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La reconocida epidemióloga del Imperial College, Zulma Cucunubá, le respondió a Paola Ochoa su polémica columna.
En una columna publicada en el diario El Tiempo, la reconocida epidemióloga del Imperial College, (una de las universidades más prestigiosas del mundo, líder en investigación, ciencia, tecnología y medicina) Zulma Cucunuba le respondió a Paola Ochoa.
El lunes, la columnista Paola Ochoa, escribió una columna titulada ‘Los jóvenes primero’, en la que propuso que los jóvenes deberían tener prioridad en el Plan Nacional de Vacunación para covid-19. Frente a esto, la epidemióloga Zulma Cucunubá escribió una columna argumentando por qué esta propuesta, con la evidencia científica actual, carece de justificación epidemiológica, humanitaria y económica:
Argumento epidemiológico
Los reportes científicos de las vacunas, que hasta ahora conocemos y que harán parte del portafolio del Plan Nacional de Vacunación para covid-19 en Colombia, han demostrado una alta eficacia para la prevención de enfermedad y enfermedad grave. Pero aún desconocemos su eficacia en la prevención de la infección, lo cual esperamos conocer en algunos meses.
Siendo esto así, grupos de investigación en modelamiento y la misma Organización Mundial de la Salud han recomendado que los grupos vulnerables y de alto riesgo (adultos mayores, personal de salud y personas con comorbilidades) sean priorizados en las primeras etapas de los programas de vacunación.
En este sentido, es un acierto del Ministerio de Salud de Colombia que la primera fase, que incluye tres etapas, tenga como objetivo disminuir el impacto en la demanda hospitalaria y la mortalidad. Para obtener similares resultados de impacto sobre la mortalidad vacunando jóvenes tendríamos que vacunar, incluso, a una población más grande y en un contexto de escasez de biológicos.
También hace parte de la primera etapa el personal de salud de primera línea, quienes se encuentran en una alta exposición como consecuencia de su trabajo, y de quienes además dependemos el resto de los ciudadanos para que el sistema de salud no colapse.
Argumento humanitario:
Con la evidencia actual de que la vacuna tiene eficacia principalmente para prevenir la enfermedad en adultos, ¿podemos hacer caso omiso de esta evidencia clave para incorporar una mirada ética y humanitaria en el plan de vacunación?
¿Acaso como sociedad podemos lanzar la idea de que la vida de los mayores vale menos, y más aún cuando su vida corre más riesgo por esta pandemia?
Por supuesto, los jóvenes se han visto gravemente afectados por la pandemia y por el cierre de colegios y universidades. Pero hay evidencia contundente de que los jóvenes tienen menos probabilidad de enfermar gravemente y morir en comparación con adultos. Así que la solución por ahora no es priorizarlos en el plan de vacunación. Abrir establecimientos educativos es prioritario; y lograrlo precisamente pasa por reducir la mortalidad y el contagio entre el resto de los sectores de la sociedad.
Adicionalmente, después de un año de pandemia, el personal de salud está exhausto. Han arriesgado sus vidas y lo mínimo que como sociedad debemos hacer, también desde un punto de vista humanitario, es priorizarlos en el plan de vacunación.
En la segunda fase del programa, el objetivo será reducir contagio e idealmente lograr la inmunidad colectiva mediante la vacunación de la población de menor riesgo.
Argumento económico
La principal razón por la cual aparece la necesidad de restricciones, como el cierre de establecimientos y hasta cuarentenas, es precisamente por el riesgo de desborde o colapso del sistema de salud. Por ello, vacunar de forma prioritaria a quienes más se enferman, mueren y cuya demanda hospitalaria pone en riesgo el sistema de salud es razonable desde el punto de vista económico. Si se logra, que esperamos así suceda, el crecimiento económico puede ser mayor.
Para finalizar, es ideal que haya debates sobre este y otros aspectos de la vacunación, pero hay una responsabilidad en el tipo de opiniones que emitimos quienes de alguna manera tenemos la posibilidad de ser escuchados. Lograr que el Plan Nacional de Vacunación tenga éxito depende de las instancias gubernamentales, pero también de la prensa, de los científicos y de la población en general.
Con autoría de Zulma M. Cucunubá
M. D., Ph. D. Profesora de Epidemiología, Universidad Javeriana, Colombia. Investigadora del Centro MRC para Análisis de Infecciones Globales, Imperial College London, Reino Unido.
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