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René Higuita narra su lucha legal con la SAE por la propiedad en El Poblado

El exportero detalló la odisea que ha vivido ante la justicia por el caso.

Rene Higuita
Por Agencia Periodismo Investigativo | Mié, 12/07/2023 - 20:31 Créditos: Twitter Rene Higuita

En medio de la controversia legal que lleva casi 30 años, el legendario arquero de la Selección Colombia y Atlético Nacional, René Higuita, espera ansiosamente la decisión de la Corte Constitucional sobre una tutela que podría devolverle la propiedad que actualmente está en poder de la Sociedad de Activos Especiales (SAE). La vivienda, ubicada en El Poblado, ha estado envuelta en un enigma jurídico, ya que se vincula con presuntos testaferros del Cartel de Medellín.

Higuita aseguró a El Colombiano que adquirió la casa de buena fe y lleva años luchando en los tribunales para probarlo. En la entrevista el exfutbolista narró cómo se enredó en este dilema legal, expresando su frustración por la lentitud del proceso y los cambios de jurisdicción del caso, que pasó de Bogotá a Montería. Esta última reubicación ha alimentado sus preocupaciones sobre la eventual asignación de su casa a una persona de la misma ciudad.

El exarquero vivió en la vivienda disputada durante cuatro o cinco años, desde 1992 hasta 1996, cuando comenzaron los problemas legales. Asegura que durante este tiempo, incluso recibió amenazas, lo que le obligó a mudarse a Guarne. A pesar de estos desafíos, Higuita mantuvo su lucha por la propiedad, defendiéndose de las acusaciones.

Higuita explicó cómo adquirió la casa a través de un amigo y socio, Campo Elías Meneses, y una mujer llamada Vicky, que representaba a los propietarios anteriores. El acuerdo implicó el intercambio de dos de sus apartamentos por la casa. No obstante, el exfutbolista se encontró en un laberinto legal cuando fue acusado de estafa, dando inicio al proceso jurídico.

Al tratar de comprender las extrañezas del trato, Higuita admite que no se dio cuenta de las discrepancias en los precios hasta hace poco. También reconoció su desconocimiento de la presunta relación de la propiedad con Gerardo Moncada, miembro del Cartel de Medellín.

La entrevista también desveló la conexión de la vivienda con un hombre llamado Gustavo Cuartas Rendón, que figuró como el dueño del inmueble. Sin embargo, Higuita afirmó que no sabía de esta relación hasta que fue contactado por un joven llamado "Lengua", quien alegó que la casa era propiedad de su tía, a pesar de que ella estaba registrada como dueña de varias propiedades.

En cuanto a la Sociedad de Activos Especiales (SAE), Higuita comentó que a pesar de que están mostrando reticencia a devolverle la casa, existe la posibilidad de negociar. Sin embargo, admitió que tenía más preguntas que respuestas en este asunto.

La entrevista concluyó con una reflexión sobre el papel del narcotráfico en el fútbol durante la época en que Higuita era jugador. Aseguró que, a pesar de los rumores, nunca se percibió ninguna influencia de este tipo dentro del deporte.

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Esta historia se remonta a 1992. En el corazón de Medellín, en el barrio El Poblado, Higuita adquiere un terreno. El lugar tiene una extensión de 1.253 metros cuadrados, y se estima un valor de $1.200 millones.

En 2016, el Juzgado 18 Civil del Circuito de Medellín dictaminó que Higuita y su esposa, Magnolia Echeverri, eran los propietarios legítimos del terreno. 

Sin embargo, la SAE ha elevado cuestionamientos a esa decisión, alegando que el terreno estaba bajo medidas cautelares dentro de un proceso de extinción de dominio y que el juez debía haberse pronunciado sobre este punto crucial.

Ahora, el terreno se encuentra en estado de ruina. Este espacio ha sido centro de conflictos y litigios durante los últimos 30 años. Higuita asegura que adquirió el predio de buena fe en 1992. 

