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General (r) Mario Montoya enfrentará juicio ante la JEP por falsos positivos
El general retirado se negó a reconocer su responsabilidad en más de un centenar de casos, pese a las pruebas contundentes en su contra.
El general retirado Mario Montoya Uribe, excomandante del Ejército Nacional de Colombia, enfrenta un juicio ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) por su presunta responsabilidad en crímenes de lesa humanidad vinculados a los falsos positivos.
La Sala de Reconocimiento ordenó el traslado de su expediente a la Unidad de Investigación y Acusación, tras su negativa a aceptar su responsabilidad en más de 118 casos de asesinatos y desapariciones ocurridos entre 2002 y 2003.
La magistrada Catalina Díaz, representante de la JEP, advirtió que, a pesar de las pruebas contundentes que lo implican, Montoya ha rechazado las acusaciones. Estas pruebas incluyen testimonios de 64 integrantes de la fuerza pública, 12 informes documentales aportados por entidades estatales y organizaciones defensoras de derechos humanos, así como testimonios de víctimas y familiares.
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Según la JEP, Montoya habría contribuido de forma dolosa al establecimiento de un patrón macrocriminal que resultó en la muerte y desaparición de civiles, quienes luego fueron presentados como bajas en combate para inflar los resultados operacionales del Ejército.
De acuerdo con la JEP, Montoya Uribe instauró un sistema en el que se priorizaban las bajas en combate sobre cualquier otro resultado operacional. Las pruebas incluyen la consigna repetida por el general: “Resultados por barriles de sangre” y “las unidades deben colocarse al día en bajas”. Estas declaraciones muestran una cultura militar que desincentivaba la captura de enemigos o la presentación de desmovilizados, prefiriendo muertes que, en muchos casos, resultaron ser ejecuciones extrajudiciales.
Miembros de la IV Brigada del Ejército, bajo el mando de Montoya, testificaron que la presión por mostrar bajas los llevó a cometer actos atroces. Uno de los testigos señaló cómo Montoya rechazaba violentamente otros resultados operacionales: “A mí no me entreguen maricadas, ni desmovilizados, ni entregados, ni heridos, ni mierda. Yo quiero ver es sangre”.
La JEP ha dejado claro que, al negar su responsabilidad y no aportar verdad en el caso, Montoya podría enfrentar hasta 20 años de prisión si es declarado culpable. Esta decisión también es un mensaje contundente contra los altos mandos militares que intenten eludir la justicia transicional.
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