Comerciante que pagó casa por cárcel por deber $312.000 a la Dian, recuperó su libertad

Hamilton Hernández, un comerciante santandereano logró recuperar su libertad luego de cumplir cuatro años de casa por cárcel por deberle 312.000 pesos a la Dian, así lo confirmó el abogado Daniel Caicedo, miembro de la organización Defensa de Inocentes, quien decidió tomar el caso de Hernández. 

Misión cumplida. Hoy le hemos comunicado al ciudadano Hamilton Hernández, quien pagaba condena de 4 años de domiciliaria por una obligación con la DIAN de $312.000, que ha recobrado su libertad. Así cumple Fundación Defensa de Inocentes su compromiso social con población vulnerable.

Caicedo en diálogo con Blu Radio aseguró que asumió de manera gratuita la defensa de Hamilton y junto con la Defensa de Inocentes cancelaron la multa que tenía el comerciante para solicitar "su libertad condicional por cumplir las tres quintas partes de su condena que corresponde a 28 meses, ya hoy se tramitó su libertad y podrá cumplir el sueño de acompañar a su hija en el grado”. 

La multa que se tuvo que pagar para que el comerciante fuera dejado en libertad fue de 624.000 pesos. Es importante resaltar que Hamilton se enteró que tenía una orden de captura cuando se encontraba en el peaje de Rionegro, Santander, donde se hizo un control por parte de la Policía y allí le notificaron que tenía una condena de cuatro años de casa por cárcel por una deuda con la Dian, generada por un mal asesoramiento de abogados. 

Según Hamilton era consciente de que tenía pendiente esa deuda, pero que por falta de recursos económicos no pudo pagarla a tiempo. “No los dejé de pagar porque quisiera, sino porque no los tenía. Estábamos en una situación difícil, no fue la única deuda, había otras obligaciones. Algunas todavía persisten. Yo consulto con el contador y me dice que no es una cifra importante, que eso no acarrea problema”, dijo Hernández a Blu Radio. 

En otras declaraciones que hizo al periódico El Tiempo, dijo que fue la experiencia más horrible de su vida. "Horrible, sin exagerar fue la peor experiencia de mi vida por una cantidad tan pequeña, pasar hambre, humillaciones, necesidades, mi madre se enfermó, mis hijos han sufrido, mi esposa. En fin, ha sido terrible, una cosa es contarlo y otra es vivirlo". 

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