Celos profesionales y otras movidas que sacaron a Belliza Ruiz del ministerio de Minas

Si hay una funcionaria que le ha sacado canas al gobierno del presidente Gustavo Petro es la ahora exviceministra de Energía, Belizza Janet Ruiz Mendoza. La confrontación con su jefe, la ministra de Minas Irene Vélez Torres, concluyó con tres efectos prácticos: la salida del cargo de la funcionaria, el desgaste para el primer mandatario y su equipo y la certeza que política esta por encima de conocimiento técnico y mérito.

Al comparar las hojas de vida de ambas profesionales son evidentes las diferencias en sus especialidades. La ministra Vélez a sus 40 años tiene como logros académicos su grado en filosofía de la Universidad Nacional. Un palmarés que se complementa con una maestría en estudios culturales de la misma institución, así como un doctorado en geografía política y humana de la universidad de Copenhague, en Dinamarca.

Las fortalezas de Vélez radican en las actividades en pro del medio ambiente. Acérrima defensora de este frente a los efectos de la minería. Del conflicto armado colombiana ha sido estudiosa. Por ello, como investigadora, docente y documentalista, en Voces de la Guerrilla y Bajo Fuego, mostró la barbarie de la guerra. Un currículum vitae que no registra experiencia laboral pública o privada relevante en el sector minas. 

Por su parte, Belizza Ruiz, a sus 42 años de edad, tiene otro experticio profesional y académico. Se graduó en 2002 como ingeniera electricista de la Universidad Nacional. Dos años después obtuvo maestría en la misma institución y viajó a México en donde recibió un doctorado en la Universidad Nacional Autónoma.

No obstante, su pasión por la academia no se quedó allí. Continuó estudiando. En 2009, 2010 y 2011 logró tres posdoctorados en energías renovables en la misma institución académica azteca.

Evidentemente, lo suyo siempre ha sido la academia, la docencia y la investigación. De hecho, lideró en los últimos años, el Grupo de Investigación en Potencia, Energía y Mercados, Gipem de la Universidad Nacional, en donde, entre otros trabajos, hizo algunos sobre transición energética, política pública determinante para el presidente Gustavo Petro.

Y como siamesas repentinas, Vélez y Ruiz, terminaron unidas por Hildebrando Vélez Galeano. Un ingeniero quimíco, ambientalista con maestria y PhD y padre de la ministra, que ha recorrido las carreras del conocimiento y las calles de la política.

Lo hizo con el Movimiento Soy Porque Somos de Francia Márquez, según lo documentó La Silla Vacia. Con otro detalle, la ahora ministra Ruiz, escribió conjuntamente con Márquez un artículo académico sobre el Consejo Comunitario de la Toma.

Entonces su padre fue determinante para que llegara al cargo. Así como lo fue también para la designación de Belizza Ruiz en el viceministerio de Minas. Un hecho que recordó al periodista Jorge Espinosa en entrevista con Caracol Radio. Allí precisó que estaba en el grupo de investigación, Gipem. Recibió la llamada de un amigo de Hildebrando, quien tras hacerle varias preguntas técnicas y políticas y sondear su interés en el cargo, recibió su hoja de vida.

La revisó Hildebrando, luego su hija Irene y después el primer mandantario. Le gustó. La seleccionó entre varias opciones que tenía. Mientras tanto, Vélez ya había registrado para las cámaras en la posesión del 7 de agosto. Ruiz por su parte, llegó al ministerio el 6 de septiembre de 2022.

Fue en un momento crucial. La ministra empezaba a llamar la atención públicamente por su desparpajo y tenis blancos. También porque en una rueda de prensa como profesora de colegio, mando callar a los periodistas, los fustigó por hacer varias preguntas a la vez y amenazó con salir del recinto.

De hecho, se empezaron a evidenciar conceptos particulares en sus declaraciones. Indicó la necesidad de exigir que los países comenzaran a decrecer en sus modelos económicos. En otra declaración habló de carbohidratos al referirse a hidrocarburos. O diez mil billones, cuando se pronunció con respecto al déficit del Fondo de Estabilización de los Precios de la Gasolina.

