Camacol lanza SOS por la reducción de subsidios por parte del Gobierno Nacional

La Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol) lanzó una alerta sobre las graves consecuencias que las decisiones del Gobierno Nacional tendrán en el sector de la vivienda. 

Entre las principales preocupaciones del gremio están la reducción de los subsidios del programa 'Mi Casa Ya' para 2025 y las medidas de salvaguardia arancelarias que afectarán la producción de vivienda de interés social y el empleo.

Guillermo Herrera, presidente de Camacol, señaló que el recorte presupuestal en los programas de vivienda será drástico, con una disminución del 39%, pasando de $4.3 billones en 2024 a $2.66 billones en 2025. Esto significa que solo se podrán financiar 20.500 de los 50.000 subsidios 'Mi Casa Ya' prometidos por el Gobierno para el próximo año, de los cuales 6.000 ya están preasignados. 

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Herrera advirtió que la menor disponibilidad de subsidios forzará a muchas familias a desistir de la compra de vivienda, afectando directamente el ritmo de las obras y el empleo.

El impacto se reflejará en una caída significativa en la construcción de vivienda de interés social (VIS). Según Camacol, el ritmo de nuevas obras podría reducirse a menos de 55.000 viviendas en 2025, una cifra comparable a la de hace más de una década. Esta desaceleración en la actividad constructora se traduciría en la pérdida de aproximadamente 200.000 empleos en el sector durante el próximo año.

Además del recorte de subsidios, Camacol cuestionó las medidas arancelarias que afectan la producción. Decretos como el 2214 de 2023 y otros adoptados en 2024 imponen aranceles de hasta el 30% a productos clave para la construcción, como el hierro, acero y aluminio. Estas políticas encarecerán los costos y complicarán aún más la producción de viviendas de interés social.

Finalmente, Herrera lamentó que, pese a los repetidos anuncios del Gobierno sobre un plan de reactivación económica, las acciones implementadas hasta ahora están afectando al sector en lugar de impulsarlo. "No hay un plan de reactivación, y las políticas adoptadas están golpeando severamente la producción de vivienda de interés social", concluyó el dirigente gremial.

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