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El desafío de la minería en Colombia: tras retirada de cuatro empresas
Cambios en la industria Inversión y seguridad en riesgo.
El panorama de la industria minera en Colombia se ha enfrentado a cambios significativos, según informó la Asociación Colombiana de Minería ACM. En un reciente informe presentado por Juan Camilo Nariño, presidente de la asociación, se reveló que cuatro importantes compañías han suspendido sus operaciones de exploración en el país. Este hecho resalta la creciente preocupación por el orden público y la incertidumbre para la inversión.
Las inversiones de estas empresas, que no han sido nombradas por Nariño, rondan entre los 45 y 50 millones de dólares en municipios locales. Los problemas de seguridad y falta de confianza en las garantías de inversión han llevado a estas empresas a reconsiderar sus actividades en el país, impactando significativamente en la economía local y en la industria minera en general.
Además, Nariño abordó la importancia de cumplir con las metas del Plan Nacional de Desarrollo, PND, el cual requiere de minerales específicos para satisfacer la creciente demanda en la industria y la construcción de viviendas e infraestructuras. Según ACM, dicha demanda será mucho mayor en el futuro próximo, dada la creciente actividad industrial y la demanda tradicional de la minería.
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La minería, como elemento esencial para la economía de Colombia, juega un papel crucial en la reducción de brechas en otras dimensiones del desarrollo. La asociación destacó el papel de las regalías, el Impuesto de Industria y Comercio, ICA, las contribuciones municipales, las obras por impuestos y la inversión social como pilares de la reducción de estas brechas.
Este año, el sector minero deberá desembolsar 15 billones de pesos en regalías, una cifra tres veces mayor a la del año anterior. Esta suma es significativa, especialmente considerando las decisiones gubernamentales recientes para el sector minero-energético. De esta cantidad, entre 2,5 y 2,7 billones de pesos corresponden a las contribuciones adicionales estipuladas en los contratos y las cláusulas de precios altos.
Sobre la reciente reforma tributaria, Nariño expresó su preocupación sobre cómo afectará la industria minera, especialmente durante las épocas de precios bajos del carbón. La reforma, según él, podría comprometer los ingresos de la nación y hacer de Colombia un lugar menos atractivo para la producción de minerales, en particular el carbón.
Por otro lado, el directivo también abordó la necesidad de armonizar la visión de la industria minera por parte de los ministerios de Minas y Ambiente. Esto incluiría la resolución oportuna de trámites y la disposición de áreas para la titulación minera, además de la revisión de la ley 2 de 1959. Asimismo, criticó la reforma laboral, argumentando que no genera más empleo y que reduce la competitividad, lo que se aleja de los propósitos del PND.
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