Historia del infame acoso sexual de un general del Ejército contra una subteniente: el oficial está libre

Pocas veces se ve en instituciones como el Ejército de Colombia un caso de acoso sexual tan evidente. Esta vez el protagonista es el brigadier general Yuber Armando Aranguren Rodríguez, nacido en Tunja, el 18 de mayo de 1968  hijo de Priscila Rodríguez y Otto Gabriel Aranguren.

Todo comenzó cuando luego de su arribo a la Brigada 27 de Selva, la Subteniente M.D.M.C.C. (iniciales de la uniformada que está Agencia no divulga para evitar su re victimización), fue objeto de asedio y acoso en distintas formas, tanto de palabra como de hecho por parte del Brigadier General.

Esto con la intención de obtener favores sexuales de ella, sin su consentimiento, los cuales se concretaron en diversas formas, las cuales se sintetizaron así:

En las reuniones

Le ordenó sentarse a su lado en algunas reuniones con el Estado Mayor incumpliendo los protocolos establecidos para ello y en algunas de ellas, le dijo “usted tiene noviecito solo para administrarle el sueldo, para que más lo va a tener, no solo para que le haga rico".

En otra reunión, incluso en presencia de algunos comandantes del Batallón le dijo “bizcocho joven, tómele la foto a eso para las comunicaciones, no le valla (sic) a enviar la foto a su noviecito, esa chimba de relación que usted tiene se la voy a hacer acabar, y si se piensa casar también la voy a desertar tanto para que no se case".

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En la formación de la Brigada

También en una formación de la Brigada en presencia del personal le dijo “las mujeres no van solo por el pipí, sino que detrás del pipí va la billetera, ¿Cierto Cabrera?”, por lo cual fue objeto de
burla de todos los presentes.

En otra ocasión, le expresó que la "iba a llevar a un cerro donde queda un repetidor para que le baje el nivel de testosterona a los soldados".

En otra el alto oficial fue aún más desobligante y violento con la subordinada y le dijo: “mamacita, que estaba muy buena, que tenía un culo muy rico, que se lo quería comer”.

Frente al Estado Mayor

Y el 31 de julio de 2018 durante otra reunión con el Estado Mayor y luego que la Subteniente le reclamara al General Aranguren Rodríguez por sus groserías y faltas de respeto, el acusado le contestó “hagamos algo, por cada grosería que yo diga usted me da un beso, a ver si se me quita lo grosero”.

Con esto la mujer nuevamente fue objeto de burla por parte de todos los que se encontraban presentes en la mencionada reunión y finalizó diciéndole “suiche relájese".

En medio de una tragedia nacional

Pero hay más ignominia.  El 12 de agosto de 2018, cuando se presentó la segunda avalancha de Mocoa, después del almuerzo, le ordenó acompañarlo a la Alcaldía a una reunión que tendría allí y en la Estación de Bomberos.

Cuando se encontraba en su vehículo hablando por teléfono con su novio, el general abordó el mismo sin su autorización pidiéndole que lo llevara a otra reunión, sopretexto que en los vehículos asignados por el Ejército no tenían cupo. Estando allí, el general Aranguren tomó su pierna de forma vulgar.

Insultos y traslado

En otra reunión con el Estado Mayor de la Brigada 27 llevada a cabo el 16 de septiembre de 2018 en la Sala de Guerra, la insultó con palabras soeces y la relevó de su cargo, enviándola al batallón ASPC No. 27 (BASER).

Asimismo, resaltó la justicia que, dada la condición de superioridad jerárquica y funcional existente del general sobre la Subteniente C.C., en retaliación por haber denunciado ante la Oficina de Género del Ejército Nacional cada uno de los presuntos improperios de los que fue víctima, la Oficial fue transferida al Batallón de Servicios “BASER” ubicado en la misma Brigada por orden de aquél.

Todos estos hechos produjeron en la denunciante daños psicológicos y alteraciones emocionales, pues “le causaron desazón, tensión emocional y malestar anímico y corporal”, con lo cual la Fiscalía consideró que se tipificaron las conductas de acoso sexual e injuria.

Condena

Este lunes 13 de enero de 2025, el acosador general en retiro fue condenado por la Corte Suprema de Justicia.  La Sala Especial De Primera Instancia emitió sentido de fallo condenatorio. La Sala determinó que el procesado siga en libertad hasta que se emita la sentencia.

La subteniente intenta recuperarse física y psicológicamente del salvaje acoso al que fue sometida por años.

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