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El dilema por los cambios de WhatsApp que invaden la privacidad de los usuarios

Desde esta semana la aplicación de mensajería modificó sus políticas de uso. Sin advertirlo, miles de abonados la aceptaron y entregaron información personal clave. De no aceptarla, a partir del próximo 8 de febrero no podrán usarla. ¿Qué hacer?. Expertos aconsejan.

Por Agencia Periodismo Investigativo |

 El 2021 inició con transformaciones y retos. El ámbito de la tecnología aplicada a las comunicaciones de la población en momentos de mayor uso por efecto de la pandemia  de Covid-19 y un relacionamiento diferente no podía ser la excepción. Uno de los cambios en la forma como WhatsApp va a tratar la información de sus usuarios, es una “opción” que nadie esperaba recibir en los primeros días de este año.

En efecto, miles de abonados simplemente aceptaron sin leer lo que WhatsApp les decía sobre como desde ahora toda la información recolectada por la aplicación iba a poder ser usada por cualquiera de las empresas propiedad de Facebook, entre ellas, las más conocidas, la misma WhatsApp o Instagram. 

Esto no es del todo nuevo y lleva algunos años siendo usado por WhatsApp como una de las opciones que los usuarios podían configurar dentro del servicio, pero a partir del 8 de febrero de 2021, pasa de opción a obligación. Una disposición que en la práctica tiene como objetivo final la integración formal de todas las aplicaciones de las empresas de Facebook, en este caso, el servicio de mensajería instantánea.

Una situación que se advierte en la explicación expresada en la política de privacidad sobre como se usa la información, donde textualmente dice, “operar, proporcionar, mejorar, entender, personalizar, respaldar y promocionar nuestros Servicios”, la cual se complementa con explicaciones de como todos los datos recolectados serán usados para mejorar la experiencia del usuario.

Sin embargo, según expertos en telecomunicaciones e informática, al analizar los datos que se recolectan, no se entiende muy bien que datos como las características del dispositivo y del sistema operativo, pueden aportar a la promesa de mejoras.

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Diego Espitia

 

En concepto de Diego Espitia, Chief Security Ambassador ElevenPaths – Cybersecurity Unit of Telefónica, experto en asuntos de ciberseguridad, “desde el pasado 4 de enero WhatsApp sorprendió con una nueva política de privacidad, de la que se exceptúan los usuarios de la Unión Europea. Esta obliga al usuario a aceptar a compartir información general que se produce por el uso de la aplicación y sus empresas. Ello implica que dicha información se puede manipular, usar o compartir por parte de la compañía con el fin de mejorar sus servicios”.

Por esta razón, Espitia reseña que al aceptar esta política por parte de los usuarios, que se viene consolidando años atrás, implica afectaciones a la privacidad y el control de la empresa de la información de los clientes. Resalta que antes era posible advertir que datos se controlaban, pero ahora esa opción se elimina y  desde el 8 de febrero si no se acepta, el usuario no podrá volver a usar la aplicación. El experto explica que se esta generando que muchos clientes se cambien a otras aplicaciones como Signal o Telegram, chats de Google u otros servicios de mensajería.

En contraste, miles de usuarios, ya dieron aceptar en la opción, sin verificar las consecuencias que tiene para su privacidad, sin ocuparse cual puede ser el futuro de sus datos y el uso de la información. Según registros oficiales, actualmente WhatsApp tiene cerca de 2.000 millones de abonados.

Una vez la nueva política de privacidad entró en vigencia esta semana la aplicación empezó  a recopilar información sobre los dispositivos y las conexiones de red que utilizan los clientes.   

En concreto, los usuarios que aceptaron la referida opción, dieron paso a la compañía para que conozca el modelo de hardware de su dispositivo, el nivel de bateria, toda la información del sistema operativo y hasta la potencia de la señal que tiene el teléfono móvil.

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Este es el mensaje que están recibiendo en sus teléfonos móviles los usuarios de WhatsApp.

 

De la misma forma, WhatsApp ya accede a la dirección IP del dispositivo, el navegador que se usa en el dispositivo, dato del operador móvil al que se conecta el dispositivo, incluso el lenguaje configurado y la zona horaria. Expertos advierten además que, “estos son solo los datos que recolecta sobre el dispositivo, sin contar los que toma del usuario, de las aplicaciones que posee y de cómo interactúa con el servicio”. Se trata además de fortalecer esquemas de inteligencia artificial.

En este contexto, la pregunta de los usuarios es ¿qué hacer?. Al respecto, comienza el debate no sólo en Colombia sino a nivel mundial porque es uno de los principales problemas planteados en la nueva política, pues anteriormente el usuario tenía la posibilidad de modificar o seleccionar que datos se compartían entre las empresas de Facebook. Ahora con la reciente disposición de la compañía no permite ninguna opción de seleccionar e incluso si no acepta la política, los expertos reiteran que el usuario no va a poder usar el servicio después del 8 de febrero de 2021, sin importar el dispositivo que tenga.

Lo evidente es que la situación deja solo dos opciones al cliente. La primera es eliminar el usuario y la aplicación del dispositivo, pasándose a cualquier otro servicio de mensajería. La segunda  es continuar usándola y aceptar que  su información va a ser usada por todos los servicios de la empresa Facebook y otras asociadas.

El asunto queda en manos de cada usuario, quien con la nueva política de privacidad entra en un dilema. Debe sopesar que es más importante para èl, usar una aplicación, que sin duda se ha vuelto casi que indispensable en los últimos años, o permitir los riesgos que representa para su intimidad y ciberseguridad, que gran parte de su información personal y de actividades en telecomunicaciones e informática sea de manejo a través de terceros.

 

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