Informe forense dice que colombiano Edwin Arrieta no fue asesinado por Daniel Sancho su pareja sino que fue un accidente

En un giro inesperado en el juicio que se avecina contra el ciudadano español Daniel Sancho, acusado del homicidio del reconocido médico colombiano Edwin Arrieta en Tailandia, un reciente informe forense ha puesto en duda la versión oficial de los hechos proporcionada por las autoridades tailandesas. 

Este juicio, que ha capturado la atención mediática en Europa debido a la prominente herencia de Sancho como hijo de las estrellas españolas Rodolfo Sancho y Silvia Bronchalo, está programado para desarrollarse entre el 9 de abril y el 3 de mayo. 

Sin embargo, la defensa insiste en que el incidente fue un trágico accidente, no un acto premeditado.

Desde la divulgación de la detención de Sancho por el asesinato de Arrieta, el caso ha suscitado un interés extraordinario, particularmente por la severidad de la pena que podría enfrentar, incluyendo la pena de muerte. 

A ocho meses del lamentable suceso, y justo antes del inicio del juicio, la defensa de Sancho ha revelado detalles cruciales de su estrategia legal, subrayando su objetivo de demostrar que la muerte de Arrieta fue accidental.

Sancho se enfrenta a múltiples cargos, incluyendo asesinato premeditado, destrucción de evidencia y mutilación del cadáver. 

No obstante, se ha declarado inocente del cargo de asesinato, argumentando que la muerte de Arrieta ocurrió durante una confrontación. 

Este punto de vista encuentra ahora respaldo en un nuevo informe policial tailandés, presentado en el programa televisivo "Caso Abierto", que cuestiona la versión inicial de las autoridades, en particular la del subdirector de la Policía, conocido popularmente como "Big Joke".

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El informe cuestiona la afirmación de que Sancho apuñaló a Arrieta cerca del corazón, una teoría respaldada inicialmente por la exhibición de una camiseta perforada. 

Sin embargo, la ausencia de rastros de ADN de Arrieta en los cuchillos examinados desmiente la teoría de que fueron usados en el crimen.

Marcos García Montes, líder de la defensa, aunque impedido de participar en el juicio, mantiene la postura de que Sancho no planificó el asesinato y que la fatalidad ocurrió durante un altercado físico, resultando en la muerte accidental de Arrieta. 

La defensa se esfuerza por evitar la pena capital para Sancho y, adicionalmente, busca negociar su traslado a una prisión española, reviviendo un caso anterior en el que Sancho fue acusado de agresión.

Mientras tanto, Sancho permanece en la prisión de Koh Samui.

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