Asegura que no fue hasta seis años después de comenzar a habitarlo que fue notificado que la propiedad estaba sujeta a un proceso de extinción de dominio, un proceso que hasta el día de hoy no ha concluido.

Hay una trama subyacente en este conflicto legal, que se vincula con el pasado oscuro del narcotráfico en Colombia. Según la Fiscalía General de la Nación, el terreno en cuestión una vez perteneció a William Moncada Cuartas, miembro del cartel de Medellín y principal socio de la organización después de la entrega de Pablo Escobar. Moncada Cuartas, que manejaba la parte económica del cartel, fue secuestrado y asesinado en 1993 por desacuerdos con el líder del cartel.

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La SAE ha presentado una solicitud de tutela que busca revisar a fondo la decisión del juez. El objetivo es determinar si la adquisición del terreno por parte de Higuita fue legítima, teniendo en cuenta el proceso de extinción de dominio al que estaba sujeto el terreno.

José René Higuita Zapata nació el 27 de agosto de 1966 en Medellín, Colombia. A lo largo de su carrera, Higuita se ganó el reconocimiento tanto por su destacado desempeño en el fútbol como por su personalidad extravagante. 

Durante las décadas de los 80 y 90, se convirtió en un ídolo gracias a su estilo de juego audaz y arriesgado, similar al de porteros legendarios como José Eusebio Soriano y Hugo Gatti. En 2004, la IFFHS lo reconoció como el octavo mejor guardameta sudamericano del siglo XX.

El estilo único de Higuita en el campo fue fundamental para provocar un cambio clave en las reglas del fútbol. Después de su destacada actuación en la Copa Mundial de la FIFA en Italia en 1990, donde realizó jugadas espectaculares fuera del área que rara vez se habían visto en partidos de fútbol y nunca antes en un evento de tal magnitud, surgió la necesidad de discutir la figura del arquero-líbero. 

Durante un congreso técnico en Coverciano en 1990, se llegó a la conclusión de que era necesario fomentar el uso de los pies por parte de los porteros. Como resultado, la FIFA estableció la regla que prohíbe que un futbolista pase el balón con los pies a su compañero portero, quien no puede tocarlo con las manos. De lo contrario, se sanciona con un tiro libre indirecto, conocido como la Ley Higuita.

Es ampliamente reconocido como uno de los mejores porteros en la historia del fútbol sudamericano y una figura clave en el ascenso de Colombia en el panorama futbolístico internacional. 

Formó parte de una generación destacada junto a jugadores como Carlos Valderrama, Freddy Rincón, Adolfo Valencia, Faustino Asprilla, Leonel Álvarez y Albeiro Usuriaga, entre otros. 

Su fama mundial se disparó gracias a su acrobática jugada conocida como "el escorpión", que realizó en el mítico Estadio de Wembley. Además, Higuita se encuentra en el quinto lugar en la lista de los arqueros más goleadores en la historia del fútbol, con 43 goles en partidos oficiales, anteriormente ocupó el primer lugar. Actualmente, se sitúa por detrás de Rogério Ceni, José Luis Chilavert, Dimitar Ivankov y Jorge Campos.

Su carrera profesional comenzó en 1985 en el equipo Millonarios, donde tuvo una destacada participación tras su sobresaliente actuación en el Campeonato Sudamericano Juvenil de Asunción. Posteriormente, se unió al Atlético Nacional de Medellín en 1986, donde alcanzó algunos de sus mayores logros. 

El 31 de mayo de 1989, el Atlético Nacional se consagró campeón de la Copa Libertadores de América, siendo el primer equipo colombiano en lograr este hito. Durante la final contra el Club Olimpia de Paraguay, disputada en Bogotá, Higuita atajó cuatro penales y anotó uno, siendo una actuación destacada en la serie inicial. 

Ese mismo año, jugó la final de la Copa Intercontinental contra el AC Milan de Italia, donde tuvo una actuación destacada pero perdió en el último minuto de la prórroga. También ganó la Copa Interamericana en 1990, dejando un recuerdo imborrable en los aficionados.

