora de largo tiempo de Ortiz, que había vuelto a buscar a Ortiz para trabajar en su campaña. Había sido parte del equipo durante aproximadamente dos meses con un sueldo modesto en la campaña.

Ortiz expresó su sorpresa y desconfianza al conocer las acciones de Quintero y Mendoza, y cuestionó sus motivos para involucrarse en un asunto de la política de Cali. Afirmó que sospechaba que Quintero y Mendoza podrían estar detrás del montaje, y pidió a las autoridades que investigaran.

También declaró que su campaña había estado creciendo y que su caída abrupta debido al escándalo del video pudo haber beneficiado a algunos adversarios políticos. Aunque admitió que los videos virales pueden ser beneficiosos para una campaña, enfatizó que no buscaba la controversia.

Además, a raíz del incidente, Ortiz está considerando la posibilidad de continuar en la campaña y está discutiendo la situación con su familia. En cuanto a "Vikinga Negra", Ortiz la eliminó de su campaña y de su vida personal.

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