Así como cuestionamientos por el manejo de términos básicos, al asegurar: "tenemos reserva de gas para ocho años y tenemos reservas de gasolina para 7.6 años"; de inmediato, algunos técnicos sorprendidos la rectificaron al señalar que confundió gasolina con petróleo. Estas, entre otras salidas mediáticas, causaron impacto e hilaridad en sectores de la opinión pública. 

Con otro detalle no menor, se denunció  que recién llegada al ministerio, Vélez habría modificado los requisitos para cargos clave en la entidad, hecho que la funcionaria siempre negó.

En este entorno llegó Belizza Ruiz. Al comienzo algo empática y cordial. De manera circunstancial se convirtió casi en mano derecha y mano izquierda de Vélez. La ministra no tiene porque saberlo todo, en un ministerio complejo, pero determinante para el presidente Gustavo Petro.

Por ello, sin proponérselo directamente, ante las imprecisiones frecuentes de su jefa, le cayeron dos roles. Pedagógico con la ministra, incluso haciéndole pequeños gráficos explicativos, papelitos en las reuniones, o básicas aclaraciones temáticas del sector.

También mediático, porque los periodistas que cubren el sector de Minas y Energía, varios de ellos con décadas de cubrimiento  en la materia, empezaron a buscar solo a Ruiz para declaraciones o explicaciones de los temas técnicos. Así, la funcionaria se convirtió en salvadora para su jefe y sparring ante ataques al gobierno.

Con otro efecto, en pocas semanas, el trabajo de Ruiz, le permitió a la ministra, incluso en el mismo mes de septiembre, en octubre y luego en diciembre anunciar al país, como también lo hizo el presidente Petro, una rebaja de las tarifas de energía del 2.5%. Un hecho que abanicó especialmente a poblaciones de la Costa Atlántica.

Sin embargo, en medio de la buena noticia, el ministerio ya empezaba a convertirse en un hervidero. Por las tensiones con funcionarios del anterior gobierno en el ministerio de Minas, enrostrados por su condición política. Sumado a que Belliza Ruiz, tomaba más vuelo producto de su experticio técnico, especialmente en temas de su viceministerio de Energía.

Sobrevinieron dos detonantes. Las diferencias por el director de hidrocarburos encargado del ministerio, Camilo Ríncón, quién finalmente salió del cargo. Mientras la ministra lo cuestionaba y desconfiaba, la viceministra lo defendía y pedía la ratificación en el cargo.

A ello se suma lo denunciado por la exfuncionaria. Le hicieron montajes a Rincón en redes sociales como Twitter y en WhatsApp, con mensajes contrarios al gobierno para desacreditarlo, incluso extensivos en una ocasión a la funcionaria. Esto sin dejar de recordar que era prerrequisito para ser contratado en el gobierno la revisión de lo publicado en redes.

Pero llegó un mes cuesta arriba. Era noviembre y la oposición se vino encima contra Vélez. El 30 de ese mes tuvo que enfrentar la primera moción de censura contra un ministro de la administración Petro. Esta porque según los citantes por sus declaraciones el país vivió pánico económico, al igual que por su desconocimiento del sector, el peso se devaluó y la empresa Ecopetrol entró en crisis. Pero la funcionaria salió avante con 132 en su favor y 24 que votaron su salida del cargo.

Con otro detalle que dinamitó la relación de las funcionarias. En momentos de pausa de la moción, la viceministra Ruiz fue abordada por un asesor de un congresista quien le informó que la ministra estaba negociando el cargo y la iban a reemplazar.

Entonces se encararon, en una reunión posterior. Vélez y Ruiz confrontaron. La primera lo negó. La otra rebatió. El vínculo laboral prácticamente desapareció. La viceministra guardó prudencia y poco volvió a pronunciarse.

