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Dineros de avión presidencial vendido por Lòpez Obrador a Tayikistán serán para hospitales en México
El comprador tiene diez días para llevarse el avión al país de destino.
El avión presidencial que Andrés Manuel López Obrador, AMLO, vendió a Tayikistán, conocido como el “José María Morelos y Pavón”, está a punto de abandonar tierras locales tras ser comprado por el gobierno de Tayikistán por una suma de 1.658 millones pesos mexicanos que serán destinados a la construcción de dos hospitales en el país azteca.
Según el Gobierno de México, los integrantes del Comité Estatal de Inversiones y Administración de Propiedades de la República de Tayikistán disponen de 10 días para llevarse la aeronave.
El avión presidencial fue adquirido en el año 2016 por la administración de Enrique Peña Nieto para sustituir al Boeing 757-200 “Presidente Juárez”, que tenía 28 años de servicio.
La aeronave Boeing 787-8 fue una de las primeras de este tipo en fabricarse y adquirirse a precio de flotilla, sin equipamiento el costo fue de 114.8 millones de dólares, mientras que el costo de las adecuaciones fue de 81 millones de dólares.
El avión cuenta con sistemas de navegación, aproximación y aterrizaje con equipos satelitales, terrestres y autónomos que permiten la realización de rutas con mayor precisión en toda condición atmosférica.
Además, está equipado con motores General Electric de última generación que pueden volar 20 mil horas o 16 años antes de su primera revisión mayor.
El interior de la aeronave está conformado por la cabina de pilotos, zona de descanso para dos personas, otra zona de asientos para 14 personas, que era ocupada por la escolta del presidente.
Después estaba la cabina presidencia, donde el presidente desempeñaba sus labores durante los trayectos. Posteriormente seguía un espacio para 28 asientos distribuidos en siete gabinetes.
También contaba con un camarote para uso exclusivo del presidente, el cual contaba con un sillón y escritorio. Además de una habitación con baño completo. En la parte posterior se hallaba un espacio para prensa, seguridad y personal de asistencia. Éste contaba con 48 asientos. Finalmente tenía una cocina y sanitarios.
El proceso para viajar en el avión presidencial era riguroso. Los mecánicos y tripulación trabajaban durante la madrugada para revisar que no hubiera fallas en los traslados del presidente.
La cita era a las 08:00 y la salida una hora después. Periodistas, personal de seguridad, funcionarios de presidencia y otros invitados debían llegar una hora antes al hangar presidencial. Al ingresar debían someterse a varios filtros de seguridad, incluidos datos biométricos. En cuanto el presidente subía al avión comenzaban las operaciones de despegue.
Según el comunicado de 2016, dado a conocer por la administración de Peña Nieto, la aeronave tuvo un costo total de 218.7 millones de dólares, que se pagaron a 13.5 pesos por dólar, es decir, 2,952.4 millones de pesos mexicanos.
Dicha cantidad incluía ingeniería, instalación de sistemas, adecuaciones de estructura, equipamiento de cabina, certificaciones y un paquete de refacciones, además de una cobertura del tipo de cambio.
La adquisición de la aeronave siempre ha generado polémica en México, ahora en destinos lejanos culmina el debate.
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