Horas antes de su secuestro la sargento expresó a su padre temor por su seguridad

En un hecho perturbador, la guerrilla del ELN ha secuestrado a la sargento del Ejército Ghislaine Karina Ramirez quien viajaba junto a sus dos hijos en el departamento de Arauca, a pesar de que se esperaba el inicio de un cese al fuego inminente. La uniformada envió desesperados mensajes expresando su miedo y señalando la oscuridad de la vía en la que se encontraba.

El secuestro tuvo lugar mientras la sargento y sus hijos se desplazaban en un vehículo Renault Sandero plateado con placas CVR-725. Junto a ellos, también fue secuestrada la mascota de la familia, una perrita golden dorada, que permanece desaparecida desde aquel fatídico día.

A pesar de la magnitud de estos hechos, se dispone de escasa información acerca de los detalles del plagio y los responsables detrás del mismo. Mientras el país entero se mantiene atento a este secuestro múltiple, que involucra a dos menores y a una destacada familia del ejército, la guerrilla ha optado por guardar silencio, a pesar de que el inicio de un histórico cese bilateral al fuego está a solo horas de distancia.

En relación a este incidente, uno de los miembros de la mesa de negociación del Eln expresó: "No tenemos información interna sobre esa acción", sin confirmar ni negar el secuestro”.

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El padre de la sargento, quien pudo hablar con ella por última vez a las 8:00 p.m. del pasado lunes festivo, reveló que se dirigía a Arauca y le pidió que se encargara de algunos asuntos relacionados con el apartamento que había dejado en Salgar. 

Además, durante la conversación, la sargento mencionó su intención de solicitar la baja en diciembre para poder dedicarse plenamente a sus hijos y alejarse de las zonas de riesgo.

Sin embargo, el padre de Ramírez afirmó que su hija no deseaba ese traslado, sino que había recibido una orden directa de una coronel, quien le indicó que debía estar cerca del padre de sus hijos, un mayor del Ejército que residía en Arauca y con quien aparentemente estaba en proceso de divorcio.

Con estas circunstancias en mente, la sargento se dispuso a seguir las órdenes y emprendió el viaje para comenzar una nueva vida en Arauca, una zona altamente conflictiva del país con una presencia significativa del Eln, las disidencias de las Farc y otros grupos armados. 

No obstante, el traslado nunca se llevó a cabo, ya que la sargento y sus dos hijos desaparecieron aquella noche sin dejar rastro alguno. El padre, angustiado, manifestó: "No sabemos nada de ellos ni del carro. Si alguien ha visto esa placa, por favor díganme, búsquenme. He pensado en recorrer la misma vía para encontrarlos". Así mismo, indicó que está dispuesto a canjearse por su hija y dos nietos, uno de ellos autista.
 

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