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Grupos ilegales exigen pago de $10.000 por cabeza de ganado y por hectárea en el Caquetá
La extorsión de diversas organizaciones a productores se extiende al pago por producción de kilo de queso y litro de leche, y genera confusión ante la diversidad de delincuentes.
José Félix Lafaurie, presidente de Fedegan y designado negociador de paz por el presidente Gustavo Petro con el Eln, evidenció la situación de inseguridad y extorsión en los municipios de San Cayetano y Puerto Rico, en el departamento de Caquetá.
Allí se han citado a cerca de cien ganaderos para denunciar que han tenido que pagar dádivas a grupos narcoterroristas que se hacen pasar por las "Farc - EP Segunda Marquetalia".
Estos grupos ilegales exigen el pago de 10.000 pesos por cabeza, 10.000 por hectárea, 50 por kilo de queso y 20 por litro de leche, lo que ha generado dudas sobre a quién deben pagar los ganaderos y cuál es el grupo verdadero.
Una situación que se produce en un momento crucial para el país, que atraviesa por un momento confuso en el ámbito trascendental de la Paz Total.
En noviembre de 2022, Pablo Beltrán, jefe negociador del ELN, Iván Mordisco, comandante del “Estado Mayor Central” de las Farc - EP y Walter Mendoza, representante de las Farc - EP “Segunda Marquetalia”, anunciaron su ánimo de diálogo en busca de la paz.
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Sin embargo, a pesar de estas declaraciones, persisten los ataques a la Fuerza Pública y los hostigamientos a la población derivados de sus economías ilícitas, en un escenario violento en el que se suman el Clan del Golfo, una veintena de bandas medianas y centenares de bandas urbanas de microtráfico, además de la acción envalentonada y creciente de las Guardias Campesinas, moviéndose en el límite del Código Penal y los enfrentamientos armados entre unos y otros.
En este escenario de confusión y violencia, el Acuerdo con las Farc para “una paz estable y duradera” sigue pendiente, mientras que el Acuerdo quedó colgado a la Constitución por la puerta de atrás y su cumplimiento es bandera del actual gobierno.
El Eln por su parte, no desconoce ni reconoce el Acuerdo del Teatro Colón, mientras que las FARC - EP tienen posturas encontradas al respecto.
Ante esta encrucijada de violencias cruzadas y procesos simultáneos con grupos dogmáticos y permeados por el narcotráfico, Lafaurie sentenció que el Eln cuyo proceso de negociación tiene vocación de “locomotora” de la Paz Total, podría convertir la situación en una oportunidad y tomar la delantera si se decide a ofrecerle al país señales de paz.
Una posible solución sería un piloto regional de cese de hostilidades, con mecanismos de verificación y con la presencia integral del Estado, que siempre ha faltado para copar los espacios con inversión social, lo que sería una señal de paz para el país. Será necesario que la sensatez regrese a la Mesa para avanzar en este camino, dejó planteado el negociador en su columna semanal.
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