Denuncian abuso sexual en La Rioja, donde están los indígenas del Parque Nacional en Bogotá

Luego de cuatro meses de que algunos integrantes de las comunidades indígenas embera chamí y embera katí, que estaban asentadas en el  Parque Nacional de Bogotá, fueran trasladados a Unidades de Protección Integral (UPI), se han conocido denuncias de abuso sexual, agresión y violencia intrafamiliar, específicamente en la UPI La Rioja. 

De acuerdo con la revista Semana, en aquel sitio se viven varias situaciones preocupantes, tales como el consumo de bebidas alcohólicas y de sustancias psicoactivas, propagación de enfermedades como la tuberculosis, muerte de menores de edad, riñas, falta de suministro de agua y hacinamiento. Los indígenas tamién han denunciado un incumplimiento de los acuerdos que pactaron con la Alcaldía de Bogotá. 

Sin embargo, según el medio de comunicación, los mismos integrantes indígenas serían los responsables de abuso sexual y agresión contra el personal de convivencia y diálogo de la Alcaldía. Una fuente anónima aseguró: 

La problemática es bastante grave. El machismo en esta comunidad es alarmante, incluso han intentado agredir en varias ocasiones a las mujeres gestoras de convivencia.

Los hechos han provocado que varios funcionarios no quieran visitar La Rioja ni realizar sus funciones dentro de la unidad o en su defecto, terminan renunciando a sus cargos. A lo anterior se le suma que mujeres embera chamí y embera katí también denunciaron sufrir de violencia intrafamiliar. “Si intentan agredir a los funcionarios del Distrito, ¿qué se puede esperar con las mujeres de esta comunidad?”, aseguró una fuente. 

La Personería de Bogotá indicó que se han presentado riñas por causa del consumo de alcohol y drogas, en aquellas riñas han resultado varias heridos que tuvieron que ser trasladados a un centro asistencial. 

El caso ya fue escalado a las autoridades competentes. Mientras tanto,  el defensor de derechos humanos y líder indígena Jairo Montañez, en díalogo con el diario El Espectador, solicitó que el gobierno local cumpla con los acuerdos que se pactaron. 

Efectivamente, ha venido un sin número de funcionarios, pero en el marco de vigilancia, más que en el de diálogo y el de preguntar cuáles son las necesidades que tenemos como población. Durante estos cuatro meses hasta la fecha, no ha habido cumplimiento, el Distrito ha hecho caso omiso.

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