Pasó la pesadilla: dos influencers colombianos relatan su drama días después de paseo millonario

Un seguidor puede ser tu peor pesadilla", fue la dolorosa realidad que Julián Pinilla y Gina Paola Rivera, influyentes creadores de contenido en línea en Colombia, enfrentaron durante un ataque y robo en Bogotá, que se desarrolló de manera bastante peculiar. El episodio fue descrito por las víctimas como un "paseo millonario", un término local que se refiere al acto de forzar a una persona a permanecer dentro de un vehículo con el propósito de despojarla de sus bienes personales.

La historia comienza en la madrugada del sábado 24 de junio de 2023. Julián y Gina habían decidido tomar un taxi en la vía pública con el propósito de reunirse con un grupo de amigos para festejar un cumpleaños. Mientras transitaban por la autopista norte, su viaje tomó un giro inesperado. Dos hombres armados interceptaron el vehículo e iniciaron un peligroso viaje que duraría un par de horas.

Julián fue objeto de violencia física durante el incidente. Los asaltantes usaron sus armas para intimidar a la pareja, ocasionándole heridas en la zona trasera de su cuello. Gina, por otro lado, fue objeto de hostigamiento y maltrato físico.

Durante este tiempo, las víctimas fueron obligadas a proporcionar información personal, incluyendo contraseñas y detalles de tarjetas de crédito. No se detuvieron hasta que la pareja se quedó sin dinero. El calvario finalmente concluyó en el barrio Sierra Morena de Ciudad Bolívar, donde los delincuentes abandonaron a las víctimas a las 3:00 a. m.

Después del incidente, ambos influenciadores compartieron su terrible experiencia en las redes sociales. Subieron un video en el que Julián aparecía con marcas de violencia en su rostro y sangre en su cara, mientras hablaba sobre el incidente. En un intento de alertar a sus seguidores sobre la peligrosidad de tal modalidad de robo, pidieron que compartieran el video para crear conciencia y alentaron a la gente a tener precaución.

La pareja también criticó la falta de respuesta de la policía, mencionando que a pesar de intentar pedir ayuda a varias patrullas y motos policiales que pasaban, ninguno de ellos se detuvo para asistir. La ayuda finalmente llegó de la mano de una taxista que pasaba por el lugar.

En un giro bastante irónico del evento, Julián describió cómo los asaltantes se autoproclamaron seguidores de su trabajo en línea durante el incidente. Mencionaron que disfrutaban viendo sus videos, agregando una capa adicional de terror a la experiencia ya aterradora.

Gina también planteó una sospecha alarmante, sugiriendo que uno de los asaltantes tenía alguna conexión con el bar donde habían estado antes del incidente.

El video generó una ola de reacciones, con muchos seguidores y otros internautas expresando su apoyo a la pareja y proporcionando consejos de seguridad, como la recomendación de utilizar aplicaciones de transporte en lugar de taxis de la calle.

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