Se dedicó a actividades de su cargo en medio de la tensión natural, la confianza perdida, un documento de transición energética que elaboró junto a cerca de 20 profesionales del ministerio para incluir en el Plan de Desarrollo que Vélez desechó de plano y el dilema de renunciar.

Hubo tres reuniones después. La última en medio de explicaciones y de una ministra que para ese momento anotaba al centímetro lo que Vélez decía, con el antecedente ya le había pedido dimitir del cargo en dos ocasiones. Al punto de intentar declararla insubsistente, iniciativa que el presidente Gustavo Petro no compartió.  

La confrontación llegó a su tono más alto. Ruiz decidió renunciar ante el primer mandatario con una carta motivada de 11 páginas y 24 anexos, con sugerencias y soluciones a problemas del sector. Entre ellas la situación de las electrificadoras y la necesidad de nombrar en la junta directiva, delegados idóneos del ministerio de Minas y despolitizarlas, un asunto, que según Ruiz, no se cumplió y que derivó en varias renuncias.

Apareció otro lío. El informe en donde se denunció cifras imprecisas y no autorizadas por ella y otros funcionarios quienes no las avalaron. Ruiz ripostó, se convirtió en reveladora fuente periodística. Siguió el pulso con su jefe quien la desmintió en rueda de prensa.

Todo esto luego del Foro Económico Mundial de Davos, en Suiza, donde  Vélez hizo público lo que ya se advertía, pero carecía de certeza; que el gobierno Petro no aprobaría más contratos para la exploración de petróleo y gas.

Vino entonces otra estocada. Sus propios compañeros, pares directivos del sector, enviaron una carta al presidente Gustavo Petro pidiendo su salida del cargo. En un hecho sin antecedentes.

Los que se hicieron al frente de la jefe Vélez, en un escuadrón frontal de defensa, fueron Álvaro Pardo, director de la Agencia Nacional de Minería , Clara Liliana Guatame, presidente de la Agencia Nacional de Hidrocarburos, ANH, Javier Campillo, director del Ipse, Julio Fierro Morales, director del Servicio Geológico Colombiano y Carlos Correa Flórez, director de la Unidad de Planeación Minero Energética, Upme. 

"Lamentablemente venimos evidenciando que el trabajo mancomunado con la viceministra, Belizza Ruiz, es cada día más difícil de lograr. Por el contrario, nos hemos topado con la nula posibilidad de coordinación y comunicación, lo cual está dificultando el quehacer del Ministerio y sus entidades. Igualmente, las actuaciones de la viceministra parecieran responder a intereses individuales y no a los discutidos y consensuados por quienes estamos absolutamente comprometidos con el Gobierno del cambio", resalta la firmada por los cinco directivos del sector y enviada al primer mandatario, el 25 de enero.

La cuerda se reventó finalmente el viernes 27 de enero. El presidente Gustavo Petro aceptó la renuncia de la viceministra Belizza Ruiz, mediante decreto 0120. Con un detalle en la norma firmada por la ministra Irene Vélez: "El 27 de enero de 2023, la doctora Belizza Janet Ruíz Mendoza, (…), mediante comunicación radicada bajo el número EXT23-00012262 presentó renuncia al empleo denominado viceministro, código 0020 de la planta de personal del ministerio de Minas y Energia". 

Este lunes en las horas de la mañana el primer mandatario se refirió al asunto en su cuenta de la red social Twitter y en respuesta a las críticas que ha recibido su gobierno por el caso de las funcionarias: "La rigurosidad de Carrasquilla, Abudinen, o la que utilizaron en los Ocad, la rigurosidad para levantar la ley de garantías".

Tras su breve, pero intenso paso por el gobierno Belizza Ruiz vuelve a su grupo de investigación Gipem de la Universidad Nacional. Tendrá que ampliar sus denuncias en la Procuraduría. La ministra Irene Vélez optó por guardar silencio las últimas horas ante los últimos hechos. La oposición prepara un nuevo debate de moción de censura. Hay calma chicha en el ministerio y en un sector del gobierno.

Otras noticias