En 1991, Higuita viajó a España para unirse al Real Valladolid, pero su paso por el equipo no fue exitoso y abandonó a mitad de temporada, a pesar de contar con la confianza de su entrenador, Francisco Maturana. Regresó nuevamente al Atlético Nacional, donde se coronó campeón de Colombia en 1994. En 1995, alcanzó nuevamente la final de la Copa Libertadores de América, pero esta vez perdió ante el Grêmio de Porto Alegre de Brasil. 

En ese torneo, en las semifinales contra River Plate, Higuita cobró y anotó un gol de tiro libre, lo cual le dio una ventaja temporal al equipo colombiano en la serie. La semifinal se definió en el partido de vuelta en Buenos Aires, donde, a pesar de la derrota por 1-0, Higuita tuvo una destacada actuación. 

La serie se definió en una tanda de penales, donde nuevamente Higuita atajó el cobro decisivo y anotó uno con un suave toque de balón. Según el libro "Historias insólitas de la Copa Libertadores" de Luciano Wernicke, esta fue la actuación más espectacular de un arquero en la historia de la competición.

Después de su paso por el Atlético Nacional, Higuita jugó en el Club Tiburones Rojos de Veracruz en México y luego regresó al Junior FC en Colombia. Posteriormente, se unió al club Aucas de Ecuador.

A pesar de sus logros deportivos, Higuita también se vio envuelto en problemas públicos. En 1991, visitó la cárcel de La Catedral para encontrarse con el famoso narcotraficante y líder del poderoso Cartel de Medellín, Pablo Escobar, quien estaba recluido allí. 

Higuita declaró públicamente su amistad con Escobar, lo que generó controversia. Sin embargo, su situación más grave ocurrió el 4 de junio de 1993, cuando fue arrestado por estar implicado en un caso de secuestro.

Se cree que Higuita intervino en la liberación de la hija de Luis Carlos Molina Yepes, un banquero paisa cercano a Pablo Escobar y conocido por ser lavador de dinero del Cartel de Medellín, y uno de los posibles autores intelectuales del asesinato del reconocido periodista Guillermo Cano. 

La liberación de la hija de Molina fue en respuesta a una traición cometida por éste contra Escobar. Se exigió un rescate de US$3 millones o una falsa declaración a favor de Escobar ante la Fiscalía, la cual lo exoneraría de la muerte de los Galeano y los Moncada.

La participación del arquero René Higuita en un acto de mediación fue considerada ilegal por la legislación local, lo que culminó en su detención y encarcelamiento durante más de medio año en la prisión La Modelo, en Bogotá. 

Este hecho lamentablemente coincidió con el Mundial de Fútbol 1994 en los Estados Unidos, evento en el cual Higuita, el preferido del técnico Francisco Maturana, se esperaba que fuera la estrella del equipo. Maturana declaró que con Higuita en el terreno de juego, la selección colombiana tenía un carácter distinto, gracias a la confianza, la serenidad y su característico estilo de arquero-líbero que complementaba a la perfección el sistema defensivo colombiano. En su ausencia, el arco fue defendido por el vallecaucano Óscar Córdoba en el torneo estadounidense.

En prisión, Higuita llegó al extremo de iniciar una huelga de hambre. Sin embargo, su polémica no terminó ahí. 

En la carrera a la Copa Mundial de Fútbol 1998 en Francia, Higuita sorprendió al renunciar a la convocatoria, citando su "baja forma futbolística" como motivo.

Finalmente, el 23 de noviembre de 2004, se encontró que Higuita dio positivo en un control de drogas por cocaína, tras un partido entre su equipo, el Aucas, y el Olmedo. Como consecuencia, la Federación Ecuatoriana de Fútbol lo suspendió por seis meses. Este suceso marcó otro capítulo oscuro en la carrera del exguardameta colombiano.

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