Intento de fuga en centro de reclusión transitorio de Barrancabermeja deja tres internos heridos

Un incidente registrado en el Centro de Convivencia Ciudadana (CDV) de Barrancabermeja provocó un operativo de intervención por parte de las autoridades. En el lugar, un grupo de internos intentó fugarse, generando enfrentamientos que derivaron en la lesión de tres de ellos.

Los hechos ocurrieron en el barrio Primero de Mayo, donde se escucharon disturbios al interior del centro de reclusión transitorio.

Según versiones recopiladas, un grupo de jóvenes privados de la libertad utilizó navajas improvisadas y piedras en un intento de motín con el propósito de escapar.

De acuerdo con familiares de los internos, las restricciones impuestas a las visitas desde el 6 de enero han generado un ambiente de tensión en el establecimiento.

Una testigo afirmó que este es el tercer intento de fuga registrado en el lugar y que la principal exigencia de los detenidos es la reanudación de las visitas.

Residentes del sector manifestaron inquietud ante la situación recurrente en el reclusorio. Una persona que se encontraba en el lugar relató que, tras acudir con la intención de visitar a un familiar, le fue negado el ingreso.

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Minutos después, se inició un enfrentamiento entre los internos, lo que llevó a la intervención policial. El testigo también aseguró haber observado a los uniformados desplegarse con armas listas para contener la fuga.

El resultado del enfrentamiento dejó tres jóvenes con heridas, quienes fueron trasladados al Hospital de Barrancabermeja para recibir atención médica.

Sobre los hechos, el coronel Mauricio Arley Herrera Luengas, comandante encargado del Departamento de Policía Magdalena Medio, explicó que los enfrentamientos se originaron dentro de una celda, lo que obligó a la Policía a intervenir para restablecer el orden.

Por otro lado, Hernando Mantilla, defensor de derechos carcelarios en Santander, atribuyó lo sucedido a la problemática del hacinamiento en los centros de reclusión y estaciones de policía.

Según su análisis, la situación no ha cambiado en los últimos cinco años y representa una vulneración a los derechos fundamentales de los internos, quienes deberían contar con condiciones dignas de reclusión.

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