Luego de seis meses del inicio del brote de Covid-19 en Wuhan, China y tras varios meses de haberse declarado esta enfermedad como pandemia, un medicamento surge como el nuevo milagro científico para el tratamiento de los casos más graves.
Se trata de la Dexametasona, un corticoide de bajo precio y fácil acceso utilizado para tratar diversas enfermedades inmunológicas, respiratorias y de piel así como asma, artritis y alergias.
Sin embargo, tal y como ocurrió hace meses con el anuncio de la hidroxicloroquina, el fármaco usado para la malaria como la cura milagrosa del virus y que terminó prohibiéndose en muchos países por sus efectos secundarios, el de la Dexametasona causa la misma preocupación entre la comunidad médica.
La autoprescripcion, el consumo masivo del medicamento y la relajación de las medidas de autocuidado al creer que ya existe una vacuna o un tratamiento milagroso, generan alerta.
Una postura que comparte el reconocido médico inféctólogo, Carlos Pérez. “ El problema es que es barato y se consigue en cualquier farmacia y si lo administran sin supervisión o dosis muy altas puede generar complicaciones sobre todo exacerbar infecciones y enmascarar otras enfermedades” indicó el facultativo a la Agencia de Periodismo Investigativo, API.
La devoción por el fármaco que se comercializa desde la década de los sesenta inició hace apenas una semana, gracias a un estudio de la Universidad de Oxford en el Reino Unido, el cuarto país con mayor número de contagios y muertes. 305.289 afectados y 42.547 decesos, a la fecha.
A través de un ensayo clínico se evidenció que este fármaco reduce en un tercio la mortalidad entre los pacientes más graves de Covid-19 y en una quinta parte en aquellos casos en que necesitaron oxígeno pero no entubación. En cambio, no demostró ningún resultado en los casos leves.
Tras analizar la publicación la Organización Mundial de la Salud, OMS se pronunció este lunes alentando al mundo a aumentar la producción de este medicamento.
Desde la sede del organismo en Ginebra, el etíope Tedros Adhanom, director general indicó que, “Afortunadamente, es una medicina barata y de la que hay fabricantes en todo el mundo, así que estamos confiados en que éstos aceleren su producción”.
También advirtió que se le debe dar prioridad a los paises que en la actualidad son foco de la enfermedad así como aquellos con sistemas sanitarios más débiles. Concluyó su alocución advirtiendo que, “solo se debe suministrar en los casos más graves de la enfermedad”.
Para el caso colombiano en donde los casos ya sobrepasan los 71.000 y el número de decesos va en aumento, Según bases de datos oficiales revisadas por la Agencia de Periodismo Investigativo, API, el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos, Invima ha entregado 59 registros sanitarios desde el año 2005 para la producción, importación y venta de Dexametasona.
Aunque parece ser una cifra significativa no todos están vigentes, de hecho muy pocos. Del total de autorizados, 34 registros están vencidos, dos cancelados, uno desistido, otro con pérdida de ejecutoria, ocho en trámite de renovación y apenas trece vigentes de los cuales dos están próximos a vencerse, uno de ellos el próximo primero de julio.
Así las cosas, dichas autorizaciones están concentradas en ocho laboratorios que tienen la facultad de fabricar, importar o vender. Estos son Biosano S.A, Rowell SAS, Colmed Ltda, Genfar, Lasante, Vitalis SACI, Procaps y Galena Química SA.
Una de las bondades de este fármaco es su precio. En Colombia, una ampolleta de 4mg se comercializa en droguerías por un valor de $2.950 y la de 8mg en $3.800,
Un hecho que se convierte en un problema y una oportunidad a la vez, según lo manifestado por el médico Carlos Pérez. “El problema y la oportunidad es la paradoja. Al ser barato y disponible la podemos usar para muchísimos pacientes y será una opción de vida, pero también cualquiera lo puede conseguir y administrar en escenarios no hospitalarios lo que sería un desastre. Puede ser una opción o una decepción”, indicó el facultativo.
Los médicos lo advierten insistentemente. El fármaco puede ser muy útil en los casos más graves pero perjudicial en los leves. Y no es un tema menor. En las containdicaciones establecidas por los laboratorios en sus registros sanitarios se advierte diversos efectos nocivos.
Micosis sistémica, osteoporosis grave, glaucoma, psicosis, úlcera péptica o duodenal. También se indica que se debe utilizar con precaución en pacientes con insuficiencia cardíaca, diabetes mielitus, hipertensión arterial y tuberculosis activa.
Ashis K. Jha, director del Harvard Global Heralth Institute, al responder una pregunta del porqué este fármaco si resultó beneficioso para Covid-19 y no para Sars y Mers, señaló, “El efecto beneficioso depende del uso de la dosis correcta, en el momento correcto, en el paciente correcto”, reiteró que si se toma el medicamento demasiado pronto, “puede terminar haciendo más daño que bien”.
Por ahora, la OMS y los facultativos aconsejan que sólo se tome el fármaco bajo prescripción médica.